Historias reales de terror que deben convertirse en películas. Parte 2

• Antonio Orrán
• >Categorías: Artículos, Terror
• 10 octubre, 2014

Os presentamos espeluznantes historias reales de terror que deben convertirse en películas. Parte 2.

No hay nada más sórdido y cruel que el mundo real, superando en múltiples ocasiones cualquier cosa que hayamos podido ver en el mundo del cine o la literatura de ficción. Entre los recovecos de la perversidad humana, y la oscuridad de la mente de aquellas personas cuyos actos son reflejos de la más horrenda maldad, os traemos la segunda parte de aquellas historias reales, que por su terrorífica temática, deberían llegar a convertirse en películas.

Porque los psicópatas más fascinantes del cine, y porque algunas de las películas más fantasmagóricas de la historia, basan el poder de su impacto en historias acontecidas en la realidad, creemos que estos hechos que os contaremos a continuación encajarían perfectamente en grandes obras del celuloide. Lo que ya no podríamos asegurar sería, que tras verlas con vuestros propios ojos, podríais volver a dormir o siquiera cerrar los ojos.

Admitimos que algunas de estas historias han sido versionadas en productos de bajo presupuesto, pero pensamos que se merecen algo más substancial y con mayor potencial de repercusión cara al público.

Belle Elmore fue el nombre artístico de una aspirante a cantante de ópera llamada Cora Crippen, la infeliz mujer del homeópata Dr. Hawley Crippen. Tristemente, su mayor fama no fue obtenida sobre el escenario, sino con carácter póstumo a causa de las sórdidas circunstancias alrededor de su muerte. A pesar de su popularidad en la comunidad de teatro de Londres, los Crippens fundamentaban su relación en sus continuas disputas y desacuerdos, a menudo mostrados en público. Tras una discusión a lo largo de una fiesta que ellos mismos organizaron el 31 de Enero de 1910, Cora Crippen desapareció sin dejar rastro.

Su marido insistió que Cora se había marchado a California. Pero su amiga, la cantante de ópera profesional Kate Williams, sospechó que algo oscuro se escondía en la desaparición de Cora y acudió a Scotland Yard. Las sospechas crecieron cuando el Doctor Crippen invitó a su secretaria, la bella joven Ethel Neave, a vivir con él, comenzando a vestir con las joyas de Cora y sus abrigos de visón. Cuando Scotland Yard acudió a su casa para investigar, el doctor se había esfumado. Pero lo más terrorífico no había hecho más que empezar. Los policías descubrieron un torso descuartizado en el sótano, lo que dio comienzo a una persecución. Crippen y Neave (vestida como un hombre) fueron capturados a la llegada de su barco a Canadá. El oscuro doctor había envenenado a su esposa, la había descuartizado, y convivía con partes de su cuerpo mientras que la remplazaba con su secretaría.

Este fue el apodo mundano dado a un asesino en serie que aterrorizó a la comunidad gay de Tenderloin en San Francisco en la década de los 70, pero que nunca llego a ser capturado. Desde Enero de 1974 a Septiembre de 1975, el Doodler (también llamado el Doodler Negro), se le acreditaron 14 asesinatos y tres intentos en los que no pudo conseguir su objetivo final. Recibió su mote a través de su tenebroso modus operandi que siempre daba comienzo en un bar, donde realizaba retratos para romper el hielo.

Pero si este coqueteo se llevaba a cabo en alguno de los clubs gay de Tenderloin, la situación se tornaba en algo perturbador con El Doodler, quien con un gran y afilado cuchillo apuñalaba a sus víctimas hasta la muerte, mutilando de forma horrenda sus cuerpos. ¿Pero cómo con un trio de supervivientes El Doodler consiguió seguir en libertad? Todas sus víctimas se pensaba que eran drag queens, homosexuales (reconocidos o no), o amantes del cuero en sus juegos sexuales. Se dice que uno de los supervivientes fue un diplomático y otro de ellos un reconocido artista, y ninguno de ellos se atrevería a testificar si ello significaba quedar excluidos en una sociedad profundamente homofóbica donde sus vidas y la de sus familias podrían correr peligro a partir de entonces. La identidad del Doodler sigue sin conocerse a día de hoy y su caso nunca fue resuelto.

El Puente Overtoun en Dumbarton, Escocia, ha sido descrito como pintoresco, con espectaculares vistas a un rico valle con vibrante naturaleza. Pero este lugar esconde uno de los misterios más lúgubres e inquietantes conocidos. Estamos ante una localización con un oscuro historial de suicidios de perros. Durante los últimos cincuenta años, cincuenta perros han saltado (supuestamente sin advertencia) al abismo desde el puente, con muchos de ellos encontrando la muerte quince metros más abajo. La mayoría de estos suicidios han ocurrido en la misma sección del puente, en la mano derecha entre sus dos parapetos finales. Si todo esto no te resulta aún lo suficientemente extraño, os damos otro dato lleno de misterio. Todos los perros que han muerto aquí eran razas de nariz larga como Labradores, collies y retrievers.

Muchos no dudan en afirmar que el puente esta encantado, e insisten que este catalizador del mal que se esconde en su estructura, también fue el culpable de que un hombre arrojara a su hijo pequeño al vacío en 1994 pensando que se trataba del Anti-Cristo. Después de todo, históricamente se titula a Overtoun como un área donde este mundo y el próximo se separan sólo por una fina línea…

Un misterioso asesinato que ha perdurado como una historia del hombre del saco contada de generación a generación por los habitantes de Hagley, Inglaterra, comenzó el 18 de Abril de 1943 cuando cuatro chicos se adentraron en la zona privada de los Bosques Hagley para cazar. Mientras escalaban un árbol, se encontraron con un esqueleto humano en una de las cavidades del tronco. A pesar del miedo al castigo por su acto vandálico (cazar en zona privada sin consentimiento) no dudaron en llamar a la policía, y pronto el cuerpo fue sacado al exterior, lanzando más preguntas que respuestas. Se trataba del cuerpo de una joven mujer, a la cual comenzaron a llamar Belladonna o Bella. Su cuerpo se encontraba completo, a excepción de una mano que se encontró semienterrada cerca del árbol.

Se piensa que la joven fue asesinada 18 meses antes, en Octubre de 1941, y se colocó en el árbol antes del rigor mortis. Restos de tafetán encontrados en una parte profunda de su boca sugieren que fue asfixiada hasta la muerte, posiblemente con su propio vestido. Con la Segunda Guerra Mundial en un momento de alta intensidad, existió poco tiempo para solventar el misterio de una chica asesinada. Pero Bella, aunque muerta, nunca fue olvidada. En 1944, un graffiti apareció en Brmingham preguntando, “¿Quién colocó a Bella en el Olmo de las Brujas – Bosque Hagley?” Variantes de esta frase continúan apareciendo. La localización actual de su esqueleto es incierta.

Localizada en el número 1129 de Ride Avenue en Pittsburgh, Pensilvania, la desgarbada mansión comenzó su tétrica historia con la llegada de Charles Wright Congelier, su mujer Lyda, y su criada Essie. El matrimonio Congelier se resquebrajó en el inverno de 1981, cuando Lyda descubrió a Essie y Charles manteniendo relaciones sexuales. La respuesta de Lyda fue terrorífica y salvaje, apuñalando a su marido brutalmente hasta la muerte para posteriormente terminar la faena cortando la cabeza a su criada. Pero esto sólo fue el comienzo de los horrores vividos en esta casa. En 1900 llegó un nuevo inquilino, el Doctor Adolph C. Brunrichter.

Adolph causó una explosión en la casa que hizo estallar las ventanas, lo que llamó la atención de la policía. Lo que allí encontraron era lo más perverso que habían visto jamás, ya que la causa de la detonación eran unos fantasmales experimentos que involucraban el intento de reanimar varias cabezas de jóvenes mujeres. Desde aquí, múltiples historias de fantasmas comenzaron a surgir en este lugar, atrayendo el interés de Thomas Edison, el cual llegó a acudir a la casa para investigar, intentando usar uno de sus inventos para comunicarse con los muertos. La casa fue destruida totalmente en el año 1927, cuando un accidente industrial en una factoría de Gas redujo parte de Pittsburgh a cenizas.

¿Cuál de estas cinco terroríficas y reales historias te gustaría ver en forma de película?