Películas basadas en videojuegos, los primeros años
Momento para el recuerdo y la nostalgia, echamos la vista atrás para redescubrir los primeros años de las películas basadas en videojuegos.
Ahora más que nunca el universo del videojuego ocupa un lugar imprescindible en la agenda del ocio de tres cuartas partes del planeta. Un sector en continuo auge, con astronómicas cifras de beneficios para sus franquicias más importantes, con multitud de plataformas en el mercado y con una relevancia cada vez más notoria de los dispositivos móviles y tablets.
El cine y el mundo del videojuego han ido de la mano durante tres décadas, con múltiples adaptaciones por ambos lados y por desgracia como norma general, con una calidad bastante cuestionable. Pero los tiempos han cambiado, y si años atrás el universo cinematográfico, el séptimo arte, andaba varios pasos por delante de las consolas y periféricos de juego similares, es ahora el sector del videojuego el que con una inercia imparable ha pasado de largo al mercado del celuloide que salvo contadas ocasiones no pasa por su mejor momento.
Aunque este sea nuestro presente y muy probablemente se haga aún más palpable y evidente en nuestro futuro, con un formato cinematográfico destinado a renovarse, reiniciarse y reinventarse para poder competir con las necesidades de ocio de la sociedad moderna, y el avance de los sistemas tecnológicos y la telaraña inabarcable de Internet, el pasado fue bien distinto. Atari, Coleco, Nintendo o Sega, entre otras, fueron buscando su hueco en alguna de las habitaciones de cada hogar, con su formato generalmente en forma de cartuchos y con una magia que a día de hoy se reconoce más que nunca. El cine por aquel entonces era pura dinamita, y múltiples películas durante el año recababan pingües beneficios, desde la taquilla, o desde un mercado del Betamax o VHS que vivían sus tiempos de gloria.
En la década de los 90, posiblemente por cada diez o quince adaptaciones del cine al videojuego, teníamos con suerte una adaptación del videojuego al cine. Pero el mundo del celuloide y de los grandes estudios cinematográficos miraba de reojo al nacimiento con fuerza de una nueva forma de ocio que a cada paso se hacía más y más popular, dando la bienvenida a algunas de las películas basadas en videojuegos más famosas y a la vez casposas de la historia.
SUPER MARIO BROS
La primera adaptación de un videojuego al cine no podía ser otra que ésta, “Super Mario Bros“. En forma de una infame película pero que en el fondo como muchas tenía su pizca de gracia, Annabel Jankel y Rocky Morton (que nunca jamás volvieron a dirigir una película), fueron los encargados de dirigir esta película en el año 1993. Basada en el archifamoso videojuego de Nintendo y los personajes creados por el genio Shigeru Miyamoto, Mario (Bob Hoskins) y Luigi (John Leguizamo) serían dos fontaneros que tendrían que viajar a un mundo paralelo para salvar a la paleontóloga Deisy (Samantha Mathis) de las garras de Bowser Koopa (Dennis Hoper).
Este fue el primer claro ejemplo de una época donde los videojuegos no eran respetados por el mundo del cine. Hollywood Pictures realizó una adaptación totalmente libre del clásico de Nintendo, haciendo uso de los nombres y oficios de los dos personajes protagonistas, pero borrando de un plumazo todo lo demás que no se acercaba ni por asomo a lo que el producto original ofrecía. En un ambiente mucho más oscuro que el videojuego, que desde entonces hasta ahora tiene como denominación principal su extremo y alegre colorido, cambiando a la princesa Peach por una paleontóloga llamada Deisy, cambiando al hongo Toad por un goomba, y transformando la habilidad característica de estos personajes, los saltos, por unas botas especiales con cohetes, entre otros muchos despropósitos. Perdió 42 millones de dólares en la taquilla, considerada por Bob Hoskins como su peor trabajo, pero curiosa y misteriosamente del agrado de Shiguery Miyamoto.
DOUBLE DRAGON
Si Super Mario Bros nos pareció infame en su momento, aún no habíamos visto nada. Los mejores videojuegos del mercado seguían siendo triturados por la maquinaría del celuloide, sin respetar un ápice la calidad de los productos originales. James Yukich (quien tampoco dirigió nunca más una película) fue el encargado de dirigir en el año 1994 la adaptación del exitoso arcade de Technos Japan y distribuido en nuestro país por Taito, “Double Dragon“. Este beat´em up multijugador tendría como protagonistas en la gran pantalla a unos jovencísimos Mark Dacascos (Sólo el más fuerte) y Scott Wolf (Los jóvenes Bonnie y Clyde), como dos hermanos expertos en artes marciales que poseen la mitad de un amuleto buscado por las bandas del crimen organizado para dominar el mundo.
Nuevamente, se optó por una versión libre de la historia original, donde poco más que la presencia de los dos hermanos expertos en las artes marciales, fue respetado en la versión realizada para el mundo del celuloide. “Double Dragon” fue un auténtico desastre, un despropósito de proporciones épicas que recibió el azote de la crítica, del público y sobre todo los fans del videojuego original, que desde luego no eran pocos. Double Dragon tiene el dudoso honor de formar parte de una lista realizada en el año 2009 con las diez peores películas basadas en videojuegos.
STREET FIGHTER: LA ÚLTIMA BATALLA
Si los videojuegos además de tener éxito formaban parte del género de la lucha o de la acción, sus posibilidades de traspasar fronteras hasta llegar al mundo del cine se incrementaban en varios niveles. Las salas arcades desde el año 1991 disfrutaban de uno de los boom más importantes y más mediáticos del sector, nada más y nada menos que Street Fighter 2, el videojuego de Capcom que revolucionó el sector para siempre, un icono inigualable y un espejo donde se reflejaron decenas y decenas de productos hasta el día de hoy, donde Street Fighter sigue siendo 13 años después el rey de la lucha. Con estos ingredientes y un plantel de personajes y luchadores extremadamente carismático y variado, muy mal se tenían que hacer las cosas para fallar en la adaptación al séptimo arte.
Steven E. de Souza (sólo dirigió desde entonces una película para televisión) fue el encargado de dirigir “Street Fighter: la última batalla“, y el casting comenzó muy fuerte, ya que contaría con la presencia de un héroe de acción que sólo dos años antes había rodado “Soldado Universal”, Jean-Claude Van Damme, como el coronel Guile. Pero como no podía ser menos, Street Fighter se tradujo en otro gran desastre, que no de taquilla donde recaudó tres veces su presupuesto. La caracterización de los personajes fue nefasta, con un Sagat, un Blanka o un Ken de auténtica vergüenza ajena. Como dato curioso destacar que Raul Julia hacía las veces de villano en la película como el General M. Bison, en el que fue su último trabajo en la gran pantalla antes de su fallecimiento ese mismo año tras un fulminante ataque cardíaco.
MORTAL KOMBAT
Uno de los juegos más polémicos de principios de los noventa fue sin duda Mortal Kombat. Desarollado por Midway y publicado por Acclaim en 1992, este videojuego de lucha lanzado en salas arcade y consolas domésticas como Super Nintendo y Mega Drive, destacaba por el uso extremo por aquel entonces de la violencia, pudiendo finalizar los combates con unos movimientos brutales donde la sangre y las amputaciones eran el referente, llamados Fatality. Fue tres años después, en 1995, cuando nada más y nada menos que Paul W. S. Anderson se encargaría de dirigir la adaptación al cine de “Mortal Kombat”. El Torneo Mortal Kombat sería llevado a la gran pantalla en su décima edición, donde el malévolo brujo Shang Tsung pretendía adquirir el poder necesario para dominar al mundo si ningún luchador era capaz de vencerle.
Con Christopher Lambert como gran estrella en su reparto y con una caracterización de personajes mucho más aceptable y fiel que lo visto en Street Fighter, Mortal Kombat dio lugar a una franquicia de películas que nunca jamás conseguiría el resultado de la original, que a día de hoy es considerada como una de las mejores películas basadas en videojuegos de la historia, dejando muy muy lejos a todo lo visto en este sentido hasta ese momento. A destacar la aparición del monstruo final Goro realizado por los artesanos del estudioADI, todavía en activo. Como datos curiosos señalar que Jean-Claude Van Damme y Brandon Lee (murió justo antes en extrañas circustancias) estuvieron muy cerca de interpretar a Johnny Cage y Liu Kang, y Cameron Diaz hubiera sido Sonya Blade si no se hubiera torcido un tobillo poco antes del comienzo del rodaje.
TOMB RAIDER
En un mundo del videojuego plagado de héroes masculinos, sinónimos del hombre de acción de los 80, y protagonista absoluto de la inmensa mayoría de grandes fraquicias, Eidos Interactive decidió cortar de raíz esa costumbre y postrar como figura de su videojuego a una heroína que cambiaría el sector para siempre. En 1996 nació el videojuego Tomb Raider, y con él el personaje femenino más popular de la historia del videojuego, Lara Croft. Este producto, que resultó ser un éxito sin precedentes, con una gran cantidad de copias vendidas, y distribuido en una abrumadora variedad de formatos entre los que estaban Sony Playstation, Sega Saturn, Windows o Mac, era la oportunidad perfecta para que el universo cinematográfico lo tomara como ejemplo para aventurarse en adaptarlo pero en la forma de un auténtico blockbuster.
Lara Croft: Tomb Raider, llegó a la pantalla varios años después, concretamente en 2001 y bajo la dirección de Simon West (Los Mercenarios 2). Pero lo más llamativo de esta adaptación sería la protagonista que tendría la difícil labor de tomar el rol de la heroína Lara Croft, y no fue otra que Angelina Jolie, que el año anterior había trabajado en “60 segundos” con Nicolas Cage. En la película basada en el videojuego, el argumento se mantendría fiel al original, con Lara como una busca tesoros, experta en artes marciales, el manejo de las armas y capaz de hablar varios idiomas. “Lara Croft: Tomb Raider” no fue recibida con agrado por la crítica ni por el público en general. Pese a ser bastante justa con el producto original, falló a la hora de traducir el lenguaje del videojuego al celuloide, dando lugar a una película con pocos alicientes. Como curiosidad, el padre de Lara en la película fue el propio padre de Angelina Jolie, Jon Voight.
RESIDENT EVIL
Con la llegada de Sony Playstation, la más avanzada tecnología gráfica y sonora traería consigo una mayor madurez a la hora de crear videojuegos, con muchos de ellos siendo destinados para el público adulto. Capcom sería la encargada de la producción de “Resident Evil” un juego de “survival horror” y zombis que vino de la mente del genio Shinji Mikami. Una mansión abandonada, llena de oscuros secretos, con un virus mortal capaz de transformar a la humanidad en seres sedientos de sangre, era el lugar donde esta perturbadora historia se desarrollaría. La escasa munición, el no saber que podías encontrarte tras cada puerta, tras cada esquina, tras cada ventana, hicieron de “Resident Evil” una de las experiencias más aterradoras que nunca jamás han podido sentirse a través de un videojuego.
Este argumento perfecto para ser adaptado al cine, vino del afamado director que años atrás se encargo de la película basada en el videojuego “Mortal Kombat”, Paul W. S. Anderson, en el año 2002. Con un reparto protagonista femenino, con Milla Jovovich y Michelle Rodriguez como principales caras conocidas, esta adaptación volvió a captar la esencia del videojuego original, con el sentimiento claustrofóbico y amenazante de la obra de Shinji Mikami. El éxito de “Resident Evil” fue absoluto, con 102 millones de dólares recaudados bajo un presupuesto de 33, y dando lugar a numerosas secuelas que siguen lanzándose a día de hoy con pingües beneficios pero a veces con mediocre calidad. Como dato curioso, el célebre director de la mejor trilogía zombi de todos los tiempos (La Noche de los Muertos Vivientes, Zombi, El Día de Los Muertos), George A. Romero, fue el principal candidato para dirigir Resident Evil, pero el guión que preparó era tan sangriento y brutal que fue desechado por el estudio, y el director se negó rotundamente a realizar sobre él ningún cambio.
Estos fueron los orígenes de las películas basadas en videojuegos, que también vio el estreno de otras producciones de menor calado aún que algunas de las mencionadas, como Mortal Kombat Aniquilación en 1997, o Wing Commander en 1999, además de diversas versiones al anime japonés que superaban con creces a las adaptaciones en imagen real, como “Street Fighter II: la película de animación”, que resultó ser uno de los mejores animes de todos los tiempos. Pero todavía queda mucha tela que cortar, ya que ésto sólo es el comienzo de una fructífera relación en cantidad, que no calidad, entre el videojuego y el cine que os contaremos próximamente. ¡No te lo pierdas!