Crítica de Khumba
Cine oriundo de Sudáfrica, de la mano de Anthony Silverston, director que exhibe su primera proyección, con guión suyo y de Raffaella Delle Donne. Aquí nos presentan una película de animación, con retazos de comedia infantil. Khumba es una propuesta para toda la familia, quizás algo más aniñada en su transcurso y pasajes que otras tantas producciones de diferentes países. Existen unas cuantas películas que unen a los animales con este género, puesto que ambas cosas se complementan muy bien por la vivacidad y la alegría que transmiten sus coloridos paisajes, de tonos cálidos, variados, con la empatía o el carisma que pueden portar, si se crean correctamente, los personajes de variadas especies en este tipo de historias.
Uno de los desafíos con los que se encuentran este tipo de narraciones provenientes de naciones menos reconocidas en materia cinematográfica radica en la diferenciación, en el hecho de tratar de brindar al público algo distinto de lo que está acostumbrado a ver. Acertado resulta que tan sólo dure entre 80 y 85 minutos, puesto que lo que se cuenta hubiese perdido centro de interés al alargar el asunto aún más.
Khumba es una cebra que tiene cubierto su cuerpo hasta la mitad de rayas, mientras que la mitad restante carece de ellas. La presión de la manada incita a que nuestro protagonista emprenda camino hacia un mágico pozo de agua en el que todas las cebras obtuvieron sus líneas. Para colmo de males, hace tiempo no llueve, motivo por el que le adjudican culpa a Khumba, quien tendrá que superponerse a todas aquellas acusaciones o burlas que lo han tenido a mal traer por su particular falta de rayas.
La aventura no será tan fácil para nuestra cebra, puesto que se tendrá que topar con quien opere de villano de la historia, un leopardo tan ágil como feroz, el encargado de añadirle tensión al cuento. El ritmo es agradable, intermitente en lo que concierne al entretenimiento. Quizás se podría haber apelado un poco más a lo alegre, aprovechando sus colores, con algunos que otros elementos de humor o picardía. No falta la presencia de animales variados, como algún coyote, conejo, cabra, avestruz, entre otros, que adornan el relato por la cualidad de la que se valga cada cual.
Técnicamente Khumba no tiene nada que envidiarle a cintas de animación de productoras importantes, teniendo en cuenta la calidad con se movilizan los personajes, sus expresiones, sumado al atractivo de los paisajes, de buena y afable pigmentación.
Película amable, cordial y simpática principalmente para ver en familia, ideal para que los padres lleven a los más pequeños a la sala. Khumba no trasciende por no contribuir con nada que la haga diferenciarse del resto de lo que se ha visto en el género, pero funciona como una aventura llevadera y pasajera.
Tráiler en Español de Khumba
2.5 / 5