Crítica de Tú eres el siguiente (2011)
El hype es un arma de destrucción masiva. Ya pasó con el remake de Evil Dead y ha vuelto a pasar con la nueva película de Adam Wingard, uno de esos nuevos talentos revitalizadores del horror.
Wingard, microsagas aparte, es el responsable de una de las películas más interesantes de los últimos años, la fastuosa (e inédita por aquí) A Horrible Way To Die, un slasher que tampoco era un slasher pero que resultaba más acongojante e impactante que la película que, por fin, llega a las pantallas del mundo tras un par de años en la nevera.
Tú eres el siguiente es una comedia negra disfrazada de terror que, curiosamente, funciona mejor durante su primer tramo, cuando se nos presenta a una familia numerosa (gran acierto de Simon Barrett, colega y guionista habitual), llena de, digamos, problemas familiares. Es esa relación entre los personajes la que hace que la primera parte funcione como un tiro, dejando todo el movidote posterior en segundo lugar, a pesar del esfuerzo encomiable, y que termina por hacer un poco largo y monótono su resultado final. Tampoco queda muy claro si la historia pretende ser un slasher puro o si prefiere ser todo lo poligenérica que pueda, aunque su tono distendido se agradece.
Pero es cierto que las nuevas generaciones de espectadores no terminan de encontrar su Viernes 13 o su Scream apropiado, y eso es algo que hay que agradecer a los responsables de You’re Next, que dosifican los momentos de humor (negrísimo) con algún que otro potente hachazo a la cabeza.
Como decía al respecto de Evil Dead y de esta película, ninguna de las dos se parece a la gran obra de terror del milenio tanto como The Lords of Salem.
Pero es cierto que hay que estrenar horror en buenas condiciones, en muchas pantallas y hacer que la gente menos acostumbrada al género en cartelera se acerque, y eso también debe prevalecer.
Para lo demás ya tenemos festivales especializados.