Crítica de Guardianes de la Galaxia
Todavía sin asimilar el disgusto del asunto Edgar Wright, llega el evento cinematográfico marvelita de la temporada. Si creíamos que con Los Vengadores o con Iron Man 3 la compaía había llegado a la cima de la creatividad y la diversión, nos damos de narices con el fastuoso viaje galáctico propuesto por nuestro amado James Gunn.
Poniéndonos en antecedentes, nada hacía presagiar (de cara al gran público) el taquillazo que ha recogido ni, siendo realistas, el aspecto completamente ajeno a Marvel que luce el 90% del tiempo. Gunn es un autor, pero uno de serie b y cine pequeñito (Slither y Super son dos películas de referencia) que no termina de desenvolverse cómodamente en las secuencias de acción física, pero nada de eso importa cuando te pasas dos horas sufriendo por un mapache con problemas emocionales y un árbol robaescenas.
Con eso no digo que Chris Pratt no esté enorme, que lo está (como siempre) o que el resto del reparto se quede pequeño: sólo digo que el mapache y el árbol llevan casi toda la película a sus espaldas. Y ellos y nosotros, encantados.
Decía antes que James Gunn era un autor, uno que salió de la Troma escribiendo barbaridades y que seguirá siendo un gamberro toda la vida: aquí sale Lloyd Kaufman, el capo de la Troma, ¡¡en una peli Disney!!
En Guardianes de la Galaxia hay peleas, acción, emoción, lágrimas y hasta tacos, el detalle sin importancia que siempre pensé que no incluirían en el corte final. Pero sobre todo hay humor, humor sano y jovial, alegría y un mensaje de amistad que culmina con uno de los planos más bonitos que recuerdo haber visto en mucho tiempo.
El prólogo de la película, el más duro y emocional que ha dado Marvel, no viene precedido por el logotipo de los cómics: es tan directo y doloroso que los chicos de Feige se esperan a que termine para colocarlo (es nuevo y luce radiante en 3D) y empezar la fiesta. Porque esto es una fiesta y, como tal, está llena de música. Música especial para un tipo especial que vive una gran aventura espacial.
No, ahora en serio, no estábamos preparados para algo tan GUAY. Guardianes de la Galaxia es la película del verano… y del año.
PD: Detallazo postcréditos.
5 / 5