Crítica de Comanchería

• Miguel Ángel Pizarro Da Costa
• >Categorías: Crítica, Mejor Película
• 5 enero, 2017

El wéstern en un género que lleva ya tiempo con propuestas que no logran despegar del todo, cierto es que se han visto producciones decentes como ‘Deuda de honor’ o ‘En defensa propia’. Sin embargo, ninguna ha logrado tener ese aroma de producción potente hasta que llegó ‘Comanchería’, el debut norteamericano del realizador británico David Mackenzie, nominada a tres Globos de Oro, considerada de una de las diez mejores películas del 2016 por la National Board of Review y la American Film Institute y que fue presentada en la sección Una Cierta Mirada del 69º Festival de Cannes.

Un brutal thriller con aroma de wéstern clásico

Toby Howard es un hombre de mediana edad divorciado y que está a punto de perder la casa familiar en la que han vivido varias de sus anteriores generaciones. Con la ayuda de Tanner, su hermano recién salido de la cárcel, deciden atracar las sucursales del banco al que le tienen que pagar la hipoteca. Evidentemente, tras este magníficamente ejecutado plan estará un sagaz policía, el agente Marcus Hamilton que, junto con su compañero Alberto Parker, investigarán el caso y seguirán la pista de estos dos hermanos.

Mackenzie trae la esencia original del wéstern, el de ser un retrato de una sociedad decadente en un ambiente salvaje y hostil. En ‘Comanchería’, título internacional de ‘Hell or High Water’ (algo así como la expresión “contra viento y marea”), Mackenzie y el guionista Taylor Sheridan, responsable de la brutal ‘Sicario’, hacen una radiografía de lo profundo de Estados Unidos actual, de aquellos ciudadanos víctimas de un sistema corrupto que les ha exprimido hasta su última exhalación, aquella sociedad del medio oeste abandonada a su suerte.

Magnífica dirección y un guion soberbio

Con esa premisa, Mackenzie firma una película con un mensaje directo, sin detenerse en absurdos discursos moralistas o reivindicativos creando un wéstern clásico en la forma pero muy actual en su fondo. Se trata del mejor largometraje dirigido por el cineasta escocés, que en su filmografía tiene títulos interesantes como ‘Convicto (Starred Up)’ y ‘Young Adam’. Todo ello en parte por su guionista, con sólo dos filmes, Sheridan parece confirmarse como uno de los narradores más interesantes del cine independiente estadounidense actual, gracias a su capacidad de hablar sin rodeos del presente norteamericano de manera concisa y soberbia.

Junto a una magnífica dirección y una espléndida labor de guion hay detrás un cuarteto de actores magistrales. El que deslumbra sobre los demás es un exquisito Jeff Bridges, que demuestra estar hecho para este género, con el que sobresalió recientemente en títulos como ‘Valor de ley’ y ‘Corazón rebelde’. Junto a él dos hermanos, Ben Foster y Chris Pine, reconvertidos en unos modernos Caín y Abel que deben unir sus fuerzas para hacer su propia justicia. Mención especial para una extraordinaria y árida fotografía, obra de Giles Nuttgens y que ya trabajó anteriormente con Mackenzie, y una estupenda banda sonora, compuesta por Nick Cave y Warren Ellis, que juntos destacaron en trabajos como ‘Sin ley’ o ‘Lejos de los hombres’.

Interpretaciones magistrales y una estupenda banda sonora

Hecha con árida sobriedad, estilo elegante y un mensaje crudo y directo, ‘Comanchería’ es uno de los mejores filmes con el que el 2016 se pudo despedir. Un wéstern social magníficamente realizado con ciertos toques de acción que sirve para confirmar la consagración de dos grandes genios que, muy seguro, seguirán dando que hablar en sus siguientes largometrajes. Una reinvención del género fascinante.