Crítica de Capitán Phillips (2013)
Paul Greengrass es un seguro de vida, lo que nos hace saber desde un principio que aunque subamos a este intrínseco y problemático viaje sobre el mar lleno de intensa carga dramática, no moriremos dormidos en nuestros asientos en el intento.
“Capitán Phillips” es otro de esos eventos de temporada, causante de grandes expectativas y de los que llevas tanto tiempo escuchando que cuando llegan parece que estás revisionando un clásico de los 70. El secuestro en alta mar del barco Alakrana en el año 2009, será aquí la premisa principal, pero de una forma más voraz e implacable, con un Tom Hanks inmerso en más problemas que en “Apolo XIII” o “Socios y Sabuesos”.
Greengrass nos muestra estos “irreales hechos reales” en forma de descorazonador thriller psicológico. Incidimos en lo de irreales, ya que estamos ante una dramatización bastante lejana de los hechos acontecidos en 2009, con meras reminiscencias. La labor técnica es encomiable, con una fotografía impecable y una ágil edición de planos que consigue llenar a la película de dinamismo y vértigo visual como si de una película de acción se tratase. El sentimiento de claustrofobia nos ahogará a cada plano pese a disponer del infinito firmamento del mar frente a nosotros, cortándonos la respiración y usando con recurrencia la bolsa de palomitas como botella de oxígeno.
Mucho se ha hablado sobre la vuelta de Tom Hanks, pero el Hanks actor que todos conocemos siempre ha estado ahí, lo que si pareció marcharse fue su criterio a la hora de elegir sus trabajos. Tras no recibir el Oscar por su inmensa actuación en “Naufrago”, comenzó una espiral en declive con una gran cantidad de trabajos lamentables, elevados a la cúspide con su sumisión al mainstream y blockbuster más populista en “Ángeles y Demonios” y “El Código Da Vinci” tan de usar y tirar como los propios libros de Dan Brown.
Tom Hanks nos da una nueva “master class” de interpretación como capitán del MV Maersk Alabama, desnudándose la piel a tiras y mostrándose a corazón abierto desde el principio al final de su tormentoso viaje. Le veremos en un papel con tanta carga emocional e intensidad como en “Philadelphia”, sin excesos e imposible de no empatizar. Pero realmente esto no es ninguna sorpresa, y no hay héroe destacable sin un alter ego a la altura, y aquí es donde aparece Barkhad Abdi, como Muse, villano de la función. Barkhad nos brinda un papel con muchos más matices de los esperados, con un alma oscura y una presencia impactante, pero con una carga sensible y moral que le otorga cierto grado de humanidad, lo que nos aterroriza aún más.
“Capitán Phillips” funciona como una bomba de relojería que va de menos a más, explotando por todo lo alto en sus últimos veinte minutos de metraje no aptos para cardíacos. Todo esto también posibilitado por un elaborado trabajo de guion de Billy Ray (“La sombra del poder”), donde cada personaje tendrá sus propias consecuencias y que nos otorga algunos de los momentos más emocionantes en la carrera de Tom Hanks.
Una compleja película ejecutada con precisión por Paul Greengrass, donde todos sus aspectos se engranan y funcionan como un reloj suizo, con Hanks y Abdi como agujas maestras. No aporta nada nuevo y posiblemente tenga un primer gran visionado sin merecer un segundo, pero la carrera a los Oscars es lo que tiene ¿Alguien ha visto dos veces “The Artist” o “En Tierra Hostil” y vive para contarlo?