Análisis The Walking Dead Temporada 4 capítulo 13 “Alone”

Os traemos ya para los fans de la serie más pletórica en tamaño de audiencia de los últimos años, el análisis del capítulo 13 de la cuarta temporada de The Walking Dead “Alone” (Solo). Tenemos que reconocer que esta segunda parte de la cuarta temporada no ha empezado con buen pie o por lo menos con las emociones que todos nos prometíamos tras el clímax absoluto y brutal del episodio 4×8 “Too Far Gone“, y que dio el cierre a la primera parte dejándonos a todos con la boca abierta y el corazón en un puño. Los supervivientes dispersos en varios grupos afrontan la supervivencia bajo situaciones límite, pero los episodios vistos hasta ahora se enfocan en gran medida a contarnos las historias y el pasado que van más allá de estos supervivientes y que hasta ahora desconocíamos.

Pese a no carecer de interés y sirviendo este recurso para profundizar y formar mejor la silueta de muchos de los personajes protagonistas como Michonne (Danai Gurira) o Daryl (Norman Reedus), estas explicaciones se traducen también en una bajada de ritmo notoria en los diferentes episodios, llegando casi al coma absoluto en el anterior capítulo 4×12 “Still” (Destilería). Os avisamos desde ya que los “Spoilers” serán totalmente recurrentes aquí, así que corre veloz como un galgo a ver este interesante episodio y luego vívelo a través de nuestras palabras y nuestras conclusiones y valoraciones.

No os adelantamos nada, pero este nuevo capítulo de The Walking Dead, pese a focalizarse también en el desarrollo de personajes casi olvidados hasta ahora como Bob Stookey (Larry Gilliard Jr.), Sasha (Sonequa Martin), abre nuevas vertientes alternativas que darán mucho juego y mucho que hablar en el devenir de la serie. Se abre la veda a nuevos misterios, inciertos futuros, y a su vez se comienzan a confirmar los caminos que pronto verán de nuevo la unión del núcleo central de supervivientes. Las emociones están a flor de piel, y The Walking Dead comienza a parecerse un poco más a esa serie llena de intensidad y de carisma que nos enamoró. A falta ya sólo de tres capítulos para el final de la cuarta temporada de The Walking Dead, este capítulo 4×13 sirve como nexo esperanzador a un final que prevemos apoteósico y desgarrador.

Comenzamos este episodio 13 de la cuarta temporada de The Walking Dead “Alone” (Solo) con la solitaria figura de Bob. Desconsolado, con un machete en mano, barba de barios días y ropa desaliñada, este doctor amante de todo lo que rime con la palabra “alcohol”, se nos muestra en los momentos justo antes de ser divisado e invitado a formar parte del grupo de supervivientes de la prisión cuando era un lugar seguro. En su camino, vemos a Bob enfrentarse con hordas de zombis hambrientos, e incluso escondiéndose de ellos subido en el techo de un gran camión.

Sin aparente miedo a la muerte y con la sensación de haberlo perdido todo a su paso y con pocos motivos por los que seguir luchando, un coche y una Harley Davidson aparecerán frente a él. Daryl y Glenn (Steven Yeun), le apuntarán con sus armas y tras las preguntas de rigor, “¿Cuántos caminantes has matado? y ¿Cuántas personas has matado?, él responderá que varias docenas a la primera pregunta y que sólo había dado muerte a una persona viva “porque ella se lo pidió”. Sus respuestas convencerán a Daryl y Glenn que le llevarán a la prisión bajo la sonrisa de un reconfortado Bob. El futuro ya todos sabemos como fue…

Tras este vídeo introductorio, pasaremos a la prometedora escena que nos mostraron los avances facilitados por la AMC, con Bob, Sasha y Maggie (Lauren Cohan) bajo una profunda niebla y asediados por un incontable número de muertos vivientes que pondrán sus vidas al límite. Con muy pocas balas y con armas cuerpo a cuerpo de poca fiabilidad, Bob y Maggie ven pasar la muerte por sus ojos, uno por ser mordido justo en una venda y la otra al ser arrollada por un zombi, quedando éste a escasos milímetros de su cuello. Ambos serán salvados por Sasha, una superviviente que ha demostrado su valía desde su primera aparición en la serie, una auténtica luchadora que tras superar una gripe mortal y el asalto a la prisión por el Gobernador y su grupo, demuestra que aún le queda cuerda para rato y esperemos que así sea durante mucho tiempo más.

Tras ésto, volveremos a reunirnos con la pareja protagonista del episodio 12 de la cuarta temporada de The Walking Dead “Still” (Destilería), Beth (Emily Kinney) y Daryl. Ella será esta vez la que aparezca armada con la ballesta, uno de los iconos más emblemáticos de la serie de “Los Muertos Vivientes” junto con el revolver de Rick (Andrew Lincoln) o la katana de Michonne. Daryl le enseña como identificar las huellas y los restos que encuentran a su camino, a la vez que le muestra como hacer uso del arma cuyas flechas han aniquilado a centenares de zombis hasta el momento, pero no todo será color de rosas. Ante la presencia de un caminante, Beth se acercará para darle muerte y probar su precisión con la ballesta. Para su infortunio una trampa de animales le apresará el tobillo y quedará tendida en el suelo. Por suerte tiene a su lado a uno de los supervivientes más rudos y más eficaces de todos los habidos y por haber en el universo de “The Walking Dead”, machacando al caminante y salvando a la joven que a partir de ahora tendrá dificultades extra a la hora de moverse tras la lesión de su tobillo.

A posterior, y tras dejar una efímera secuencia con Bob, Sasha y Maggie, que verán como la brújula que les orientaba ha quedado destrozada en el asalto zombi, pasaremos de nuevo a Beth y Daryl, que se toparán en su camino con un abandonado cementerio. La joven debido a sus problemas para poder andar le pedirá un momento de descanso a Daryl. Éste sin comerlo ni beberlo no sólo decidirá seguir hacia delante, sino que lo hará llevando a la chica en borricate, en una divertida secuencia que sigue mostrándonos que la afectividad entre esta pareja de supervivientes va en continuo aumento. Tras fijar sus miradas en una tumba cuya nomenclatura reza “querido padre”, ella se emocionará y durante varios segundos, Beth y Daryl agarrarán sus manos en una situación que parece incomodar o avergonzar un poco al aguerrido superviviente.

Seguidamente, estaremos de nuevo con Bob, Sasha y Maggie que en su camino también se encontrarán con uno de los múltiples carteles que dirigen al Santuario, ese lugar donde aparentemente los supervivientes que llegan sobreviven. La idea que atrae gratamente a Maggie bajo la idea de poder encontrar allí a Gleen, parece crear cierto sinsabor a Sasha. Inexplicablemente la superviviente no ve con buenos ojos seguir el camino, ante los peligros que acecharán, aunque finalmente y a regañadientes decidirá no abandonar este pequeño grupo ante la insistencia también de Bob, con el que parece tener una más que importante afinidad.

En su camino, Daryl y Beth encontrarán una casa que se muestra como una prometedora opción de supervivencia. En su interior parece habitar una familia de Tanopractores, ya que varios difuntos maquillados y con arregladas vestimentas, aparecerán en el lugar en ataúd o en un pequeño deposito de cadáveres en el sótano. Beth verá dicha práctica como algo bonito y optimista, ya que verá en el acto la intención de varias personas por dignificar la muerte pese al apocalíptico mundo zombi que se ha desencadenado. De nuevo en el grupo de Bob, Sasha y Maggie, veremos a los dos primeros conversar mientras que la tercera ha marchado en busca de leña. Sasha intentará convencer a Bob para un cambio de planes, y optar por encontrar un piso alto y seguro donde resguardarse y desechar la idea del Santuario. Ella afirmará que quizás seguir a Maggie no sea buena idea, porque Glenn ya podría estar muerto. Pese a todo, Bob seguirá en sus trece y la opción de dispersar el grupo no le convencerá lo más mínimo.

Beth y Daryl seguirán su idilio con la felicidad, ya que en la aparente casa segura encontrarán también una gran cantidad de alimentos y víveres, pero Daryl optará por coger solamente lo necesario, ya que la falta de polvo o suciedad en los enseres es síntoma de que en ese emplazamiento puede estar viviendo alguien en la actualidad. Pasarán a una sala anexa que tendrá un piano y donde la joven volverá a mostrar sus dotes para el canto (la actriz prepara el lanzamiento de un disco en la actualidad), y Daryl la acompañará en otra curiosa escena donde el superviviente decidirá que el interior del ataúd es el mejor sitio de descanso que ha encontrado en meses.

A la mañana siguiente, Bob y Sasha se encontrarán con que Maggie ha decidido marchar en solitario, y aunque Sasha intente de nuevo la ocasión para cambiar de parecer a Bob no lo conseguirá y decidirán marchar en su búsqueda. Maggie seguirá el camino guiada por el mapa del Santuario, pero una caminante se cruzará en su camino, aunque la superviviente le clavará un cuchillo en su cerebro y posteriormente la abrirá en canal hasta destriparla. Su intención será usar la sangre de sus vísceras para dejar mensajes a Glenn en su travesía, mensajes que también captarán a su vez Bob y Sasha. Ambos pasarán la noche juntos, hablando de sus miedos, de la posibilidad de que a Sasha le pare el miedo de saber que Tyreese (Chad Coleman) podría estar muerto, y la dificultad para dormir de ambos. No sin por supuesto, el flirteo correspondiente por parte de Bob.

Por su parte, Daryl y Beth se encontrarán comiendo tranquilamente a la luz de las velas. Daryl decidirá que quizás lo mejor sea quedarse en esa casa a la espera de que lleguen sus habitantes, para intentar llegar a un acuerdo y que sea una opción para convertirse en un lugar donde sobrevivir. Un ruido les pondrá en alerta, pero pensarán que es un perro que anteriormente les hizo una visita. Para su desgracia esta vez no será el afable can, sino que una inmensa horda de zombis entrarán incontrolable e implacablemente en la vivienda, arrasando todo a su paso. Daryl le exigirá a Beth que huya mientras él hace lo que puede con el grupo de muertos vivientes, prometiendole que la verá fuera. Viviremos una de las escenas más espectaculares de toda la cuarta temporada de The Walking Dead, con Daryl enfrentándose como un auténtico héroe a los infectados, usando su ballesta, sus flechas e incluso los elementos quirúrgicos del depósito de cadáveres.

Pero ésto no será lo peor, tras escapar milagrosamente del peligro, Daryl se encontrará a las afueras de la casa con el momento más desconcertante e impactante del capitulo 13 de la cuarta temporada de The Walking Dead “Alone” (Solo). Un misterioso coche con una cruz dibujada en uno de sus cristales se ha llevado secuestrada a la joven. Daryl correrá tras él hasta el amanecer pero ya será misión imposible.

Finalmente, Bob y Sasha decidirán seguir sus caminos en solitario, pero antes se despedirán con un intenso beso, hasta cierto punto inesperado. Es verdad que el feeling entre ambos era más que evidente, pero su eclosión tan directa y rápida nos sorprende, pero a la vez nos gusta. Sasha optará por la parte alta de un edificio cercano, aunque pronto las lagrimas comenzarán a aparecer por sus mejillas tras encontrarse sola por primera vez quizás desde que todo este apocalipsis zombi aconteció. Pero las sorpresas para ella no se acabarán aquí, ya que tras mirar por la ventana se encontrará a Maggie tumbada en el suelo rodeada de zombis, con el infortunio que la ventana de cristal se soltará y caerá al suelo, armando un enorme ruido que levantará de su letargo a una nueva horda de caminantes.

Sasha bajará a toda velocidad y junto a Maggie que estará armada con una señal de tráfico, harán pedazos a todos y cada uno de los muertos vivientes, demostrando una vez más que las mujeres tienen mucha garra y mucho que decir en The Walking Dead. Maggie le contará que escuchó la conversación en la que Sasha declaraba que Glenn estaría muerto, y que ella se niega a rendirse, pero que a su vez quería volver a reunirse con ella y con Bob porque sin los tres juntos nada podrá ser posible, necesitándose entre ellos para poder sobrevivir.

A Daryl, por su parte, le seguirán lloviendo los enanos, y en otro impactante momento con altas dosis de tensión, los asaltantes que pusieron en peligro la vida de Rick, Carol y Michonne en el capítulo 11 de la cuarta temporada “Claimed”, se encontrarán de bruces con él. Estos peligrosos supervivientes armados hasta los dientes apuntarán al unísono con sus armas a Daryl, golpeando éste al que parece ser el líder del grupo. Por fortuna, el acto valiente de Daryl impresionará al ahora llamado Joe, que le invitará unirse a su grupo de bandoleros, y Daryl aceptará el trato.

Lo último que veremos en este capítulo 13 de la cuarta temporada de The Walking Dead será a Bob, Maggie y Sasha rencontrarse de nuevo y seguir el camino hacia el Santuario, finalizando el episodio con Gleen que por fortuna para Maggie, también parece haberse dado de bruces con uno de esos carteles señalando un idílico lugar de supervivencia.

CONCLUSIÓN

Aún la eclosión en intensidad no ha ocurrido, pero desde luego este episodio 4×13 de The Walking Dead es un punto y aparte con lo anterior. Hemos vivido momentos de tensión al límite, sorpresas totalmente inesperadas, momentos absolutamente enigmáticos y llenos de misterio, y hemos vuelto a vivir el horror de este perturbador apolipsis zombi que ya es toda una droga para los espectadores. La relación entre Daryl y Beth que todo hacía indicar que se afianzaría definitivamente en este episodio, pasa de nuevo a un punto muerto. Se abre una puerta a lo desconocido con ese lúgubre y tétrico vehículo con una cruz dibujada en su cristal trasera, y que ha secuestrado a Beth por motivos que por ahora desconocemos, pero que os aseguramos que muy pronto os pondrán la piel de gallina, con situaciones nunca vistas hasta ahora en The Walking Dead.

Por otra parte, se abre la incógnita de como transcurrirán los derroteros con Daryl y el grupo de peligrosos bandoleros. Probablemente Daryl les utilice para buscar a la desaparecida Beth, pero lo difícil será posteriormente poder huir de ellos con vida, siendo un número muy numeroso, armado y aparentemente experto en el combate. Como tercer punto de interés en este episodio 13 de la cuarta temporada de The Walking Dead “Alone” (Solo), tenemos la novedosa relación de amor y flirteo entre Bob y Sasha. Reconocemos que pese a lo empalagoso de las relaciones mostradas hasta ahora con Maggie y Gleen y el comienzo visto por Daryl y Beth, la posible pareja Bob y Sasha ha demostrado en cinco minutos mucho más carisma que las antes mencionadas durante capítulos enteros, y podríamos vivir momentos muy divertidos a partir de ahora que consigan aliviar la tensión general.

Queda muy poco para que finalice la cuarta temporada de The Walking Dead, sólo quedan tres episodios y aún queda mucho por descubrir. Pronto muchos de los diversos supervivientes se encontrarán de nuevo, como ya hemos visto en “Alone” ya son muchos los que se dirigen al misterioso enclave “el Santuario“, pero otros como Daryl y Beth quizás nunca lleguen allí o posiblemente ni siquiera permanezcan con vida para contarlo. Y tras todo ésto, una nueva amenaza en ciernes que ya mira de reojo al universo “The Walking Dead”, el villano que sustituirá al Gobernador (David Morrissey) aparecerá pronto, dejando al mencionado como una hermanita de la caridad y demostrando que los límites de la maldad aún están muy lejos de tocar techo en “Los Muertos Vivientes”.

Os esperamos pronto con el avance del capítulo 14 de la cuarta temporada de The Walking Dead “The Grove”.

VALORACIÓN FINAL: 8,5