Velvet Temporada 3 Capítulo 8 Análisis: “Día y noche”

Velvet continúa en racha y, una semana más, vuelve a ser lo más visto de la noche de los jueves, demostrando que tiene muy buenos seguidores que le acompañan en cada episodio. Si al final del capítulo de la semana pasada Ana regresaba a las galerías después de pasar un día entero sin dar señales de vida, esta semana las cosas no volverán a ser como antes en las galerías Velvet.

En octavo episodio de la tercera temporada de Velvet titulado “Día y noche”, Ana vuelve con las ideas claras y con malas noticias para Alberto. Por su parte, tras descubrir la verdad sobre su padre, Lucía tomará una decisión inesperada. Además, Velvet mostrará al público su nueva colección, pero la fiesta de presentación no saldrá como esperaban. Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!

Otra ruptura más

Ana vuelve a casa después de estar un día a solas pensando y dándole vueltas a su relación con Alberto. Tras tener a todo el mundo en vilo y tras mucho meditar, la diseñadora ha decidido dar por zanjada su historia con Alberto. Ambos se aman pero Ana no es capaz de perdonarle que le haya ocultado su encuentro son Sara. Alberto no la comprende pero no tiene más remedio que aceptar su decisión.

Mientras tanto, Lucía le pide a doña Blanca que le deje quedarse en las galerías porque se ha marchado de casa y no tiene a quién acudir. Por su parte, Víctor le confiesa a Cristina que sabe que está embarazada y que piensa encargarse del bebé pero rápidamente Cristina le para los pies y le explica que el niño es de Alberto. Y Mateo le confiesa a Clara que si llega a ser ella la que desaparece se hubiera muerto porque está perdidamente enamorado y ambos se funden en un apasionado beso.

Varios meses después…

Tras varios meses de trabajo la colección de Phillipe Ray y Raúl De la Riva está casi lista para ser presentada en un espectacular desfile en el que todos están trabajando a destajo para que salga perfecto. Pero durante todo ese tiempo, han pasado muchas más cosas, entre otras, Valentín Alcocer le ha pedido matrimonio ha Patricia y la joven ha aceptado sin dudarlo, aunque siga viéndose a escondidas con Jonás.

El amor ha vuelto a triunfar y Bárbara y Enrique vuelven a estar juntos, aunque sin duda los intereses de ella son totalmente distintos a los de él. ¿Durarán para siempre o volverán a romper? Por su parte, don Emilio continúa con sus clases de baile y estrechando su relación con la profesora. Y Rita está preocupada porque no consigue quedarse embarazada.

Viendo que su amigo está muy deprimido porque no consigue olvidarse de Ana ya que tiene que seguir trabajando con ella, Mateo invita a Alberto a cenar a casa pero cuando llegan se encuentran con Clara vestida de cocinera sexy para sorprender a su chico. Finalmente la cita termina siendo una cena entre amigos pero Clara y Mateo logran disfrutar de un apasionado momento a solas.

Humillación

Con el paso del tiempo Cristina tiene que fingir que su embarazo está mucho más avanzado de lo que en realidad está. No obstante, la mujer sigue adelante con su farse y se emociona cuando Alberto le dice que le acompañará al médico. Sin embargo, lo único que quería Alberto era darle los papeles de la nulidad matrimonial. Enfadada, Cristina le amenaza con destruir a Ana.

Dicho y hecho, sin perder un solo segundo, Cristina realiza una llamada telefónica a la prensa para contarles que Ana es Phillipe Ray y la amante de Alberto. A pesar del revuelo generado y que pueden perder la colección que tanto tiempo llevan planeando, Ana decide seguir adelante con el desfile, aunque eso suponga exponerse a las cámaras y a las molestas preguntas de los periodistas.

Finalmente, el trabajo de todos llega a buen puerto y el desfile sale a la perfección. Los asistentes parecen estar entusiasmados con los vestidos e incluso don Emilio le da la enhorabuena a un asombrado Pedro, su esfuerzo, aunque él crea que es un cero a la izquierda, ha sido crucial para que todo funcionara bien. Ana y Raúl están pletóricos por su éxito y no dudan en compartir la alegría con sus compañeros y amigos.

Sin embargo, cuando llega el momento de que ambos diseñadores salgan a saludar a su público, todos aplauden a De la Riva, hasta que éste presenta a Ana como Phillipe Ray y, para regocijo y de Cristina, la gente comienza a levantarse y se marchan del desfile, dejando a Ana plantada delante de todo el mundo. ¿Seguirá Ana con su sueño de ser diseñadora? ¿Se ha terminado la carrera para Ana antes de comenzar?