Velvet Temporada 3 Capítulo 2 Análisis: “Ser o no ser”
En este segundo episodio de la tercera temporada de Velvet titulado “Ser o no ser”, tras la noticia de que Cristina está embarazada, Ana y Alberto verán cómo su relación vuelve a tambalearse. Por su parte, con ayuda de Bárbara, Cristina estará dispuesta a darlo todo por ver a Alberto a su lado y lejos de Ana.
Mientras tanto, Rita y Pedro disfrutan de su recién estrenado matrimonio. Sin embargo, a la felicidad de algunos y la amargura de otros se suma la noticia de la filtración de los diseños de Raúl de la Riva, lo que podría suponer el fin de las galerías. Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!
Un golpe inesperado
Después de descubrir que Cristina está embarazada de seis semanas, Alberto y Ana tienen una conversación pendiente. Una noticia así supone un gran cambio en su relación que tan bien comenzaba a marchar después de haber superado tantos obstáculos. Tras discutir con Cristina, Alberto acaba confesando la verdad a Ana y le explica que va a ser padre, no sin antes obligarle a prometer que nada va a cambiar entre ellos dos.
Como era de esperar, Ana no se toma la noticia para nada bien y acude al consuelo de su tío. Sin embargo, Alberto lo tiene bien claro: Ana es su única prioridad y no piensa abandonarla por nada del mundo. Además, por si Ana no tenía suficiente sabiendo que su amado va a tener un hijo con otra, Alberto le comunica que Cristina va a tener un nuevo cargo en las galerías Velvet al frente de un accionariado, un nuevo plan trazado con ayuda de Bárbara para estar más cerca de su marido.
Buscando una solución
Rita y Pedro disfrutan como nunca de su recién estrenado matrimonio. Aunque la pareja acusa las constantes preguntas de sus compañeros acerca de cómo ha sido su primera noche de amor juntos, ambos prefieren aprovechar y disfrutar de la felicidad que les inunda haciendo oídos sordos a todos los comentarios.
Sin embargo, la felicidad que la pareja siente se viene abajo cuando descubren, junto a Jonás, que los modelos de Raúl de la Riva han sido filtrados. Este suceso podría llevar a la ruina a las galerías y Alberto le pide ayuda a su tío Esteban, lógicamente sin saber que ha sido él quien que robó los bocetos del diseñador.
Finalmente, Alberto recurre a Ana para rogarle que le ayude a solucionar el problema e impedir que Raúl de la Riva abandone las galerías tras presentar su renuncia. Su idea es que Ana ayude al diseñador con la próxima colección. Pero Ana no tiene ánimos para nada después de lo sucedido con Cristina, aún así, Alberto le intenta convencer para seguir haciendo cosas juntas y evitar que Cristina logre su propósito de separarles.
Por su parte, Mateo, que también vive un dulce momento junto con Clara, no sabe cómo apañárselas para echar a Bárbara y a su hija de su casa. Sabe que necesita intimidad para poder disfrutar con plenitud y tranquilamente con su Clara, pero Bárbara se ha hecho la ama y señora del piso y cada vez que intenta obligarle a marcharse, Bárbara le convence de que necesita quedarse un poco más.