Velvet Temporada 3 Capítulo 15 Análisis: “¿Vivan los novios?”
Llegamos al último capítulo de la tercera temporada de Velvet. La serie de Antena 3 protagonizada por Paula Echevarría, que interpreta a Ana Rivera, se despide hasta el próximo año con un montón de incógnitas por resolver y con el respaldo de la audiencia, lo que le ha permitido renovar por una cuarta tanda de episodios. ¿Volverá Alberto a las galerías? ¿Caerá rendida Ana a los cuidados y atenciones de Carlos? ¿Se convertirán en padres Rita y Pedro? ¿Se casarán Mateo y Clara?
En este episodio final de la tercera temporada de Velvet titulado “¿Vivan los novios?”, ha llegado el gran día, el evento del año, la boda de Mateo y Clara. Los novios se encuentran nerviosos pero las dudas de última hora harán peligrar el enlace. Además, Ana se recupera de la caída sufrida por culpa de Cristina. ¿Se encuentra su bebé en perfecto estado? ¿Conseguirá Cristina destruir a Ana? Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!
La venganza de Ana Rivera
Comenzamos el último capítulo justo donde lo dejamos la semana pasada, con Cristina huyendo de las galerías tras haber empujado a Ana por las escaleras y refugiándose en casa de Enrique y Bárbara. Está asustada y desesperada por no saber si Ana sigue con vida, esta vez ha llegado lejos pero su cuñada intenta tranquilizarla para inventar una coartada que le libre de toda culpa.
Mientras tanto, Ana ha sido hallada por su tío y doña Blanca, que rápidamente han llamado al doctor para que la examine. Afortunadamente no tiene más que algunas contusiones y el bebé se encuentra en perfecto estado. Ana ha declarado que no ha sido un accidente, sino que fue Cristina quien le empujó y está dispuesta a denunciarla, aunque la noticia pueda perjudicar la imagen de las galerías.
Antes de acudir a la policía, Ana le explica a Marco Cafiero lo ocurrido. El italiano se posiciona del lado de Ana pero le pide que le conceda 24 horas antes de poner la denuncia, quiere encargarse personalmente de alejar a Cristina de las galerías para siempre para asegurarle que estará a salvo. Marco se presenta ante Enrique para contarle lo que ha sido capaz de hacer su hermana y pedirle que haga algo o será él mismo quien tomará cartas en el asunto.
Enrique cree capaz a su hermana de haber empujado a Ana y le pide que le deje ayudarle invitándole a pasar una temporada en un balneario. Sin embargo, Cristina insiste en que todo es mentira y que Ana sólo quiere destruir su imagen. Enrique, Cristina y Bárbara acuden hasta las galerías para hablar con Ana, pero sólo consiguen que Cristina quede en evidencia intentando agredir a Ana con unas tijeras. Finalmente Cristina es trasladada en ambulancia hasta un psiquiátrico.
Las apariencias engañan
Mientras, la boda de Clara y Mateo sigue su curso. Tras la insistencia de las “madres” de Mateíto por realizar una cena de pedida, los novios no han tenido más remedio que aceptar la propuesta. A pesar de pertenecer a dos mundos completamente distintos, las cosas no parecen ir del todo mal entre la rural familia de Clara y la adinerada y estirada familia de Mateo.
Sin embargo, la inesperada presencia del padre de Mateo hace cambiar las cosas. Hace décadas les abandonó y Mateo nunca se lo ha perdonado por lo que no quiere que su padre esté presente el día más feliz de su vida. A pesar de ello, con tal de seguir con una gran mentira y guardar las apariencias de cara a la sociedad, su padre y su madre hacen caso omiso a su hijo y continúan con su falso matrimonio.
Por si la presencia de su padre era poco problema, su madre y sus tías siguen empeñadas en organizar todos los preparativos de la boda para que Mateo tenga un evento acorde a la clase social a la que pertenece. Pero lo único que consiguen es que los novios se vean saturados y siendo partícipes de una boda que no desean, aunque no son capaces de decirse que ninguno de los dos quiere casarse así y dejan que el tiempo pase hasta el enlace.
Por su parte, Raúl De la Riva está nervioso porque todavía no sabe nada del paradero de Toni, el amigo al que ayudó a escapar de España. Además, desde que ha salido de casa se siente observado y vigilado. Al llegar a las galerías unos policías le piden hablar con él. Durante el interrogatorio Raúl admite conocer a Toni pero declara que hace mucho tiempo que no sabe nada de él. Tras mentir a las autoridades. De la Riva recibe la tan ansiada llamada telefónica, Toni ha logrado cruzar la frontera y se encuentra a salvo.
5 meses después
Han pasado cinco meses de preparativos para el enlace de Mateo y Clara. Mientras las “madres” del novio se han encargado absolutamente de todo, Mateo está nervioso y angustiado porque va a vivir una boda que para nada es lo que él deseaba. Sin embargo, acepta seguir adelante porque cree que Clara sí quiere esa celebración como si de una princesa de cuento se tratase.
Mientras tanto, Clara también está agobiada por haber tenido que aceptar todo lo que sus suegras le proponía y ceder por no enojar a Mateo. Lo que Clara desconoce es que Mateo piensa exactamente igual que ella y tampoco desea la boda que todo el mundo ha planeado para ellos. Ambos querían algo mucho más sencillo e íntimo pero, al final, se han dejado llevar por la multitud y ahora tienen complicado dar un paso atrás.
En el día de la famosa y multitudinaria boda, Mateo se presenta en el altar pero con más dudas que nunca. Está cansado de sentirse como un objeto a las órdenes de sus madres en el que debería ser el día más feliz de su vida. Por su parte, Clara, que piensa igual que su chico, se niega a salir del coche pero Rita logra convencer a su hermana recordándole que lo más importante es que se va a casar con Mateo, con el hombre al que ama.
Con los dos novios delante del cura, la boda se paraliza cuando al unísono, Mateo y Clara se piden unos minutos para conversar a solas. Alejados del foco mediático, ambos se confiesan que esa no es la boda que deseaban y, despojados de sus respectivos disfraces, le ruegan al sacerdote que les case en la intimidad. Dicho y hecho, al final Clara y Mateo se convierten en marido y mujer.
Mientras los novios corren por la iglesia a vivir la vida que ellos quieran, Ana comienza a sentir molestias y se pone de parto pero no hay tiempo para llegar hasta un hospital. El padre de Mateo, que resulta ser médico, atiende a la diseñadora rodeada de sus amigos, que no dudan en mostrarle su apoyo en el nacimiento de su hijo. Sin embargo, cuando el bebé está a punto de asomar la cabeza no dejan con la duda, ¿ha sido niño o niña? Tendremos que esperar para averiguarlo…
Si la noticia de haber aprobado el examen era poca alegría para Pedro y Rita, durante el parto de Ana, el padre de Mateo descubre una mancha en el cuello de Rita, un cloasma gestacional, que es un indicio de que está embarazada. La feliz pareja no pueden creer lo que acaban de escuchar y se dejan llevar por la alegría desbordante de saber que por fin su sueño se ha hecho realidad y serán padres.
Valoración tercera temporada
Con Velvet tengo sentimientos encontrados. Es una serie que al principio no lograba engancharme y esta tercera temporada comenzó siendo bastante floja. Personalmente creo que la marcha de Alberto supuso un antes y un después no sólo en la vida de los personajes, sino en la serie en general. Desde esa supuesta muerte las tramas han recuperado algo de frescura y agilidad, consiguiendo que los capítulos fueran mucho más amenos.
Con las historias de esta temporada ha sucedido exactamente lo mismo. Dejando de lado la relación entre Ana y Alberto (que viene siendo más de lo mismo de siempre) hemos podido disfrutar de otras tramas que han ido cobrando fuerza tras la marcha de Alberto y que nos han hecho reír y llorar a partes iguales.
La improbabilidad de Rita de ser madre consiguió encogernos el corazón, su deseo de tener un hijo traspasaba la pantalla y la sublime interpretación de Cecilia Freire hizo el resto. No tenemos que olvidarnos de la comicidad que aporta junto al gran Adrián Lastra, lo que convierte a Rita y Pedro en una pareja encantadora y entrañable. Deseosos estamos de ver cómo llevarán el embarazo y cómo se desenvolverán entre pañales y biberones.
La ira de Cristina hacia Ana Rivera fue en aumento con el paso de los episodios. La mala influencia de Bárbara ayudó a incrementar la malicia de Cristina, lo que le llevó a inventar el falso embarazo para retener a Alberto y lo que provocó finalmente su locura. Con tanto rencor y maldad Cristiana se ha convertido en un personaje odioso pero sin ella Velvet no habría tenido ni la mitad de emoción. Sólo queda alabar a Manuela Velasco y a Amaia Salamanca por sus grandes interpretaciones.
Y no me quería olvidar de un par de personajes secundarios que para mí se han ganado ser mis favoritos. Por un parte, Raúl De la Riva (Asier Etxeandia es un fenónemo), su carácter cambiante y su excentricidad hacen del diseñador un ser incontrolable e impredecible. Estuvo del lado de Cristina por ser su gran amiga, pero cuando descubrió la falsedad de ésta rápidamente volvió a posicionarse del lado de Ana, con un actitud mucho más agradable. Además está su amistad con Mateo y esa extraña relación con Toni que tanta intriga ha generado. Es un personaje que aporta un toque de frescura aunque a veces llegue a rozar la locura.
Por otra parte, Patricia, si bien era parte del eje del mal, la bondad que ha demostrado tras la muerte de su hermano hacen que sea una maldad de las que gustan y los momentos cómicos junto a Valentín, especialmente esa noche de bodas, no han tenido desperdicio alguno. Ojalá en la cuarta temporada adquiera mayor protagonismo, es un personaje que podría regalarnos grandes momentos, sobre todo ahora que vuelve a interesarse por Enrique y que su marido ha recuperado su fortuna. ¿Soportará llevar una doble vida?
En la cuarta temporada de Velvet…
Según pudimos ver durante los créditos finales, la cuarta temporada de Velvet promete grandes momentos. Por un lado, Marco Cafiero seguirá imponiendo sus normas y tomará una serie de medidas que revolucionarán las galerías, generando una gran polémica al decidir que los trabajadores ya no vivirán más en las galerías. ¿Qué será de don Emilio o doña Blanca tras años de vida dedicados en cuerpo y alma a las galerías Velvet?
Por otro lado, Cristina regresará a Velvet después de haber estado un tiempo ingresada en un centro médico. No sabemos si volverá en son de paz o seguirá con su plan de venganza contra Ana Rivera, pero lo que sí podemos afirmar es que será una de las primeras en enterarse de que Alberto está vivo. ¿Confesará la falsa muerte de Alberto o continuará con la farsa? ¿Qué sucederá cuando sea el propio Alberto el que entre por la puerta de las galerías?
Además, después de tantos meses y del nacimiento del hijo (o la hija) de Ana, Carlos se volcará por completo en el cuidado de Ana y de su pequeño con la intención de ganarse el corazón de la modista y formar una familia. Las cosas van viento en popa, por fin la diseñadora Ana Rivera ha conseguido la fama mundial que merecía, ¿aceptará contraer matrimonio con el piloto? ¿Cómo reaccionará cuando vea que el padre de su hijo sigue con vida? En la próxima temporada lo descubriremos. ¡Hasta pronto!