Érase una vez Pixar, la empresa que revolucionó el cine de animación
Cada vez que se anuncia una novedad relacionada con Toy Story, niños, grandes y medios de comunicación se revolucionan. La saga de muñecos animados es una de las muchas creaciones de la empresa Pixar, originalmente un estudio especializado en animación 3D que desde 1995 está causando asombro con cada paso que da.
Fue este año el del estreno de la primera Toy Story (1995), dirigida por John Lasseter, con guión entre otros de Jossh Whedon (Los Vengadores) y con voces originales de Tom Hanks y Tim Allen. Se trataba de la primera película de animación por ordenador con distribución comercial internacional en cines y el resultado fue de una aclamación mundial tan grande que las empresas desarrolladoras de la competencia volcaron todo su interés en saber qué había sucedido, por qué Toy Story era tan impactante.
Independientemente de estudios filosóficos, sociológicos y comerciales en relación a la apabullante campaña promocional que disfrutó, lo cierto es que Pixar no dio ni un respiro y antes de que otras compañías pudiesen hacerle la más mínima sombra, en 1998 ya se estrenaba una nueva película, Bichos, una aventura en miniatura.
En esta ocasión Lasseter dirigía una producción con insectos en movimiento, las hormigas, en una entrañable aventura que gustó tanto a público como a crítica por igual en relación a la frescura en la animación y la historia presentada, alejada de los clichés propios del género.
En 1999 se estrenaba Toy Story 2, con una revisión de la historia general más centrada en las implicaciones emocionales de los muñecos y con una ligera mejora en la animación de los mismos. Además, Pixar innovó con la aplicación de partículas de polvo entre las figuras animadas, aumentando exponencialmente su realismo.
Pixar estaba imparable, con su Premio Oscar a la mejor canción original en Toy Story, la siguiente película debía ser toda una revolución. Y lo fue.
Monstruos S.A. (Monsters, Inc.) (2001) fue una muestra incuestionable de originalidad, creatividad, dominio de la animación y excelencia en la creación de guiones originales.
Ambientado en una dimensión paralela a la humana, se nos presentaba a los trabajadores Sully y Micke, encargados de asustar a los niños, la principal fuente de energía de Monstruópolis. Todo va sobre ruedas hasta que una pobre niñita entra en el mundo de los monstruos y crea el pánico entre los ciudadanos.
La animación de los monstruos sobre todo en relación a la caracterización de pelos, escamas y garras, fue efectivamente revolucionaria y la caracterización de la pequeña Boo fue más que correcta.
Los fans reclamaban cuanto antes una película por fin basada en humanos.
En lugar de ello, Pixar presentó la que es considerada su mejor producción a nivel de animación, Buscando a Nemo (2003). Andrew Stanton dirigía una historia sobre un pequeño pez payaso llamado Nemo que es pescado por humanos y llevado a la pecera de un dentista. Su padre Marvin y una compañera inesperada llamada Dory y con problemas graves de memoria a corto plazo, iniciarían la búsqueda del pequeño.
Al tratarse de animales reales, la presentación de los mismos fue apabullante. Tortugas marinas, medusas, tiburones, ballenas y todo tipo de flora y fauna marítima propia de barreras de coral fue presentada de una forma que a día de hoy no ha sido superada.
La película obtuvo un respaldo de la crítica absoluto y la campaña promocional anexa provocó reacciones contrapuestas. Unos niños salvaban a sus peces tirándolos sin sentido por desagües porque creían que acabarían en el mar, mientras otros reclamaban peces payaso en masa. Australia, país en el que se basa la película, aprovechó el tirón comercial para explotar el turismo que, desde entonces, creció a niveles nunca antes conseguidos.
Por fin en 2004 Pixar presentó una historia con humanos como protagonistas, Los Increíbles, basada en superhéroes, permitiendo así posibilidades infinitas en su presentación. Brad Bird consiguió con ella el Premio Oscar a la mejor película animada.
No obstante, la presentación de humanos no era tan realista como algunos esperaban y Pixar decidió entonces enfocarse en otra serie de protagonistas. A Los Increíbles le sucedieron Cars, Ratatouille y Wall-E. La primera iniciaba una saga basada en coches como habitantes del mundo, la segunda ponía a una rata cocinera de protagonista y la última presentaba una historia de amor entrañable entre dos robots espaciales.
Pese al éxito imparable de sus producciones, Pixar presentaba en 2009 signos de agotamiento con propuestas menos originales que la competencia, que ya apuntaba maneras con sagas como las de Shrek o Ice Age. Así es como se pensó la creación de Up, de nuevo con personas reales y presentando la historia más dramática y filosófica de la carrera del estudio. El film presentaba a un anciano viudo y a un joven explorador con una casa flotante gracias a una innumerable cantidad de globos que le permitía volar.
La crítica alabó Up hasta el punto de competir como mejor película en Los Oscar, algo que no pasaba desde La Bella y la Bestia de Walt Disney. Pero el público la acogió con sentimientos encontrados. La producción era impecable, pero la historia carecía de la acción propia del género y de la espectacularidad de otros títulos. Sin embargo, la emotividad impactante del film agradó sobremanera a muchos adultos, posibilitando su posterior expansión internacional en formato doméstico.
En 2010 y 2011 llegaban continuaciones como Toy Story 3 y Cars 2, respectivamente. La primera fue un más que predecible éxito, también con nominación a mejor película en Los Oscar, completando así la trilogía de films de animación que ha optado por ella. La segunda continuó la saga de Cars y también se asentó como una nueva franquicia de Pixar.
En 2012 Pixar lo intentaba por tercera vez con humanos en Brave, una historia sobre vikingos en la que la joven hija del jefe de la tribu quería ser una arquera en lugar de la típica esposa. El resultado fue una mezcla de fantasía y cierta reminiscencia de películas clásicas de Disney, aunque con cierto oscurantismo en la presentación de este cuento de hadas. De nuevo, ganó el premio a mejor Película Animada en Los Oscar.
En 2013 Pixar se volcó en la mejor creación en formato 3D hasta la fecha, Monstruos University, una precuela de Monstruos Inc. en la que conocíamos a los protagonistas en su época de Universidad.
La película obtuvo la aprobación de los críticos y el aplauso del público, aunque no se reconocía como la mejor creación de la compañía, pues no presentaba novedades ni mejoras sustanciales ni en animación ni en guión, descontando el avance de tecnología 3D.
Tras casi 20 años de películas que han revolucionando el cine de animación, Pixar ha demostrado su gran capacidad de creación de realidad animada con ordenador y, aunque sigue explotando nuevas posibilidades, sus franquicias más asentadas son las más queridas por el público. Por esa razón, de todos los proyectos anunciados es Buscando a Dory, la secuela de Buscando a Nemo, el más deseado por parte del público, aunque habrá que esperar hasta 2016 para disfrutar de ella.