Person of Interest Temporada 4 Capítulo 18 Recap: Skip
Lo bueno de series como Person of Interest es que pasan los episodios y cada vez la cosa se complica más, las historias son más rebuscadas y la trama se enreda sobre sí misma. Lo malo de series como Person of Interest es exactamente lo mismo. Si después del capítulo anterior parecía que la serie empezaba a vagar un poco a la deriva y no avanzaba, en esta nueva entrega, sin duda, lo corrobora. Pero con un matiz muy interesante. Bueno, más de uno. ¡Alerta spoiler!
Frankie
Intentaré explicar TODO lo que pasa en este episodio lo mejor que pueda. El capítulo empieza en una sala de juego ilegal. Allí se encuentra Reese, que hace como que juega mientras vigila a Frankie Wells, la persona de interés de este episodio. Frankie hace las funciones de anfitriona en el lugar, aunque no parece que demasiado bien, pues la lía al manchar a Ray, su jefe. Ambos se dirigen a una sala a parte y es entonces cuando Wells empieza a propinarle una paliza a Ray.
John, que lo ve todo, se dirige a la sala para “ayudar” a Frankie, pues piensa que está en peligro. Sin embargo, la mujer se está divirtiendo de lo lindo y le asegura que Ray es suyo, mientras intenta tumbar también a Reese. Pronto aparecen unos señores armados para ver de qué tanto revuelo y Frankie consigue escapar, dejando a Ray medio inconsciente. John, que está allí plantado, les asegura a los señores que es policía, pero cuando intenta sacar la placa no la encuentra. Wells se la ha robado. Eso sí, él tiene su móvil, que se le había caído.
Cuando, junto a Fusco, John investiga el contenido del teléfono, descubren que la mujer estaba un poco obsesionada con Ray. Tiene fotos suyas y averiguan que quería secuestrarle: le espiaba, le seguía y, por suerte para el hombre, cuando Frankie le atacó John estaba allí.
Bridges
Un protagonista muy importante esta semana es Finch. Ha quedado para tomar café con una mujer, y Root enseguida adivina que se trata de alguien importante en un ámbito más “personal”. Se trata de Bridges, aquella mujer que capítulos atrás en un viaje Harold conoció y consiguió meter en su portátil un virus que iba a terminar en y con Samaritan. ¿Se acuerdan? Un capítulo muy bueno que pueden recordar en su recap.
Cuando Harold llega al café, antes de tiempo, pilla precisamente a Bridges hablando por su ordenador con los malos (el equipo de Greer). Le cuenta que están a punto de incluir su algoritmo, solo tiene que enviarlo. Finch se da cuenta de que su plan puede salir bien: cuando envíe el algoritmo, también lo hará su virus, y desde dentro podrán terminar con Samaritan.
Pero hay una complicación: para activar el troyano, tiene que estar cerca del portátil y pulsar un interruptor. Su solución es proponerle una cena, para celebrar su nuevo éxito. Sin embargo, algo extraño ocurre: la Máquina marca a Bridges como nuevo número. Después de su encuentro con Finch, la mujer está en peligro.
Las razones no son importantes
La relación tumultuosa de Reese con su terapeuta, Iris, parece tensa. En comisaría se saludan, fríamente, y la mujer le cuenta que es mejor que terminen con sus sesiones de terapia y vea a otro doctor. John, extrañado, pregunta si tiene la culpa. O algo que le haya contado de su pasado que haya traumatizado hasta a ella. “Las razones no son importantes”. Y se marcha.
Frankie hace acto de presencia en un bar, enseña la placa de John y se hace pasar por él. Poco le dura el plan, pues Reese la está esperando y la detiene. Es entonces cuando dice la verdad: se trata de una cazarecompensas y va detrás de Ray. Cuando salen del bar, ¡bingo! Ray aparece y tiene que salir corriendo. Ambos salen detrás de él, pero un coche conducido por una mujer, Athena, le recoge y logra escapar.
John reconoce a Athena. Y nosotros. Y ella a él. No se llama Athena, se trata de Harper. ¿Se acuerdan? La chica que episodios atrás vendía droga. Capítulo Blunt, con su respectivo recap también. Tampoco puede que se llame Harper, recordemos que tenía muchos nombres. Por culpa de ella, y sobre todo por culpa de John, Frankie perderá un dineral si Ray –le buscan por el tema del juego ilegal- se le escapa. Aunque Reese le cuenta que está en grave peligro, a la mujer le da bastante igual (sabe cómo defenderse). Eso sí, por ahora John es su mejor baza para dar con él.
Fuera de lugar
Harold tiene sentimientos hacia Bridges, desde su primer encuentro. Ya lo notamos nosotros. Muy preocupado por el comportamiento de la Máquina hacia ella, teme que esté en peligro y le pide ayuda a Root. La mujer, como siempre, se presta a hacer todo lo que esté en su mano por ayudar. Y lo dice en serio, vaya si lo dice en serio. Deciden seguir a la mujer a todas partes, pero lo único interesante es una riña con el que parece su ex marido. Eso sí, cuando llegan al despacho de Harold todo está fuera de lugar: alguien ha estado buscando algo. Todo apunta al ex.
Frankie y John van a ver a Harper. Le preguntan dónde está, pero Ray está a la espera de una documentación falsa para salir del país, y asegura que ella no lo sabe; se lo diría a ella cuando estuviese todo listo. Les recomienda que la dejen en paz y vayan a buscar a Carlton Worthy, un tipo malo que en estos momentos no sé quién es, sinceramente.
Como –ambos, además- tienen pinchado los teléfonos de la chica, consiguen descubrir que va a entregarle la documentación falsa a Ray. Siguen su coche, pero de repente éste es interceptado por una furgoneta y tiene lugar un tiroteo. Se trata de los hombres de Carlton, que buscan a Ray. Lástima que Harper es muy lista y no iba en su coche. Eso sí, terminan capturando a John y Frankie.
Amenaza
Los dos aparecen esposados detrás del mostrador de una carnicería. Best lugar para despertarse ever. Resulta que Worthy busca a Ray porque le ha robado dinero y lo ve como una falta flagrante de integridad por su parte. Le dice a Reese que tiene 10 minutos para convencer a Frankie para que cuente dónde puede estar Ray, o ambos morirán.
Obviamente, después de muchos esfuerzos, consiguen liberarse y noquear a los hombres de Carlton que iban a por ellos. Les encierran en la cámara frigorífica, se besan y Frankie deja allí esposado a John. Le asegura que esto es algo que tiene que hacer ella sola. Y le deja allí. Al menos se ha llevado el beso.
Ahora sucede una de las cosas más locas que he visto yo en esta serie. Aún lo estoy asimilando. Root se despide de Harold, hay algo que tiene que hacer. Pero Finch, que es más listo que todo, la sigue. Y ambos terminan en la habitación de hotel donde se hospeda Bridges. Obviamente, Finch le pregunta qué hace allí. Pronto se da cuenta y la propia mujer se lo confirma: la amenaza de Bridges es la propia Root, va a matarla. (WTF).
No sufrirá
Fue Root la que puso patas arriba la oficina de Finch. Pero cuidado, porque todo esto tiene su lógica. Cuando Bridges mande su algoritmo y éste se implante en Samaritan, el virus acabará con el sistema, y entonces la gente de Greer investigará, dará con Harold y le matarán. El plan genial al respecto de Root es cargarse a Bridges, y asunto zanjado. Eso sí, lo hará por medio de una neurotoxina y le asegura a Finch que la mujer no sufrirá. Es un consuelo.
John y Fusco descubren que hay mucho más allá detrás de Ray. Resulta que el hombre mató al contable de Worthy y le robó dinero. Pero es que, además, ese contable era un tal Deacon que, sorpresa, era hermano de Frankie. Así que la mujer no solo va contra Ray por algo personal sino que está dispuesta a cargárselo si hace falta.
Vemos como Harper aparece en el escondite de Ray con su documentación falsa. Cuando a Ray le pide el dinero por el trabajo, éste le da a cambio un pen drive con toda la información de la banda de Worthy, sus transacciones y clientes. La chica se enfada, pero termina aceptando. En ese preciso momento, pistola en mano, aparece Frankie.
Loco del todo
Finch está flipando tanto como yo en estos momentos. ¿Por qué no le dijo nada Root? La mujer es tan comprensiva que hasta tiene un bote de cloroformo para drogar a Harold y que no vea nada. Y, si intenta impedirlo, le drogará de todas formas. Finch asegura que lleva mucho tiempo trabajando en su plan, y matar a Bridges tirará por tierra la oportunidad de destruir a Samaritan.
Pero ella no está dispuesta a perder a otro amigo, ya tiene bastante con lo de Shaw. Y es entonces cuando Finch se vuelve loco del todo y decide que le da igual vivir: agarra la neurotoxina y se la bebe, enterita. Y tan pancho se queda y le dice a Root que ya no tiene necesidad de matar a Bridges, total, él va a morirse en 10 minutos.
Harold empieza a ponerse como verde. Root, que eso no lo vio venir, se da cuenta de que ha conseguido precisamente lo que intentaba impedir. Trata de llamar a una ambulancia, pero Finch se lo impide y le asegura que la ley le ampara si no quiere recibir asistencia. Y, por salvar a Bridges, se dejaría morir. Qué bonito. ¿Y nosotros qué, Finch? ¿Nos quedamos sin serie? Porque habría que ver a Reese manejando la Máquina, la lía seguro.
Ha dicho que no le matasen
Cuando parece que Frankie está a punto de apretar el gatillo y matar a Ray, John hace acto de presencia y consigue que no le mate. Sin embargo, Ray agarra una pistola y amenaza con cargarse a Harper. En ese preciso momento aparece Carlton con sus hombres y tenemos un bonito tiroteo a tres bandas. Que ya ni se sabe quién va contra quién y todos contra todos.
Pero Harper toma protagonismo y hace parar los tiros: se le ha ocurrido que pueden llegar a un acuerdo, entre todos. Por un lado, le entregará a Carlton el pen drive con toda esa información que le incrimina, a cambio de que se vaya, claro. A Ray le asegura que solo tiene dos maneras de salir de allí, arrestado o con los pies por delante. Si no le mata Carlton lo hará Frankie.
A John le promete que puede terminar esto si deja marchar a Carlton, y si Frankie no mata a Ray. Todos aceptan y Carlton se marcha de allí con el pen drive. Aunque parece que todo sale bien, Ray asegura que no va a ir a la cárcel y se abalanza contra Harper. En ese momento, John le dispara y le hiere. “Bueno, ha dicho que no le matasen”.
Ahora ocurre algo muy interesante: Harper tenía otro pen drive, y tiene toda la información sobre Carlton, que la policía utiliza para capturarle. Pero, ¿cómo? La Máquina ha decido introducir otra pieza en el tablero y ha estado poniéndose en contacto con Harper.
Soy muy bueno guardando secretos
Root empieza a ponerse nerviosa y le ruega a Finch que le deje llevarle al hospital. Pero Harold le asegura que no podría hacerse responsable de otra muerte. Ya siente que por su culpa Shaw está muerta (recordemos, no lo está, de hecho ha tenido gemelos), para encima tener que llevar consigo la muerte de Bridges. Al final, Root le promete y le da su palabra de honor de que no la matará. Y ambos se dirigen al hospital. Se cruzan con Bridges, aunque ella solo puede ver a Root, que le desea un feliz día.
Un Harold recuperado se dirige a ver a Bridges, con un ramo de flores en mano y todo. El recibimiento no es el esperado: la mujer, enfadada, le pregunta cómo se atreve a aparecer allí después de lo que le ha hecho. Le enseña una carta que asegura que ha falsificado datos y que sabe que es él el que está detrás de todo. Le pregunta si su relación ha sido mentira. Y de un portazo, se acabó. Claro que él le contesta que “no todo”. Y esa respuesta pues queda un poco fea. Obviamente, todo es cosa de Root. Que prometió no matarla, pero se ha encargado de terminar con una posible relación. Todo por salvarle, por supuesto.
Al final del capítulo, vemos como Frankie se despide de Fusco y John. Sobre todo de John. Reese es llamado al despacho de Iris, donde su terapeuta se sincera: no puede seguir tratándole pues tiene sentimientos hacia él y eso está mal entre médico y paciente, incluso entre médico y ex paciente. Es inapropiado, va contra toda ética, pero le planta un beso. Y John le corresponde. “Soy muy bueno guardando secretos.”
Opinión
Bueno, cosas importantes suceden en este episodio. Tenemos dos come-backs importantes. Y muy mal que John se lleve dos besos en el mismo capítulo y Finch un portazo en la cara. ¿Qué papel jugará Harper a partir de ahora? Una lástima que el virus de Harold no vaya a activarse, Root asegura que ha destruido el interruptor. ¿O no?
Quiero hacer notar mediante esta foto que colgó Ashley Gable (guionista de Person of Interest) en su Twitter, lo difícil que es seguir a veces el ritmo. Todo lo escrito en esa pizarra es el capítulo de esta semana. Aunque con cambios, algunos importantes. CASI NADA.
Puntuación: 8