10 películas y series Gallegas imprescindibles
Abundan los clásicos del cine y de la televisión españoles ambientados en Galicia, desde Los pazos de Ulloa y Los gozos y las sombras a Fariña, pasando por El bosque animado o Mar adentro. En los últimos años, sin embargo, los cineastas y profesionales de la televisión del Noroeste peninsular están tomando las riendas y contando ellos mismos sus historias, muchas veces en su propio idioma.
Las películas y series habladas en gallego son punteras entre la producción de los últimos años en España, muy especialmente en el género del thriller y también en el cine más vanguardista y de prestigio. Este artículo estudia el fenómeno del novo cinema galego a través de un repaso a las 10 películas y series clave de la historia del cine y la televisión gallegos.
CINE Y SERIES MADE IN GALICIA: 10 TÍTULOS PUNTEROS
Siempre Xonxa (Sempre Xonxa, Chano Piñeiro, 1989)
Un farmacéutico de una calle de Vigo, Chano Piñeiro, es el pionero y el autor de las primeras películas a las que se puso la etiqueta de cine gallego: Mamasunción (1985) fue su primer trabajo relevante y el estreno de Sempre Xonxa, que consiguió un impacto y una taquilla considerables teniendo en cuenta las dimensiones de la película, fue celebrado en su día como un hito histórico en Galicia, conviertiendo a Uxía Blanco, su protagonista, la Xonxa del título, en todo un icono del audiovisual local. La prematura y trágica muerte de Piñeiro algunos años más tarde, víctima de una enfermedad poco frecuente, redondeó su mito, que perdura hasta la actualidad.
Mareas vivas (Antón Reixa, 1998-2002)
A mediados-finales de los años 90 las series de ficción en la Televisión de Galicia se limitaban a productos del tipo la sitcom chusca de humor de sal gorda Pratos combinados, trampolín a la fama, eso sí, para una excelente cantera de intérpretes como Ernesto Chao o Mabel Rivera; la situación a nivel nacional no era mucho mejor, teniendo en cuenta que el estándar televisivo lo marcaba Médico de familia, y que todavía avanzados los años 2000 el nivel medio de las teleseries españolas eran productos como Ana y los siete o Los Serrano.
Antón Reixa, el antiguo líder del grupo musical Os Resentidos (autor de Galicia caníbal, más conocido como Fai un sol de carallo, uno de los himnos de la movida viguesa de los años 80), dio el salto a la ficción televisiva revolucionando el medio y sirviendo de ejemplo y referencia a un nuevo modelo de serie que tardaría todavía algunos años en consolidarse en Madrid. Mareas vivas era también una comedia de situación pero que se salía de la naftalina teatral del plató buscando escenarios naturales, situaciones realistas e incluso reflejando tanto la vida como el habla local de la Galicia marinera, además de apostar por una entonces joven y desconocida promesa llamada Luis Tosar.
Érase otra vez (Era outra vez, Juan Pinzás, 2000)
Sempre Xonxa era un melodrama convencional y además había sido rodado sin sonido directo (algo nada extraño en el cine español de los 80) y luego doblado, por lo que no está claro si la lengua de la película era el gallego o el castellano. Con Era outra vez, Juan Pinzás llevaba a cabo la primera película grabada con sonido original en lengua gallega, adscrita además al Dogma 95, un movimiento propulsado por Lars Von Trier y varios cineastas daneses y hoy olvidado, pero que en su día consiguió combinar con buen olfato la vanguardia con la popularidad dentro del nicho de mercado del cine de autor.
Rodada siguiendo las normas Dogma, en vídeo, con luz natural y en escenarios naturales, la película mostraba a personajes LGBT, algo todavía arriesgado entonces, y sacaba al cine gallego de los clichés del rural, la morriña y la emigración.
18 comidas (Jorge Coira, 2010)
Una muestra de cine coral de vocación costumbrista que mezcla gallego y castellano, y comedia y drama, a lo largo de una serie de desayunos, comidas y cenas. La huella del cine francés es evidente en el planteamiento y también en buena medida en la resolución de una película de ritmo ágil donde se dieron cita las planas mayor y menor de intérpretes de la tierra, empezando por Luis Tosar y Pedro Alonso.
El apóstol (O apóstolo, Fernando Cortizo, 2012)
Nominada al Goya al mejor largo de animación, fue la primera película europea en stop-motion 3D, demostrando una vez más el altísimo nivel del género de animación en nuestro país, en este caso mezclando el Camino de Santiago con las leyendas de aparecidos locales. Tal vez el tono de la historia, probablemente demasiado próximo al terror para el público infantil, le puso las cosas difíciles en taquilla: el género de animación para adultos sigue siendo todavía difícil de asimilar para el mercado.
Cine y series hechas en Galicia que no deberías perderte
A esmorga (Ignacio Vilar, 2014)
El nombre con una mayor trayectoria del novo cinema galego es Ignacio Vilar, que empezó con dramas sentimentales agradables y reivindicativos de la vida rural, como Pradolongo (2008) o Vilamor (2012). Su carrera pegó un salto de gigante en 2014 al pasar de películas humildes de factura un tanto televisiva a llevar a la gran pantalla uno de los clásicos de la literatura gallega. La adaptación recoge la sordidez y el fatalismo de A esmorga, de Eduardo Blanco Amor, una obra escrita en plena posguerra, en la línea tremendista de La familia de Pascual Duarte, que ya había sido adaptada por Gonzalo Suárez en 1977 con el título de Parranda.
Vilar volvería a demostrar su gran versatilidad con su siguiente trabajo, Sicixia (2016), una historia de amor elegante y un tanto fría en la línea del cine de autor europeo.
Dhogs (Andrés Goteira, 2017)
Un relato tenso, con imágenes poderosas y cautivadoras, y deconstruido en varios escenarios y varias capas situadas en diferentes niveles de realidad y de representación. Concursó en el Festival de Cine Fantástico de Sitges, referente indiscutible en su género en España, ganó el primer premio en el Festival Nocturna, de cine fantástico de Madrid, y arrasó de manera histórica en los premios Mestre Mateo del audiovisual gallego.
El sabor de las margaritas (O sabor das margaridas, Miguel Conde, 2018)
La expansión de las plataformas de vídeo por demanda ha dado una salida a la ficción televisiva de cualquier origen y grabada en cualquier idioma. Esto ha propiciado que por primera vez pueda tener opciones comerciales una serie policíaca para público adulto que se sale de los cánones de la sitcom y de la dramedia para toda la familia, que son los únicos productos que se podía plantear hasta este momento la Televisión de Galicia por lo reducido del mercado local.
O sabor das margaridas toma el planteamiento y el concepto de Twin Peaks y lo adapta al rural galaico con un guión lleno de giros y sorpresas que ha seducido al público de las Islas Británicas, la cuna del thriller, posicionándose en el Top 10 de las ficciones de habla no inglesa de Netflix. En Galicia se ha estrenado recientemente la segunda temporada.
Tráiler El sabor de las margaritas
Lo que arde (O que arde, Oliver Laxe, 2019)
Avalado por su presencia en el Festival de Cannes, Oliver Laxe se ha convertido en un referente imprescindible en cuanto al cine que indaga en la frontera entre la ficción y el documental, y también entre el minimalismo y el cine social. Tras llamar la atención con su anterior trabajo, Mimosas (2016), Laxe ha conseguido con O que arde la primera nominación al Goya a la mejor película para un trabajo en lengua gallega y un puesto entre los popes de la cinefilia más vanguardista en el cine español.
Tráiler de Lo que arde
Agua seca (Auga seca, Toño López, 2020)
Aunque sea pronto para decirlo, Auga seca tiene todos los números para ser una de las mejores series del año de la Península, puesto que se trata de una coproducción galaicoportuguesa, por una espectacular producción que capta y resalta la fotogenia de la Ría y la ciudad de Vigo, y también de Lisboa, el otro eje de la acción. A la calidad de la fotografía se suma una envolvente trama de crimen organizado que confirma a Galicia como el escenario por excelencia del thriller ibérico de los últimos años.
Protagonizada por Monti Castiñeiras, uno de los pilares del cine y la televisión en lengua gallega, y por la estrella emergente del cine portugués Victória Guerra, tras su estreno por la Televisión de Galicia ha sido inmediatamente comprada por las filiales de HBO de España y Portugal.