Mindhunter 1×02 Recap y Análisis
Mindhunter se ha convertido en toda una revelación. La nueva serie de Netflix sobre crímenes y asesinos en serie nos deja en su capítulo segundo bonitas estampas y momentos muy interesantes (fruto de un trabajo bien hecho). El recap del primer episodio aquí. ¡Alerta spoiler!
Ed Kemper
Antes de comenzar, la serie nos enseña un trozo de una trama todavía inconexa con el resto. Vemos a un señor, aún sin nombre (interpretado por Sonny Valicenti), que trabaja en una empresa y que tiene más cara de ser de los malos que de los buenos. Y ahí queda la cosa, por ahora.
Pero el protagonismo en este capítulo de Mindhunter vuela entre nuestro agente del FBI psico-fan de las tinieblas de la mente humana y Ed Kemper (Cameron Britton, súper conseguido el parecido, la verdad), asesino en serie de proporciones considerables. La idea de Holden Ford de entrevistarse con él se materializa y lleva a cabo ante la negativa de su compañero Tench, que reconoce en Kemper un absoluto manipulador que incluso consiguió engañar a psicólogos y psiquiatras, que “le soltaron” después de haber matado a sus abuelos.
Estando en California, y queriendo entrevistar a una mente criminal, el primer objetivo de Holden fue Charles Manson, un objetivo inalcanzable (al menos, por ahora). Pero se conformará. El plan de Bill Tench de no saber nada de aquello pasa por jugar al golf, algo que –según él- le ayuda a pensar. Y allí se planta en la prisión Ford, para hablar con un tipo seguidor de series y películas de policías, al que le gusta hablar y que, llegado el momento, se entregó él mismo y lo confesó todo, porque perdió esperanzas de que lo fueran a encontrar.
La verdad es que sufrimos un poco al ver al indefenso Holden –que tiene que dejar su arma y todo- ante el imponente Ed que, sin embargo, se descubre como un hombre honesto y educado, al que uno no termina de pillarle si está hablando en serio o es todo un papel. El inteligente criminal parece mostrarse, al principio, receloso. Pero es que ni Ford sabe muy bien qué quiere sacar de su conversación.
Sacramento
Lo gran “obra” de Ed, que considera como su vocación -más que un hobby-, fue matar a varias mujeres (entre ellas, su madre) y abusar de sus cuerpos. Esto aparte de lo de sus abuelos. Y sentimos que Holden tiene incluso algo de miedo en preguntar, e incluso Kemper le hace notar su estado de tensión antes de comenzar su relato.
Es curioso que la trama tire de Debbie, la novia de Ford, para ayudarle a “enfrentarse” a una nueva entrevista con Ed. Con algunos trucos en lenguaje corporal, la futura socióloga consigue que Holden parezca mucho más relajado en su nuevo encuentro con Kemper, que empieza a hablar de la relación terrible que tuvo siempre con su madre, posible origen a sus posteriores crímenes. Para ello, Ford incluso menciona cosas de su vida privada, pasando una línea que asusta un poco cruzar de charla con un criminal.
Pero es parte de lo que estamos viendo, que no deja de ser como Holden empieza a articular teorías que mezclan lo social y lo psicológico, de los libros a la práctica, en su propia cabeza. Interesante que en este episodio describa a Ed algo así como un “asesino de sequencia”. Y todo ayuda en su misión, los trucos de Debbie y casos reales como el de Sacramento, una ciudad de California en la que Ford y Tench dan una de sus charlas.
También, por supuesto, “ayudan” allí en un caso: una señora que fue asaltada en su casa por un individuo que le pegó una paliza y mató a su perro. La señora no recuerda nada, solo que el tipo olía mal. De los pocos datos con los que cuentan, Holden solo puede suponer que se trata de un joven con una difícil vida familiar. Por ahora no han sido de demasiada ayuda en estos casos que les presentan.
Sótano
La tercera visita de Ford a Kemper trae sorpresa, pues Bill se rinde ante las insistencias de su compañero y decide acompañarles. Su conversación se vuelve oscura cuando Ed relata los motivos por los que mató a su madre, algo que hace ver a Tench que Holden puede tener razón y, tal vez, puedan trazar perfiles psicológicos usando a criminales para evitar más asesinatos como esos.
Pero seguir con ello implica que necesitan algún tipo de apoyo de sus superiores (ahora lo hacen un poco en la sombra), lo que Bill ve ciertamente difícil. Así es, pues a Shepard (Cotter Smith), su jefe, no le hace ninguna gracia. Pero, gracias a Tench (que le cae bien a Shepard, no como Ford), consiguen poder guardar algunas horas de su trabajo para seguir con esta “investigación”; tendrán que mantenerlo en secreto y, además, se mudarán al sótano. Que sabemos ya que es el inicio de algo grande.