House, series de Televisión Imprescindibles (V)
House, éxito arrollador de crítica y público, supuso toda una revolución en el mundo televisivo desde el momento mismo de su estreno gracias a su originalidad y a su carismático y e inigualable protagonista, Hugh Laurie, que resultó catapultado de inmediato al estrellato debido a su sobresaliente interpretación de este médico cínico y borde pero también genial. Nunca hasta entonces una serie sobre médicos había estado en boca de todo el mundo y difícilmente ninguna otra volverá a estarlo. En un género donde las producciones suelen ser monótonas y repetitivas, House supuso un soplo de aire fresco, una serie que nunca antes se había hecho, y que puso al medio televisivo a la vanguardia en cuanto a originalidad y creatividad se refiere. En cierta manera, fue gracias a esta y otras series, como Los Soprano, por lo que el público empezó a ver la televisión como el gran medio creativo que es en la actualidad, y que dio paso a otras grandes series como Breaking Bad.
Junto a su equipo de ayudantes, House trata de resolver los casos más difíciles, aquellos que otros no han podido o no han sabido solucionar. Partiendo de la premisa de que todo el mundo miente o tiene algo que ocultar, y negándose en redondo a tratar con los pacientes (lo que le llevará a tener más de un encontronazo con su jefa), el doctor House intenta resolver el misterio con la minuciosidad y la atención en el detalle de un investigador privado (una curiosidad es que la serie es un homenaje a Sherlock Holmes. El nombre de “House” sería una referencia a “Holmes” y el de su ayudante y mejor amigo, “Wilson” lo sería del colega del famoso detective privado, el doctor “Watson”). Olivia Wilde, quien luego diera el salto a la gran pantalla en películas como Tron, dió aquí sus primeros pasos como ayudante del doctor House a partir de la cuarta temporada.
House fue además una serie valiente que no rehuía los temas más delicados o comprometidos. A lo largo de sus ocho temporadas se trataron temas como el aborto, la pena de muerte, el cáncer o la búsqueda de beneficios sin escrúpulos por parte de las compañías farmacéuticas. Cabe destacar que los guionistas de la serie contaban con el asesoramiento de profesionales y eso se nota. Muchos de los casos a los que se enfrenta el equipo de médicos de la serie y los procedimientos que llevan a cabo para curar a los pacientes son de un realismo que ninguna otra serie sobre médicos se había molestado en intentar alcanzar.
Por desgracia la serie fue perdiendo calidad durante las últimas temporadas. Quizá víctima de su propio éxito, lo que empezó siendo una fórmula innovadora y original fue repitiéndose a sí misma hasta la extenuación y agotó la serie. La estructura de los capítulos era siempre la misma, y aunque al principio resultó toda una sorpresa, las últimas temporadas acabaron resultando predecibles. No obstante, House se mantiene muy arriba en la clasificación de mejores series de todos los tiempos.
Especial atención al capítulo 21 de la primera temporada en el que se narra cómo perdió House su pierna derecha, quizá uno de los mejores capítulos que se hayan visto nunca en una serie de televisión.