Homeland Temporada 5 Capítulo 7 Recap: Oriole
En el nuevo episodio de Homeland aprendemos dos cosas. La primera es que nadie es lo que aparenta: descubrimos a la verdadera Allison, que se convierte además en la principal villana de la temporada. Por otro lado, sabemos un poco más de la intrigante figura de Otto Düring y sus intenciones para con nuestra protagonista. Puedes leer lo ocurrido en el capítulo anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Agente doble
Allison es una agente doble. No, de hecho es LA agente doble, el mayor topo de la historia de la inteligencia estadounidense. Ella, en realidad, trabaja para los rusos. Todo el mundo alaba la frialdad en la interpretación del personaje por la actriz Miranda Otto, y yo no voy a ser menos. Krupin, el agente ruso que escenifica su único contacto con su verdadera agencia (y el que se reunió con el hacker muerto), le asegura que, aunque no lo parezca, le encanta el peligro en el que se están moviendo.
Porque Allison, en el fondo, sabe que Carrie está viva. ¿Por quién sino Saul tomaría tantos riesgos en robar los documentos filtrados y reunirse con Düring? Y su existencia le inquieta. Necesita una confirmación y solo el propio Berenson se la puede facilitar. Logra convencer a Dar Adal para hablar con él en su habitación de hotel y Saul, confiando en ella (pues comparten sábanas, por cierto), se lo confirma. Carrie está viva y, a todas luces, tiene los documentos.
Más tarde, Krupin trata de tranquilizarla. Porque de leer los documentos a llegar hasta ellos hay un largo trecho de nombres y siglas; todavía pueden estar tranquilos. ¿O no?
Pope Francis
Allison no sobreestima a Carrie, sin duda. Y es que Mathison (que está en una mansión remota con Otto) no tarda nada en encontrar un documento entre los filtrados que relaciones todo lo ocurrido: un archivo secreto sobre una operación en Bagdad, en la que, todo en clave, Touchstone busca una reunión con Oriole. Carrie llama a esa ciudad, a una mujer, buscando a un antiguo conocido de allí, Samir (que resulta ser Touchstone). Samir termina llamándola a ella (que resulta ser Oriole), y le reprocha que un día desapareciese como si nada.
Mathison se disculpa, pero necesita saber qué es lo que quería. Resulta que un abogado que murió en un atentado, Ahmed Nuzari, no está muerto, pues se lo cruzó él hace meses por el barrio. Por supuesto, Mathison empieza a sospechar que tiene que tirar del hilo. Pero necesita ayuda para encontrar a Ahmed, así que llama a Laura, que aparece con el hacker Numan.
Gracias al wi-fi de Otto (contraseña: Pope Francis) consiguen rastrear a la viuda de Ahmed hasta Ámsterdam, y Carrie parte para allá. Por supuesto, tienen un intenso debate acerca de los documentos secretos, que Laura quiere airear, pero Mathison no puede permitírselo.
Quinn
¡Ey! Que también sale Quinn. En el episodio anterior terminaba matando a Hajik Zayd, y ahora parece haber convencido al resto del grupo terrorista para desplazarse a Siria a luchar allí, y no quedarse en Berlín a atentar. Uno de ellos, Bibi (René Ifrah), le ofrece mucho mucho dinero por acompañarles. Quinn les contó que ya había ido a Siria una vez, y sabía el camino fácil.
Quinn se niega, pero Bibi (ojalá Bibi Andersen), le cuenta algo muy interesante: su tío es un emir muy rico, uno de los grandes del ISIS, así que el agente contacta con Dar Adal para informarle de ello. A Dar le encanta lo que Quinn ha descubierto y le da el visto bueno a su nueva misión. Está claro, cuando vemos a Quinn subir a la furgoneta de los terroristas, que no parece que vaya a compartir mucha pantalla con Carrie a partir de ahora.
Adal, por su parte, vuelve para informar a Saul de que se lo van a llevar a Estados Unidos. No ha querido colaborar por las buenas. Sin embargo, cuando Berenson sube en un ascensor con un agente de la CIA, ya podemos intuir que algo va a ocurrir. Cuando llegan al parking, les esperan unos hombres encapuchados y armados, que meten a Saul en una furgoneta. Son hombres de Etai, que pronto encontramos abrazando a su amigo, mientras este le confiesa que es la primera vez que deserta.
Mathison
En Ámsterdam, Carrie y su peluca contactan con Esam, un señor taxista que trabaja para la CIA y que sabe dónde vive la viuda del muerto. Allí también encuentran a Ahmed, que resulta que sí que está vivo. Cuando ambos abandonan la casa, Esam sigue al señor mientras Mathison entra en su hogar para husmear. Esam no puede seguir demasiado a Ahmed porque unos señores rusos se lo llevan secuestrado (por supuesto, Kuprin no se iba a quedar de brazos cruzados).
Los mismos señores terminan entrando en la casa, y Carrie tiene que salir de allí corriendo esquivando balas. Cuando se reencuentra con Esam descubre que al señor le han cortado el cuello, así que Mathison tiene que buscarse la vida y coge un coche para volver a Berlín. En el camino, toma una nefasta decisión y contacta por teléfono con Allison. Tiene que hablar con ella sobre Bagdad, pero prefiere hacerlo en persona.
Mientras tanto, en la mansión de Otto, el millonario recibe la visita de Jonas. El chico está preocupado por su ¿ex? novia, y Düring (que, recordemos, es su jefe) le adelanta que está también preocupado por ella, pero por su estado mental. No le cuenta nada sobre los documentos, solo que pronto Mathison dejará de trabajar para él. ¿Qué interés tiene Otto en Carrie? ¿Alguno sentimental? ¿Intenta asustar a Jonas? Yo creo que sí.