Homeland Temporada 5 Capítulo 6 Recap: Parabiosis

Para mí, el gran protagonista de este capítulo de Homeland es Saul, al que la verdad le pilla de soslayo, por sorpresa, como una revelación contra todo en lo que siempre ha creído. Carrie se encuentra en esa otra orilla y, aunque le pide ayuda, él hace oídos sordos.

Hasta que se da cuenta de que no está sordo, sino ciego. Es algo que ya empezamos a ver en el capítulo anterior, y que desencadena otra huida hacia delante de nuestra protagonista, sin saber muy bien hacia dónde. ¡Alerta spoiler!

Homeland Deluxe

Por fin tiene lugar la conversación entre Carrie y Saul. Mathison pone al corriente a Berenson de todo: que alguien se infiltró en su misión, que casi matan a Quinn y que van a por ella. También le cuenta que la culpa de todo es de los rusos (también de lo de Líbano). Saul no encuentra una explicación, hasta que Carrie menciona los documentos filtrados. No quieren que los vea. Aunque a mí me da que lo de Allison vs. Carrie es algo que sobrepasa lo laboral.

Carrie quiere ver esos documentos, pero Saul se niega a colaborar. Mathison no entiende por qué, incluso él mismo está siendo vigilado por su propia agencia. Aquella revelación cala hondo en Berenson, que aunque no lo quiere creer, cuando vuelve al hotel queda en evidencia. Un coche oscuro le sigue y se vuelve un poco loco intentando buscar micros y esas cosas en su habitación.

Su solución es hablar con Allison, que le confiesa que es cierto: Dar Adal le mandó seguir. El propio director se lo confirma más tarde, asegurando que no quiere decirle la verdad sobre por qué se reunió con Etai, o que hacía él en Suiza cuando explotó el avión. Saul asegura que ha sido todo cosa de los rusos, mientras Allison les escucha a escondidas. Pero Dar no le cree y asegura que traerán el polígrafo para que se someta a él.

Zayd

La filtración de aquel documento que demuestra que EEUU espía a ciudadanos alemanes (con el beneplácito de la inteligencia de ese país) tiene sus primeras consecuencias. Al menos, las primeras a un nivel mediático: un número de presos sirios salen de la cárcel en Berlín, al reconocer que sus derechos fueron violentados con esas escuchas ilegales. Uno de estos hombres se llama Zayd, y es algo protagonista de este episodio.

Porque Zayd es un héroe para sus vecinos, también sirios, y le reciben en su casa con alabanzas. Una casa donde vemos a Quinn. Resulta que el señor que parecía que le iba a salvar ciertamente lo hace, y es médico, y le cuida y le cura. E incluso le hace una transfusión de su sangre. Pero Zayd no está de acuerdo con que Quinn esté allí, e incluso asegura que puede ser un espía (menudo ojo).

Por supuesto, cuando Carrie vuelve a la guarida de su compañero y encuentra a Jonas solo, sin noticias de Quinn, se teme lo peor. Su novio le asegura que se ha ido para morirse por ahí, y que él se va. Y es cierto, se va. Ante todo pronóstico, sin embargo, parece que Carrie lo asume. Algún resquicio de ella seguirá creyendo que Quinn sigue con vida, pero no hace nada por encontrarlo, ni la vemos muy afectada.

Eso sí, empieza a ver en otra huida su única salida. Carrie recurre a Otto, su única opción. En su parking, en un punto ciego para las cámaras, le cuenta su situación y que Saul no ha querido ayudarla. Necesita un avión y que no pregunte hacia dónde.

Quinn

Quinn es muy oportuno para ciertas cosas, incluso para vaciar su orinal. Se despierta de la cama, malherido todavía, y se dirige al aseo. Allí, a través de la ventilación, escucha los gritos y los planes de Zayd, que planea un atentado en Berlín con el resto de su grupo. Desde abajo también le escuchan a él, así que Zayd se enfrenta al médico, asegurando que tienen que matarle o su plan fracasará.

Aunque Quinn asegura que no es un espía, sí que les comenta que ha estado en Siria, como mercenario. Y que sabe lo que hay, y que su plan fracasará de todas formas porque seguro que están siendo vigilados. Finalmente, ambos se enfrentan cuando Quinn trata de abandonar el lugar, y Zayd termina muerto. Está claro que se ha metido con el espía moribundo equivocado.

Saul

Saul se presenta en la sala del polígrafo, pero le pide al señor un minuto. Se pasea por el centro buscando los archivos, preguntando si sale algo de los rusos en ellos, pero Dar le ha sacado de la lista de confianza. Muy bueno el momento cuando entra en la sala de control y todo el mundo cierra sus libretas y apaga los monitores. Ni siquiera su clave de acceso está autorizada.

Sin embargo, con una distracción, Berenson consigue quedarse a solas con el ordenador principal y sale de allí sin hacerse la prueba del polígrafo y con una copia de los documentos filtrados en un pendrive. Allison llama a Saul a instancias de Adal para intentar que entre en razón y vuelva con los documentos, sin embargo, él tiene otros planes en mente.

Entra en un prestigioso club siguiendo a Otto Düring, que tiene una conversación con él. Le explica que Carrie recurrió a él, pero que no le hizo caso. Ahora tiene algo que entregarle, los documentos filtrados, para que se los dé a ella. Porque Saul sabe que Otto es la única opción de Mathison a estas alturas. Lo que pasa es que la CIA había rastreado la llamada de Saul y se presentan allí dos señores que les cachean a ambos pero no encuentran nada.

Carrie

Ambos señores de la CIA se llevan a Saul, que parece que no ha cumplido su objetivo. Sin embargo, cuando Otto se pone su abrigo para salir, allí está el pendrive, en el bolsillo. Como buen espía, supongo que Berenson sabía que iban a por él cuando recibió la llamada de Allison, así que de esa manera quita cualquier sospecha de Otto. Muy bien pensado.

Mientras, Carrie vuelve a marcharse. Borra todos los archivos de su teléfono: todas las fotos de su hija, los mensajes de Jonas. Y un coche la lleva al aeropuerto, aunque antes hace una parada en su casa, pero no entra. Solo mira desde fuera a Jonas, en la cocina, en lo que parece una ruptura casi definitiva. Cuando llega al aeropuerto, a pie de jet le espera Otto, quien le cuenta su encuentro con Saul y le entrega el pendrive con los documentos filtrados, asegurando que sabría qué hacer con ellos.