Homeland Temporada 7 Capítulo 8 Recap: Lies, Amplifiers, F**king Twitter
Este episodio de Homeland nos sirve para dos cosas: una, descubrir de una vez por todas quienes son los malos y cómo lo han sido; la otra es dar la bienvenida a una nueva Carrie, la misma de siempre pero sin posibles distracciones en full-spy mode. Dirigido por Tucker Gates (House of Cards, Perdidos). El recap del capítulo anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Maggie amenaza a Carrie con pedir la custodia de su hija
La semana pasada, Saul Berenson decidía que no podían esperar más y entraba con todo a por Dante Allen. En un segundo, veíamos a Dante siendo arrestado sin que le diesen tiempo a ponerse los pantalones, a Carrie gritando que ya casi le tenía confesado, y a la pobre de Franny volando por los aires en manos de un agente especial. Uno, después de semejante trauma, esperaría tener un par de días para recuperarse del susto. Mathison no, y Franny tampoco.
Porque no solo le cuenta nuestra protagonista a su hija que si le dice a alguien qué pasó la noche anterior la metería en problemas, sino que la deja en el colegio esa mañana como si nada, mientra ella se marcha a seguir con su trabajo de espía pero no. Después de recibir mil llamadas de su hermana, Carrie llega a su casa después de que Maggie recogiese a su hija del colegio.
Intentaron contactar con ella, pero no pudieron. Franny se puso a llorar y tuvo que dejar ella el trabajo para ir a por su sobrina, que ahora duerme plácidamente. Después de enterarse de lo que sucedió la noche anterior (Franny se lo cuenta con la promesa de que Carrie no tuviese problemas) Maggie decide que, si su hermana no se ingresa en un hospital inmediatamente, pedirá la custodia de su hija.
Y Carrie duda, saliendo de allí a toda prisa a su coche a gritar porque es incapaz de tomar una decisión. Franny es su hija, sí, pero el futuro del país parece que cae de lleno en su espalda. Así que decide no decidir, marchándose y dejando a Franny allí, lo que también esperamos que la saque de la trama principal. El personaje nos ayuda a entender las circunstancias de Carrie, pero ahora que es hora de pasar a la acción, necesitamos a nuestra protagonista al 100%.
Mathison se enfrenta a Dante
Carrie necesita hablar con Saul, y que le cuente por qué echó a perder un operativo que, básicamente, debía de sostenerse en acostarse con Dante para que confesase que trabajaba para los rusos. Estaba ya casi a punto de hablar, cuando hubiesen acabado. Pero les interrumpió. Berenson acepta que vaya a la base secreta –donde tienen a Dante- porque en el fondo reconoce en ella una posibilidad de conseguir la confesión que necesitan, aunque no se fie del todo de Mathison ahora.
Viendo el pasado que tienen juntos, y un vinculo que puede servir de mecha a esa posible confesión, es Carrie la que entra en la sala a interrogar a Allen. Pero él no suelta prenda, al menos no sobre las pruebas que tienen contra él y los sitios en los que ha coincidido con Simone. Él solo saca a relucir que la medicación de Mathison falla, y asegura que es todo una mentira.
Después de atacarle con que la utilizó desde el minuto uno, pasa a confesarle que sabe cómo se siente, que sabe que le han tratado mal e injustamente. Y le cuenta que aquello tiene arreglo, solo si cuenta la verdad. Pero él sigue sin confesar nada, incluso hay un momento que nos lo creemos cuando dice que si se encontró con Carrie al principio de todo aquello fue por casualidad. Claro que entonces pide un abogado, y la cosa se les complica a todos.
Menos mal que Mathison tienen un plan loco entre manos. Allí aparece un abogado, que dice ser del bufete del abogado de Dante, que le hace firmar unos papeles y le asegura que estará libre en un par de horas. Nada más lejos de la realidad, pues el bolígrafo con el que firma tiene un veneno muy estilo el general que murió, y a Allen le da allí mismo un infarto. Todo parte del plan, claro, pues el abogado está del lado de Saul.
La cosa funciona, pues Dante se ve traicionado por los rusos y confiesa que así mataron precisamente al general, que se lo contó Simone. Y todo va bien hasta que su corazón se para, porque esa parte del plan parece que no estaba del todo clara. Con esas dos líneas de confesión, sin embargo, Berenson ya tiene suficiente para ir contra Simone.
Gromov se lleva a Simone
El personaje de Elizabeth Keane no ha dado hasta ahora todo lo que nos puede dar. Parecía lo mejor, luego lo peor, y ahora que está como protagonista de una trama espía rusa no sabemos muy bien cuál es su posición, si de desasosiego o ataque, al menos hasta ahora. El Senador Paley y otros miembros de su comité, el que va a interrogar a Simone, se presentan en la Casa Blanca para pedirle que renuncie, lo que pararía la comparecencia de la mujer y salvaría al país de un gran escándalo. Ella no piensa que la crean capaz de mandar asesinar a un general. O sí.
Una vez a solas con Wellington, deciden dar un paso en firme, aunque no parece el mejor: David se reúne con el embajador ruso para comunicarle que cuente a su gobierno que, si Simone declará mentiras (que es lo que va a hacer), aquello se tomará como un acto hostil, con consecuencias. El señor embajador se hace el sueco, pero dos escenas más tarde le vemos reunirse a escondidas con Gromov, el señor que hizo aquella foto de la discordia.
En Moscú están muy contentos con sus servicios, pero han decidido frenarlo todo porque han visto a la Presidenta que va en serio, así que hay que evitar que Simone testifique. Para eso primero Gromov necesita saber dónde la tiene escondida Paley, que incluso va a visitarla para asegurarse de que ante el comité dirá “la verdad”. Para saber dónde tienen a la mujer, Gromov chantajea a su abogada, cuya madre resulta que es millonaria pero vive en un asilo que paga el Estado.
Simone está custodiada por agentes armados en una cabaña en medio del bosque, que esta temporada ya hemos podido ver que no es el mejor sitio para estar, nunca. Mientras vemos cómo Gromov y sus hombres se acercan a por ella, al lugar se dirige también Saul, mientras comunica a la Presidenta y a Wellington las buenas noticias. Por supuesto, no tarda mucho en darse cuenta de que con el “aviso” de David a los rusos, Simone se convierte en una diana andante.
Gromov se termina llevando a Simone, que nosotros pensábamos que iba a matarla, pero se ve que no. Y Berenson llama a Carrie para informarse por Dante, que ahora mismo es la única prueba que tienen del complot ruso contra la Presidenta y al que están intentando reanimar en el hospital. Está claro que no podía salir todo bien.