Especial Adam Sandler: 10 favoritas Parte 1 (1996-2002)
Llegan los Pixels es un momento ideal. El verano más caliente de todos los tiempos nos obliga a acudir en masa a las refrigeradas salas de cine. Con muchas papeletas para ser la peli del verano, Pixels viene liderada por un as de la comedia que, a pesar de lo que diga la gran mayoría, no suele fallar casi nunca. Escritor, productor de comedias infalibles y estrella de unas cuantas películas que ya forman parte de nuestras vidas.
Terminagolf (Happy Gilmore, Dennis Dugan, 1996)
Uno de los títulos inventados por los distribuidores españoles más repugnantes que recuerdo para la segunda apuesta fuerte de un Sandler que venía de dar el pelotazo con Billy Madison y que volvía a apostar por un personaje con serios problemas emocionales. Happy Gilmore (el nombre del personaje), tiene ese clásico encanto de historia zafia escrita con el corazón, uno de los mejores arranques de un film de SandMan (de Adam Sandler) y sería la primera de muchas colaboraciones con Dennis Dugan. Primer clásico del rey de la comedia más gratuitamente menospreciado de los últimos cincuenta años.
El chico ideal (The wedding singer, Frank Coraci, 1998)
Otro pelotazo el la primera colaboración con otro de sus directores habituales, Frank Coraci, y también con Drew Barrimore, su pareja ideal en el cine. El chico ideal (vaya dos títulos españoes llevamos, verdad?) es una deliciosa comedia de aires, música y pelazos de otra época, una en la que Billy Idol era importante y donde se cruza el mismo camino que en otras comedias románticas similares mejor tratadas. Entre los muchos momentos inolvidables, destacar un temazo interpretado por el propio Sandler y mi cameo favorito de otro grande del que pocos se acuerdan: John Lovitz.
El aguador (The waterboy, Frank Coraci, 1998)
Un gran año para la pareja creativa Sandler/Coraci, que recaudó un montón de pasta con la comedia romántica del cantante de bodas y doblarían las ganancias con esta inolvidable comedia de superación en la que Sandler interpreta al reprimido y sobreprotegido “chico del agua” de un equipo universitario. Deportes e inadaptados, uno de los puntos fuertes de un Sandler que años después superaría con el espectacular remake del Rompehuesos de Burt Reynolds y Robert Aldrich.
Little Nicky (Steven Brill, 2000)
Con razón, la película favorita (de Sandler) de medio mundo, no fue tan bien en la taquilla como sus anteriores éxitos. Puede que el tono demoniaco de esta descacharrante comedia la hiciera sospechosa de los locos americanos, capaces de ver una invocación y una llamada a la mala vida en una piedra del suelo. Como siempre, la estrella se encuentra estupendamente acompañada por ídolos como Rodney Dangerfield, Harvey Keitel (probablemente la última vez que se lo pasó bien en un rodaje), John Lovitz, Patricia Arquette y la tropa habitual de las producciones Happy Madison. Ah, sí: y Quentin Tarantino también.
Embriagado de amor (Punch-Drunk Love, Paul T. Anderson, 2002)
Primer experimento realizado con éxito. Después de Magnolia, el director californiano andaba necesitado de un poco de humor, así que después de un segmento para SNL, la casa de Adam Sandler, qué mejor que una comedia con el cómico favorito de América. Embriagado de amor es una comedia, sí. Sandler tiene el rol de inadaptado con problemas de autocontrol, sí. Pero no hay chistes de pedos, ni de fumetas ni de nada de lo que llevamos visto hasta ahora. El caso es que, además de ser una extraordinaria película, el experimento funciona porque coloca con éxito al Adam Sandler básico en una peli del director de The Master. Embriagado de amor es una muy triste historia feliz sobre el amor y sus límites. Si es que los tiene.
No olvides que mañana repasaremos otras cinco películas indispensables del protagonista de la inminente Pixels. ¿Están tus favoritas? ¿Eres fan de Sandler? ¿Qué nos traerá Pixels?