Especial Adam Sandler: 10 favoritas Parte 2 (2004 – Mañana)

Vamos con otros cinco peliculones de SandMan a la espera de Pixels, que en principio cunenta con todos los ingredientes para ser la comedia más refrescante del verano. Nos habíamos quedado en la amarga Punch-Drunk Love de 2002, así que toca saltar dos años y tres largometrajes (incluyendo uno animado) para llegar hasta…

50 primeras citas (50 first dates, Peter Segal, 2004)

Una obra maestra y una de las más hermosas y dolorosas comedias románticas, con pingüinos o sin ellos, de nuestras vidas. Peter Segal y Sandler acababan de trabajar juntos en la fea Ejecutivo Agresivo y había que conseguir una peli bonita. Y vaya si salió bonita. Y emotiva. Drew Barrimore roba el corazón de Sandler y del espectador, los gags son memorables, la comedia es divertida y el romance, inolvidable. Y el pingüino hace el resto.

El clan de los rompehuesos (The longest yard, Peter Segal, 2005)

Antes de empezar, desmitificar Rompehuesos (The Longest yard, Robert Aldrich, 1974), un título que no ha envejecido demasiado bien y que tampoco llegaba a las cotas de diversión, de, no sé, El Castañazo (Slap Shot, George Roy Hill, 1977). Después, aplaudir la moderna, fibrosa, estilizada y rabios puesta al día. Sandler disfruta del deporte y los secundarios, sobre todo Chris Rock y un simpático Burt Reynolds, inyectan una dosis extra de fuerza. Tampoco está nada mal la persecución que abre la peli. Una gran peli para una gran velada deportiva junto a Mean Machine (Barry Skolnick, 2001).

Zohan: licencia para peinar (You don’t mess with the Zohan, Dennis Dugan, 2008)

Ha sido difícil saltarse la lacrimógena En algún lugar de la memoria (Reign over me, Mike Binder, 2007), una de las pelis más complicadas para Sandler, un drama post-once de septiembre donde el actor sale muy bien parado con su tragedia, pero es que unos años después, Sandman presentaría uno de sus personajes Top: un agente del Mossad con ganas de triunfar en el mundo de la peluquería. Desternillante, rápida, guarra… Zohan es una de las obras maestras absolutas de Sandler… y Apatow.

Hazme reír (Funny People, Judd Apatow, 2009)

Al bueno de Apatow, como siempre, se le fue de las manos una peli que dura el doble de lo que debería, pero algo tiene esta tragicomedia de aires retro para que siempre lleguemos al final. Serán las bromas autoreferenciales, será el extraordinario reparto, será el reflejo de un mundo podrido… sea lo que sea, Hazme reír es una película muy interesante que podría haber sido la obra maestra de un director que anda un poco perdido.

Desmadre de padre (That’s my boy, Sean Anders, 2012)

La tropa de Sandler no para de crecer y ahora Vanilla Ice y Will Forte son parte de la familia, ¿acaso necesitábamos semejante regalo? Desmadre de padre junta a dos generaciones, los Sandler-Samberg, para una de las comedias más bestias de los últimos años. Sexo con menores, sexo con la tercera edad, incesto… una salvajada de la vieja escuela que, además, está orgullosa de ello.

Adam Sandler no para. Como productor en Happy Madison, además de sus trabajos, abre la puerta a colegas con ganas de hacer reír. Unas veces con auténticas barbaridades, como Bucky Larson; Nacido para ser una estrella (Bucky Larson: Born to Be a Star, Tom Brady, 2011), pero de vez en cuando con un ojo especial que nos ha regalado alucinantes comedias sorpresas como la indispensable Los calientabanquillos (The Benchwarmers, Dennis Dugan, 2006) o la genial Naturaleza a lo bestia (Strange Wilderness, Fred Wolf, 2008), una de las mejores comedias para fumetas que haya visto en mi vida.

Esperemos que Sandler recupere parte del prestigio perdido por culpa de críticos amargados y espectadores que sólo tienen la culpa de ser jóvenes y haber descubierto a Sandler en los cines con pelis como Jack y su gemela (Jack and Jill, Dennis Dugan, 2011) con sus nuevos proyectos, empezando por la esperada Pixels. Yo lo que espero es que estrene pronto su western para Netflix, The Ridiculous 6, porque huele a que podría estar en esta lista de títulos tan estupendos.