Cómo defender a un asesino Temporada 2 Capítulo 14 Recap: There’s My Baby

• Alejandro Lillo
• >Categorías: Cómo defender a un asesino, Series de TV - Noticias
• 11 marzo, 2016

Ha llegado el día, el día del penúltimo episodio de esta temporada de Cómo defender a un asesino. En la anterior, se convertía en un capítulo crucial, y en esta también lo es, por supuesto. Si la semana pasada tuvimos nuestra ración de drama y sorpresas, en esta nos toca lidiar con mucho más drama y algunas respuestas. Sorprendentes, claro. ¡Alerta spoiler!

La gran sorpresa del episodio anterior fue el asalto de Philip a Annalise en el apartamento de Wes. Y, aunque de aquí podría salir un drama, un secuestro, o incluso un muerto, lo cierto es que no va a más y la siguiente imagen ya es en comisaría, con la abogada sana y salva. Allí hacen acto de presencia Eve y Wes, una bastante más preocupada que el otro. Al menos Keating se tranquiliza al ver a un Wes atormentado por lo de su madre, pero vivo. Porque inestable que es uno, cualquier cosa podía pasar después de las revelaciones que cree haber encontrado.

Por supuesto, el asalto deja muy intranquilo al Keating 5, todos reunidos en casa de la profesora y no para darle la bienvenida, precisamente. La que peor se encuentra en Michaela, que nos revela que Caleb ha desaparecido. *ALERTA ACTIVADA* Preparen las quinielas. ¿Muerto o asesino?

Mientras tanto, el quinteto del crimen tiene que presentarse ante el fiscal y contarle qué hacían en las grabaciones que Annalise les pasó, aunque tengan la inmunidad garantizada. Al menos todos saben cómo lidiar con el asunto.

Pero este también es un capítulo repleto de flashbacks al pasado. De los creadores de “La noche de la hoguera” y “La noche de la mansión creepy”, llega “El día que Rose murió”. La única diferencia es que en esta ocasión ninguno de nuestros protagonistas tiene nada que ver con la muerte, al menos directamente.

Nos devuelven a un momento que ya habíamos visto, con Wes asegurando a la señora policía que su madre parecía “muy muerta” cuando la encontró, mientras Eve y Annalise lo observan todo por el falso espejo de la comisaría. Si bien la teoría de que Wes mató a Rose es poco probable (y nosotros sabemos que es falsa), la policía va a investigar y el cliente de Keating, Mahoney junior, lleva muchos boletos en esa lotería: al fin y al cabo Rose era su única coartada en su caso y huyó del juicio.

Pero el drama no ha hecho más que empezar. Y gran parte tiene que ver con el trágico final de embarazo que sufre Annalise: tiene un accidente de tráfico, lo que hace que finalmenta su bebé nazca muerto. Era una de las grandes preguntas, qué había pasado con ese hijo. Y en este episodio nos despejan esa duda, un capitulo en el que vemos de nuevo a Sam, muy preocupado y triste por la salud (física y también mental) de su mujer. Un Sam al que el accidente pilla en plena terapia con Bonnie.

Pero esta serie ha recurrido a la magia de la doble línea temporal para darle un impulso extra a nuestra dosis de esta semana de HTGAWM. Mientras vemos a Keating sufrir en el hospital una década atrás, en el presente también estamos presenciando un hecho revelador: Annalise le cuenta TODA la verdad a Wes, tal vez impulsada por los recuerdos, tal vez por la botella de vodka que vacía en cuatro tomas.

Y es un twist el que nos revelan que algunos ya intuían, otros no. Nos queda claro que Rose se quitó la vida, sí. Y es algo que Wes parece que se termina creyendo ante la alcoholizada cara de su profesora. Y le hace, por supuesto, la misma pregunta que ha surgido de esta temporada, ¿por qué protege Annalise a Wes? ¿De quién? Y aquí es donde algunos han cantado bingo: resulta que Mahoney senior es el PADRE de Wes. Así es su vida, un día cree que mató a su madre, el siguiente descubre que su padre está vivo, y por supuesto no es quién pensaba, y además resulta ser muchimillonario.

Wes descubriendo la verdad, Philip suelto por ahí y Caleb desaparecido, ¿qué hace mientras el Keating 5? Pues darle al agua con misterio en una discoteca, por supuesto. Y, por si queríamos más lío, contemplamos un tórrido encuentro entre Asher y Michaela (los #Misher) en uno de los aseos, por si nos supo a poco (y a raro) el protagonizado por Wes y Laurel. Ya lo cantaba Amaral: ¿Será tu voz? ¿será el licor? ¿serán las luces de esta habitación? ¿Será que tu novio puede estar muerto?

Por supuesto aquí pasan muchas cosas más, no todo va a ser drama y agua con misterio. Por ejemplo, Oliver le revela a Connor que ha dejado su trabajo. Y Eve no para de enviarle fotos a Annalise para que se mude con ella a Nueva York y se olvide de todo y de todos. Pero, como es habitual, se dejaban la gran bomba para el final. Cuando parece que ya no hay nada importante por decir. Una revelación que incluso hace a Annalise poner tierra de por medio.

Resulta que Bonnie termina confesando a Frank que sabe que mató a Lila, aunque en un principio piensa que fue por orden de Annalise. Pronto se da cuenta de que fue orden de Sam, y Frank le pide que no se lo cuente a su jefa. Le pide y le recuerda, claro, que ella también tiene historial de sangre. Pero aquí todavía nos queda algo por saber, ¿ayudó Frank a Sam porque le consiguió el trabajo con Keating? ¿Y nada más?

Bonnie a Annalise no se lo cuenta, o al menos no le da tiempo: es Laurel la que se presenta en un estado bastante chispa en casa de la profesora y le increpa que por su culpa está pasando todo mal: su relación con Frank, su loquesea con Wes (#wesrel vive) y todos los muertos que llevan detrás. Y todo porque ordenó a Frank matar a la amante embarazada de su marido, le dice.

Laurel se equivoca, pero Annalise decide que ya es suficiente drama, hace las maletas y se va. No a casa de Eve, no, sino a casa de su madre. Al menos vemos a alguien que parece recibirla con los brazos abiertos, sin ningún tipo de reproche. ¿Cómo van vuestras apuestas? Ya solo queda un episodio. ¿Qué ha sido de Caleb? ¿Qué pensáis de Nate? ¿Qué manera de bailar es esa, Michaela?