Christopher Lee (1922-2015)
El pasado 27 de mayo celebraba su último cumpleaños, el noventa y tres, una de las mayores leyendas de la Historia del Cine. Hoy, por desgracia, las celebraciones se terminaron en el hospital donde pasó sus últimas horas Sir Christopher Lee, una enciclopedia cinematográfica y musical hecha de carne y hueso.
Uno de los aspectos más legendarios de Lee es el haber servido a la Royal Air Force en la Segunda Guerra Mundial, y aunque no pudo terminar pilotando aviones por problemas de vista, sirvió durante años y fue finalmente condecorado.
Lee recorrió todos los géneros, sagas y guaridas de villanos de todo tipo, siempre con una elegancia londinense que se apoyaba sobre sus casi dos metros de altura. Casi trecientos títulos acreditados delante de las cámaras, donde empezó con Terence Young, director del primer 007, saga en la que también dejó huella como villano de El hombre de la pistola de oro encarnando -con una tetilla de más- al malvado Francisco Scaramanga.
Antes de su duelo con Roger Moore, Lee pasó dos décadas en Hammer Films, donde empezó junto a Terence Fisher en La maldición de Frankenstein, antes de meterse en los colmillos del Drácula de nuestras vidas. También lo haría en la de Jess Franco.
Sir Christopher Lee está en muchas de las mejores películas de género de todos los tiempos, como la inmejorable El hombre de mimbre, de Robin Hardy o La novia del diablo -Fisher otra vez-, o en pelis de culto que con el paso de los años han ganado muchos enteros, como la extraña y negruzca Sub-Humanos (Raw Meat), de Gary Sherman. Lee nunca tuvo miedo al ridículo, y ahí estaba en la televisiva Captain America II: Death too soon.
Entre Bond, Hammer, Star Wars y Tolkien, tuvo tiempo de grabar discos, poner voz a videojuegos y, hace poco, prestar narración en la espléndida Extraordinary Tales, de Raúl García, inédita en medio mundo pero que tuve la suerte de ver hace poco en el Anima de Bruselas.
Por todo esto, una mera anécdota dentro de la vida de una persona tan grande, Sir Christopher Lee estará siempre en nuestros corazones,estanterías y paredes.
Nunca te olvidaremos, es imposible.