Buscando el norte Temporada 1 Capítulo 2 Análisis
Tras los buenos datos de audiencia registrados la semana pasada, Buscando el norte, serie protagonizada por Antonio Velázquez y Belén Cuesta, confirma su gran acogida superando los datos obtenidos en su estreno, marcando así una audiencia de 3.765.000 espectadores y un share del 20,7%. De esta manera, la comedia de Antena 3 consiguió liderar en su franja de emisión, convirtiéndose en lo más visto del día.
En el segundo capítulo de Buscando el norte, Álex y Carol comenzarán la búsqueda de su primer piso en Berlín, sin embargo, no será una tarea nada sencilla y deberán recurrir a la picaresca española para poder encontrar casa. Por su parte, Salva y Jaime continuarán con su labor de encontrar trabajo, hasta que una oportunidad se cruza en sus caminos con consecuencias inesperadas. Si quieres saber al detalle lo sucedido sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!
Paso 1: encontrar piso
Tras sus primeros días en Berlín viviendo de acoplados en casa de sus tíos, Carol y Álex toman la decisión de buscar un piso donde poder tener independencia. Aunque Salva, quien también ha sido “adoptado” por Marcelino en su hogar, piensa que no van a encontrar ningún lugar mejor donde no tengan que pagar y estén calentitos, las indirectas de Marcelino son más que evidentes.
Además, si fuera poca la presión que sienten por vivir de gorra, Marcelino, Anke y Ulrike pillan a Álex completamente desnudo y masturbándose en su salón delante de su ordenador mientras habla por Skype con su novia Manuela. Ante la bochornosa situación que acaba de vivir y la amenaza de su tío de matarle, Álex comunica a su hermana y a Salva que tienen que marcharse de inmediato de la casa.
Sin tener ningún lugar mejor en el que hospedarse que un albergue, los tres comienzan la búsqueda de su primer piso. Lo que parecía una tarea no muy complicada se convierte en toda una odisea cuando descubren que para alquilar un piso en Berlín necesitan carta de recomendación y otros requisitos de los que no disponen. Además, Álex descubre que su sueldo como auxiliar de enfermería no es suficiente para cubrir todos los gastos.
De nuevo con una mano delante y otra detrás, Carol decide pedir ayuda a Adela para que le hable bien a una de sus vecinas que alquila un piso en el mismo edificio. Aunque la profesora acepta, más tarde Carol descubre que Adela ha hecho todo lo contrario a lo que le pidió y le ha hablado mal de ella a su vecina para quitarse a Carol de encima y no sentirse amenazada y acosada por ella.
Mientras tanto, con la ayuda de Ulrike, que se ha visto obligada por su padre a echarles una mano a sus primos, Álex acude a ver un piso. La cosa parece funcionar gracias a que Ulrike lleva el mando en la conversación, aunque el acuerdo casi se tuerce cuando el casero sospecha que no son pareja por la escasa muestra de cariño que se procesan. Finalmente logran convencerle y hacerse con el alquiler del piso.
Paso 2: encontrar trabajo
Ser español en Alemania no está ayudando a nuestros protagonistas ni a encontrar un piso ni un buen trabajo. Cuando surge una magnífica oportunidad para Salva y Jaime, una absurda pelea entre ambos provoca que ninguno de los dos pueda obtener ese maravilloso contrato de trabajo. No obstante, para su fortuna, Marcelino les ofrece el número de un restaurante turco que busca un repartidor.
Con otra entrevista a la vista, Salva y Jaime comienzan una carrera para ver quién llega antes al local pero, al presentarse a la vez, el propietario del restaurante no tiene más remedio que poner a prueba sus aspirantes. De esta forma, comienza una dura competición entre Salva y Jaime, que se juegan en un reparto a contrarreloj hacerse con ese ansiado puesto de trabajo.
Finalmente, Salva logra realizar el reparto y regresar al local antes que Jaime, por lo que el trabajo está más que asegurado para el pelirrojo, sin embargo, cuando llega el turno de entregar el dinero del pedido, Salva no encuentra los billetes por ninguna parte. Jaime, que ha visto el recibo y los euros en el suelo, los ha escondido para hacer quedar a Salva mal, consiguiendo así él el trabajo de repartidor. Será juego sucio pero, por lo menos, ahora Jaime tiene trabajo. Lástima de Salva, que tendrá que seguir recurriendo a sus encantos para encontrar trabajo.
Paso 3: no descuidar a la familia
Cansado de no tener tiempo ni para ir a clase de inglés, Lucas contrata a Chus como niñera. Rápidamente Chus logra hacerse con la niña y con la casa, realizando labores que van más allá de las solicitadas en un principio. Flor se percata de que no sólo es capaz de cuidar a Valentina mejor que ella, sino que Chus también se está ganando el aprecio de Lucas y le está robando el protagonismo en su propia familia.
Con miedo de perder a su marido y a su hija, Flor decide dejar en un segundo plano el trabajo y pasar más tiempo en casa con su familia. Lucas se da cuenta del repentino cambio de actitud de su mujer y aprovecha la situación para intentar dar celos a Flor con Chus y conseguir que su esposa le haga más caso, se olvide de tanto trabajo y pase más tiempo con ellos.
Aunque Lucas está más que contento viendo a su mujer tan participativa, Chus comienza a sentirse incómoda. No sólo le molesta la excesiva muestra de complicidad de Lucas, sino que tampoco logra entender por qué le contratan de niñera cuando tanto Lucas como Flor están todo el día en casa. Al final la verdad sale a la luz y Lucas confiesa que simplemente estaba utilizando a Chus para que Flor sintiera celos. Una artimaña que, sin duda alguna, ha surtido efecto.
Por su parte, Adela sigue manteniendo el contacto con su madre. No pudo viajar a España para estar con ella el día de su cumpleaños pero le preocupa que su padre pueda engañarla como ya hizo en otras ocasiones en el pasado. Durante una conversación telefónica Adela le asegura que no quiere saber nada de su padre y justo en ese momento llaman a la puerta. Al abrir, Adela de lleva una desagradable sorpresa al ver que el visitante no es otro que su padre.
A pesar de las mil preocupaciones que tiene en Alemania, Álex no se olvida de su prometida. Agobiado por verla triste cada vez que conectan por Skype, Álex propone a Manuela que comparta piso con su amigo. De esta forma ella no estará sola y compartirán gastos, lo que les permitirá vivir un poco más desahogados. Para evitar que Álex sospeche que ambos están manteniendo relaciones sexuales mientras él lucha por un futuro mejor en Alemania, Manuela no tiene más remedio que aceptar la propuesta.