Crítica de El desorden que dejas (Serie)
Inma Cuesta y Bárbara Lennie encabezan el estupendo reparto de El desorden que dejas, un thriller rural producido por Netflix España con ecos de cine independiente, en la que el guionista y productor Carlos Montero adapta su propia novela y que es otra de las series imprescindibles de la estupenda cosecha que nos está dejando 2020 en la ficción televisiva nacional.
EL DESORDEN QUE DEJAS de Carlos Montero (Serie de Televisión)
Triunfar en la cultura popular consiste en hacer algo que no sea rupturista, que siga los esquemas de lo ya conocido por el gran público, pero que al mismo tiempo tenga ciertas diferencias que permitan destacar de otros productos. En este difícil equilibrio triunfa de pleno El desorden que dejas, una de las mejores series españolas del año, que consigue seguir esquemas comerciales pero con una mirada heredada del cine independiente y de autor europeo.
Que la acción de una serie se desencadene a partir de la aparición del cadáver de una mujer en una tranquila comunidad se ha convertido ya prácticamente en un cliché que remite a Mujeres desesperadas, que a su vez remitía a Twin Peaks. El subgénero de thriller de pueblo o de comunidad cerrada que se desarrolla a continuación se basa en un foráneo que llega al lugar y que es utilizado por el narrador para introducir al espectador en ese microcosmos y poder presentar como algo misterioso asuntos en teoría secretos pero conocidos por muchos de los que allí viven; en sus indagaciones el foráneo irá descubriendo que el pequeño mundo rural o suburbano es más turbio de lo que parece y se verá amenazado por los poderes también ocultos o incluso caciquiles y atávicos que rigen lejos de la gran ciudad.
Twin Peaks y Mentes peligrosas en la Galicia rural
El guion reúne muy bien todos estos elementos, como cabría suponer al tratarse el proyecto de la adaptación de una novela por parte de su mismo autor, Carlos Montero, con una amplia experiencia como guionista de series como Al salir de clase, El comisario o Física o Química, y que probablemente estará encantado de haber podido integrar las dos ramas de una carrera que hasta el momento había estado disociada entre productos alimenticios para televisión basados en el cliché y trabajos más cuidados y personales que tenía que dejar para la literatura. La nueva televisión que por fin se está haciendo en España parece haberle permitido encontrar financiación para llevar estos proyectos más elaborados al formato televisivo.
Para el espectador cinéfilo y seriéfilo más curtido El desorden que dejas puede parecer un refrito poco novedoso de múltiples referencias, como Rebeca, Twin Peaks, Mentes peligrosas, El quimérico inquilino y la reciente La última lección, entre otras, con un uso del acento gallego que ya no supone la bocanada de frescura que en su día fue Fariña, sino que más bien resulta un tanto forzado, puesto que no se está contando una historia real ni que no pudiera transcurrir en cualquier otra parte.
Pero no estamos ante un producto del cine de vanguardia sino ante una ficción televisiva en busca de un público amplio, y es comparando con las series en las que había trabajado Montero en el pasado como se puede apreciar el gran avance que supone que plataformas como Netflix estén produciendo un entretenimiento digno con personajes que se salen del estereotipo, tramas con contenidos que superan lo más banal y tonos y tratamientos heredados del cine independiente y hasta ahora casi inéditos en la ficción nacional para la pequeña pantalla.
Tráiler de El desorden que dejas (Original Netflix España)