Crítica de Asesinato en el Orient Express
La nueva versión de Asesinato en el Orient Express, que dirige y protagoniza Kenneth Branagh, es un entretenimiento muy correcto que sorprende precisamente por su clasicismo y por su modestia al no intentar ser más lista que el espectador en estos tiempos de vueltas de tuerca, sorpresas sin fin y deconstrucción de las historias. Michelle Pfeiffer destaca entre el espectacular reparto.
Un clásico británico (re)visto por Hollywood
Kenneth Branagh es un típico ejemplo de talento europeo del mundo de teatro fagocitado por Hollywood que ha pasado de llevar a cabo en su juventud ambiciosas adaptaciones de Shakespeare a no hacer ascos en los últimos años a proyectos tan descaradamente comerciales como Thor o Jack Ryan: Operación sombra, una entrega de las aventuras del personaje de los best-sellers de Tom Clancy. Su condición de artesano hollywoodiense de origen británico con un pasado de prestigioso adaptador literario hacía de él el candidato perfecto para una nueva versión cinematográfica de la obra más famosa de Agatha Christie, un título de la literatura popular inglesa para el que ha pasado el suficiente tiempo como para permitirle alcanzar directamente la categoría de clásico sin entrar en mayores consideraciones.
Tal vez escarmentado por el fracaso del remake de La huella que dirigió hace diez años, al afrontar ahora la actualización de otro título relevante del cine de suspense de los años 70, como fue la versión de Asesinato en el Orient Express de Sidney Lumet de 1974, Branagh ha desistido de cualquier intento de actualizar el original. Mientras La huella de 2007 intentaba acelerar el ritmo y dar varias vueltas de tuerca a los trucos y las piruetas del guión de modo acorde con los nuevos tiempos, su revisión de la obra de Christie y de la película de Lumet sorprende por su clasicismo, por no intentar evitar los ingredientes vetustos y decadentes de la historia sin regodearse tampoco en ellos, y por su ausencia de cualquier atisbo de ironía, posmodernidad o deconstrucción narrativa. Tal vez porque en cierta medida se lo puede permitir, puesto que la novela, a pesar de haber sido ya más que superada por la literatura negra moderna en cuanto a su construcción esquemática de personajes y su planteamiento del asesinato como pasatiempo de lógica, sigue resultando muy actual por su desenlace, que reconstruye todo el relato convirtiéndolo en una ficción dentro de la ficción destinada al protagonista, el detective que hace la función de ojos y oídos del lector, o en este caso del espectador.
Michelle Pfeiffer destaca entre el estelar reparto de Asesinato en el Orient Express
Por lo tanto, pese a ser muy entretenido y agradable de ver, poco aporta este nuevo Asesinato en el Orient Express al de 1974, sino que repite el elenco de estrellas en el reparto, entre las que destaca una Michelle Pfeiffer que acaba robando la función al resto de secundarios y casi al mismo actor principal y director, de nuevo un británico interpretando a Poirot, el detective belga más famoso del género policiaco, y una dirección clásica y funcional que no deja de tener algún que otro momento brillante, como el elegante plano cenital en el que se descubre el cadáver y tiene lugar el giro de la historia.
Tráiler de Asesinato en el Orient Express en Español
</ br>
Crítica de Asesinato en el Orient Express
- Dirección
- Guion
- Actores
Resumen
La nueva versión de Asesinato en el Orient Express, que dirige y protagoniza Kenneth Branagh, es un entretenimiento muy correcto, pero no aporta nada nuevo al original de 1974 del gran Sidney Lumet. De su estelar reparto destaca por encima del resto Michelle Pfeiffer.