Crítica de madre!
Quizás haya gente que considere a madre! la obra cumbre de Darren Aronofsky. Sin embargo, se trata de su película más egoísta y ególatra hasta el momento. El director juega a ser la versión perversa del cine de Godard, un reto demasiado grande para alguien como Aronofsky.
Delirios de grandeza
Mucho se ha hablado de la última y polémica película del director Darren Aronofsky, ‘madre!‘, aquél que fascinó a cinéfilos de medio mundo con cintas como ‘Réquiem por un sueño’, ‘El luchador’ o ‘Cisne negro’. Ya su paso por el Festival de Venecia vino con controversia, puesto que se convirtió en el primer filme en la historia de la Selección Oficial de la Biennale que tuvo sonoros abucheos por parte del público. Algo muy lógico, puesto que Aronofsky juega a ser cineasta una mezcla de David Lynch, Guillermo del Toro y Jean-Luc Godard.
Una mujer se despierta tras tener un extraño sueño en el que una casa quemada renacía. La mujer nota que el lado de la cama de su marido está vacío y decide ir a buscarle. Él es novelista y poeta y ambos han comprado una tranquila casa alejada del bullicio de la ciudad. Todo parece ir bien, están instalándose en su nuevo hogar. Sin embargo, por la noche llega un extraño hombre que dice ser admirador de la obra del poeta. Él, fascinando ante la llegada de un seguidor, decide invitar al desconocido a entrar. Este será el inicio de una serie de invitaciones incómodas que desembocarán en sucesos inesperados.
El director que se creyó artista dodecafónico
No es extraño que a una buena parte de la crítica le fascine la cinta, puesto que aparenta ser una cinta de autor pura y dura, que rechaza buscar el beneplácito del público. Ejercicio lleno de arrogancia y soberbia en el que Aronofsky, cineasta con mucha menos personalidad de la que pretende aparentar, decide ponerse al nivel de cineastas experimentales de renombre como los ya citados David Lynch o Jean-Luc Godard. Sin embargo, hay una gran diferencia entre Lynch, Godard y Aronofsky, los dos primeros optan por renunciar la coherencia narrativa y al lenguaje cinematográfico convencional para crear auténticos retratos abstractos como son ‘Carretera perdida’ en el caso de Lynch o de ‘La Chinoise’ de Godard, o su último filme, el más radical ‘Adiós al lenguaje’.
Sin embargo, el que estos cineastas abandonaran cualquier atisbo de coherencia o lógica narrativa iba en su ADN, además de ser consecuencia de una evolución acorde en su cine. El caso de Aronofsky es distinto, el director siempre ha sido uno de esos exponentes de híbrido entre cine comercial y de autor, como David Fincher o Paul Greengrass, además de tener como fuente principal el cine de Satoshi Kon. De ahí, que su ruptura no sea lógica y no se pueda ver como un filme insoportable pero fantástico, sino como el ejercicio más impertinente y ególatra de su carrera.
La película más arrogante de su filmografía
Utilizando de metáfora varios fragmentos bíblicos, el director pretende crear una especies de Jardín de las Delicias brutalista y anárquico, que en un continuo descenso a los infiernos dejando escenas repulsivas para el público. Aronofsky transforma su película en una versión gótica y bestia de una cinta de Albert Serra al ser ‘Madre!’ una obra con un uso excesivo del pathos en el que la trama se difumina en una serie de escenas viciosas en las que Jennifer Lawrence y Javier Bardem se envuelven una relación tóxica y sadomasoquista que pretende ser la metáfora de la Madre Tierra ultrajada ante la omnipotencia de un Dios todopoderoso.
Sí, gustará a cierta crítica que desprecia el gusto popular del espectador pero eso no convierte al filme en esa obra maestra de la que se pretende alardear. Es más su esperpéntica estética se convierte en un ejercicio autocondescendiente que convierte a este thriller psicológico en un cuadro banal y altanero de un cineasta que se cree el Schoenberg del cine cuando, en realidad, es un simple narcisista. No es un filme fallido, puesto que ‘Madre!’ es intencionadamente cruel con el espectador, pero sí la demostración de que a Aronofsky su propia fama le ha jugado una mala pasada.
Tráiler español de ‘Madre!‘
Crítica de Madre!
- Dirección
- Interpretaciones
- Guion
- Fotografía
- Efectos visuales
Resumen
Hecha para aquellos a los que les fascina el cine de Albert Serra. Aronofsky quiere jugar en una liga que le viene muy bien. Sin duda, su obra más egoísta, arrogante y narcisista.