Crítica de El niño 44
Hacía ya tiempo que no se veía un thriller histórico hollywoodiense ambientado en Europa. ‘El niño 44’ supone una incursión en esa oscura historia de la Unión Soviética de Stalin, esa que apenas se ha retratado en el cine, y mucho menos más allá de las fronteras del gigante ruso. Dirigida por el sueco Daniel Espinosa, la cinta cuenta con un plantel de lo mejor del cine europeo, liderado por Tom Hardy, Noomi Rapace y Gary Oldman.
Unión Soviética, años 50. Se está en la etapa de terror impuesto por el tirano Stalin. Leon Demidov es un guardia de seguridad que fue considerado un héroe durante la Segunda Guerra Mundial. Sus creencias en el comunismo son muy fuertes. Sin embargo, todo su mundo y sus ideales se vendrán abajo cuando empiece a investigar una serie de asesinatos a niños. El gobierno lo releva de su cargo y decide encubrir la investigación para evitar que los ideales socialistas se vean en evidencia. Pero Leon hará todo lo posible por esclarecer estos de crímenes, que esconden a un peligroso asesino en serie que continúa con la matanza. Sólo tendrá el apoyo de Raisa, su esposa.
Basada en el best-seller homónimo de Tom Rob Smith, la cinta ya partía con que su contraparte literaria era una novela histórica…pero de ficción. Partiendo de esa base, esta propuesta peca de querer tener ese aire solemne de cine de época basado en hechos reales. Con lo cual, ‘El niño 44’ no empieza con buen pie.
Si a no empezar bien se une el que el realizador no sabe decantarse por ningún género en concreto, la propuesta de convierte en una amalgama de cine histórico, bélico, thriller y de acción. Sin llegar a ningún punto en concreto, esta mezcla –que podría haber sido interesante de haberse decantado más por un tema en concreto– se convierte una cinta irregular, sin un mensaje coherente y con un metraje realmente excesivo.
Una cinta que se siente fallida, sobre todo porque tenía todos los ingredientes para convertirse en un buen thriller histórico con ciertas dosis de crítica política. Con un cineasta nórdico, experimentado en crear buenas películas del género como ya hizo con ‘Dinero fácil’ y elenco estupendo. Tom Hardy es realmente el que “salva los muebles” del filme, le da credibilidad a su personaje y le aporta cierto aire de antihéroe. La paisana del director, Noomi Rapace, cumple con su papel pero se siente desaprovechado como también el del gran Gary Oldman.
Y eso que hay que obviar que los casos reales en los que se basa la trilogía literaria de Smith sucedieron en la URSS de los 80 y 90, muy alejada de la época de terror de Stalin. Un error histórico grave pero perdonable porque es una historia de ficción. También es verdad que otra de sus virtudes es su acertada ambientación.
‘El niño 44’ es una cinta irregular, carente de motivación concreta y llena de cabos sueltos. Una obra que tiene un comienzo interesante, pero que pierda fuerza a cada segundo que pasa. Su extensa y exagerada duración, junto con su falta de coherencia provoca una propuesta inverosímil y que lleva a una sensación de amargura que ni siquiera su fabuloso reparto consigue quitar. Una oportunidad pérdida.