Crítica de After Earth (2013)
Una vez más el irremediable poder de la curiosidad, ese afán por no creer lo que nos cuentan, vence a esos ecos desde los Estados Unidos con una desastrosa recaudación, que nos han avisado de lo que nos iba a caer encima pero terminamos dándole una oportunidad a este tipo de películas. After Earth llega a nuestras pantallas con el reclamo de Will Smith, un auténtico seguro en la taquilla en la última década, pero nada, ni nadie, será capaz de salvar este subproducto de la más ponzoñosa ciencia ficción.
Tras las cámaras M. Night Shyamalan, quien llegó a ser un proyecto de buen director con El sexto sentido o Señales, para descubrirse luego como todo un nombre a evitar con desastres del calibre de La joven del agua o Airbender. Aunque, como dicen las malas lenguas, su labor en esta película bien puede haber sido la de poner simple y llanamente su nombre, para sacarse un dinerillo extra que le ayudará a culminar su deseada trilogía comenzada con El Protegido.
Pero lo peor no está tras las cámaras, lo verdaderamente traumatizante de esta pseudo película es su elenco protagonista. Will Smith, en un papel mucho más testimonial de lo que muchos creen, y Jaden Smith, como principal baluarte donde recae todo el peso de After Earth. Un auténtico rey de la pedantería a su temprana edad, que de seguir así podría acabar con su carrera artística poco después de empezarla, no es lo mismo acompañar el peso de una película junto a Jackie Chan que valerte sólo por ti mismo. Una vez más, se nos presenta un futuro apocalíptico y una aventura en una Tierra futura, rodeada de peligros y monstruos “Avatarianos”, con un hijo en la búsqueda de la salvación de su padre, luchando contra viento y marea con más intención de lucir palmito y habilidades que la de buscar cura alguna.
Poca culpa tiene Jaden Smith, de no haber sido educado correctamente cinematográficamente hablando, y poniéndolo como protagonista absoluto de una película donde la gran parte del metraje le presenta a él solo contra el mundo y la adversidad, con una patente falta de tablas, que deja en evidencia todas y cada una de sus carencias interpretativas. Posiblemente uno de los más jóvenes “caras de cartón” de la historia del cine, con una frialdad y una falta de intención en la actuación bastante acuciantes.
After Earth es un producto ambicioso, pretencioso, ultra caro en su presupuesto y terriblemente mal resuelto. Jaden ni Will Smith son Tom Hanks, y esto tampoco es Náufrago, cada uno tiene que saber donde están sus límites. Un mal trabajo de Shyamalan, con una película de trazo grueso, aburrida, sin posibilidad de empatizar con los protagonistas y de sumergirte en el metraje. Previsible, tosca y carente de personalidad y magia. Se veía venir, pero a veces nos autoconvencemos de lo imposible, el Apocalípsis real de After Earth estará en nuestras mentes cuando la visionemos, y al precio de las entradas de hoy en día y la crisis de los cines este tipo de producciones desde luego no ayudarán en nada a las salas. Firme candidata a peor película del año, Wild Wild West al lado de ésta es Centauros del Desierto.