Crítica de Shin Godzilla
Godzilla vuelve dejando un halo de caos y destrucción ideal para un regreso por la puerta grande. El monstruo gigante japonés tiene, por fin, un reboot digno de su tamaño. Todo gracias a Hideaki Anno, el creador de Neon Genesis Evangelion.
Japón vuelve a estar bajo el terror del monstruo
Llevar a la mítica bestia Godzilla a la gran pantalla de nuevo siempre es un reto. Gareth Edwards logró pasar el aprobado, por los pelos, con su adaptación cinematográfica en 2014. Tal fue la aceptación, que en Japón, el país natal de la criatura, decidieron recuperar al monstruo, que no protagonizaba ninguna producción original de Toho desde 2004. Fruto de ello es ‘Shin Godzilla’, codirigida por el aclamado realizador Hideaki Anno y que se pudo ver en el 49º Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges y que forma parte del Sitges Tour A Contracorriente.
Cerca del mar, en Japón, un extraño monstruo empieza a emerger, esa criatura parece una iguana gigante y empieza a causar el terror por donde pasa. El Gobierno japonés considera que no es peligrosa, puesto que no puede salir del agua. Sin embargo, el monstruo empieza a crecer, convirtiéndose en una bestia gigante de más de 110 metros de altura y capaz de destruir una ciudad entera. Con la criatura, llamada Godzilla, rumbo a Tokio, el gobierno tendrá que ponerse manos a la obra en una lucha contrarreloj para derrotar a la bestia y asegurar el bienestar de los ciudadanos.
La versión más política de Godzilla
Godzilla fue la manera del pueblo japonés de canalizar su miedo en un posible nuevo ataque nuclear al país, como también de servir de metáfora por el daño que les había causado la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki. De hecho, esa es la principal referencia de la primera película protagonizada por la bestia, ‘Godzilla. Japón bajo el terror del monstruo’. En este reboot, Hideaki Anno, que codirige la película junto con Shinji Higuchi y escribe a solas el guion, retoma el miedo a una crisis nuclear tras la tragedia ocurrida en 2011 con Fukushima. De ahí, que ‘Shin Godzilla’ sea un regreso por todo lo alto para el monstruo de Toho y ofrezca una visión muy fiel a los orígenes de la criatura, algo que ningún remake estadounidense, aunque Edwards se le acerque, ni tampoco ninguna producción de Toho de las últimas lograron.
De hecho, Anno acierta en centrar el foco dramático de la trama en los entresijos políticos del gobierno, donde se desprende una fuerte crítica la burocracia japonesa, al no ponerse de acuerdo en cómo enfrentarse al monstruo, además de actuar cuando la destrucción ya ha acabado con la vida de miles de personas. No sólo eso, el cineasta también evidencia la gran dependencia internacional que tiene el país con Estados Unidos, responsable indirecto de la creación de la criatura. De ahí, que ‘Shin Godzilla’ tenga cierta vena de sátira kafkiana que logra romper las discusiones estériles gracias al apoyo científico, auténtico héroes en la trama. Por ello, la cinta gana varios puntos al tener un guion sólido en el que apoyarse cuando no se muestra a la bestia destruye el mundo.
Un regreso por todo lo alto
Porque ‘Shin Godzilla’ logra tener unos efectos visuales cuidados, aunque tenga un inicio algo arcaico que sirve de homenaje a la cinta original de 1954. De hecho, la destrucción de Tokio y las ciudades colindantes logra tener imágenes épicas, algo que no es de extrañar, Anno es el creador de ‘Neon Genesis Evangelion’ e Higuchi fue el director de las cintas en imagen real de ‘Ataque a los titanes’. De ahí, que la cinta combine muy bien acción y drama político.
Todo esto hace de ‘Shin Godzilla’ un regreso magnífico del monstruo a la gran pantalla. Un ejemplo con el que tanto las próximas producciones japonesas como las estadounidenses deben fijarse. Un auténtico espectáculo visual con cierta denuncia social y política. Maravillosa.
Tráiler en español de Shin Godzilla
Crítica de Shin Godzilla
- Dirección
- Guion
- Interpretaciones
- Efectos visuales
- Fotografía
Resumen
Godzilla vuelve más grande y más espectacular que nunca. Por fin una producción japonesa digna de la cinta original de 1954. Hideaki Anno trae un aire renovado a la saga.