Crítica de Land of Mine. Bajo la arena
Magnífico alegato antibelicista y que pone de manifiesto que, en una guerra, el principal damnificado es la humanidad. Una película que habla sobre lo malo de la venganza y el lado oscuro de la victoria. Estupenda
En la cinta de culto ‘Battle Royale’, Kinji Fukasaku obligaba a 42 estudiantes de secundaria a matarse los unos a los hasta que sólo quede uno. Sus miradas de terror y de inocencia perdida eran, sin duda, lo mejor de una película que, pese a ser magnífica, no estaba a la altura de la novela en la que estaba basada. Esa misma mirada de terror, de juventud malgastada es vista en ‘Land of Mine. Bajo la arena’, dirigida por Martin Zandvliet, premio del público en el 53º Festival de Gijón, nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa representando a Dinamarca y ganadora de tres galardones en los Premios de Cine Europeo.
La Segunda Guerra Mundial ha terminado, pero el conflicto no acaba tras firmarse los tratados de paz. En Dinamarca, el ejército nazi dejó las playas infestadas de minas. Por ello, el gobierno danés obliga a todos los prisioneros de guerra alemanes, unos 2.000 soldados, a desactivarlas una por una, con el riesgo de morir en el intento. El sargento Carl Leopold Rasmussen, lleno de odio a todo lo alemán tras el horror que provocaron en el país, será el encargado de instruir a 14 reclutas y de vigilar que logren desactivar todas las minas de su sector. Lo que no esperaba Rasmussen es que los soldados iban a ser chicos adolescentes de apenas 15 años de edad, niños que fueron obligados a servir a un país y de luchar en una guerra en la que no querían estar.
El lado oscuro de la victoria
Basada en hechos reales, la cinta trae un oscuro y desconocido episodio de la posguerra de uno de los peores conflictos bélicos ocurridos en el mundo en la Edad Contemporánea. Sorprende, gratamente, ver cómo Zandvliet, que también firma el guion, trae unos personajes que sobrecogerán al espectador por el hecho de empatizar con esos jóvenes asustados, miembros del ejército alemán, pero inocentes al fin y al cabo. El cineasta acierta con ese retrato pero también por evitar maniqueísmos de buenos y malos que, sin duda, hubieran destrozado la película.
Porque ‘Land of Mine. Bajo la arena’ es, ante todo, un alegato pacifista y antibelicista en el que la principal víctima de una guerra no es un bando u otro sino la muerte y desolación que dejó a su paso, las terribles consecuencias que se arrastran, cómo también el ver que, realmente, en el ejército no todo el mundo luchaba convencido, sino más bien obligado. Todo ello se puede ver en esos 14 chiquillos, que sólo desean volver con sus madres, estudiar o trabajar en la carpintería familiar. De hecho, ese retrato resulta tremendamente espeluznante, al sentir que la muerte está demasiado cerca de ellos, en ver cómo pagan los rencores de gente que padeció los horrores de otros.
Estupendo alegato antibelicista
En ese sentido, es el reparto también el que ayuda a entrar en la película, mostrando a una juventud desolada, al borde la muerte, con mirada penetrante, aceptando que su destino más cercano es la muerte. En esto vale la pena destacar la actuación de Louis Hofmann, líder de los chicos y, sin duda, símbolo de aquellos jóvenes. A su lado está Roland Møller, el sargento danés lleno de odio a lo alemán que sabrá perdonar y ver en esos chicos humanidad, algo que se había perdido en la guerra.
Esto convierte a la cinta en un magnífico relato antibelicista, lleno de humanidad, necesaria para recordar que, quien siempre pierde en las guerras es la persona, la sociedad en sí y que el odio sólo lleva a más odio. Un filme que invita a pensar en la necesidad de la redención y el olvidar el rencor. Junto con la espléndida ‘Frantz’ de François Ozon, demuestran que la necesidad de mostrar más este tipo de arte, especialmente en una época turbia y llena de incertidumbres a nivel político. Espléndida y muy humana.
Tráiler en español de Land of Mine. Bajo la arena
Crítica de Land of Mine. Bajo la arena
- Dirección
- Interpretaciones
- Guion
- Fotografía
- Montaje
Resumen
Profunda reflexión sobre el sentido de la venganza y la necesidad del perdón y la conciliación. Magnífica película gracias a su mensaje antibelicista y su estupendo reparto.