Crítica de Expediente Warren: El caso Enfield
James Wan con ‘Expediente Warren’ logró un éxito sin precedentes en el cine de terror actual. Logró convertirse en la segunda película de terror original más taquillera de la historia tras ‘El exorcista’. La cinta, inspirada en casos reales que investigó el matrimonio Warren en la vida real, consiguió recuperar ese prestigio perdido en el género. Su secuela levantó alguna suspicacia pero ‘Expediente Warren: El caso Enfield’ logra superar sus propias expectativas y mantiene la esencia de la cinta original.
Ed y Lorraine Warren se han convertido una reconocida pareja de demonólogos gracias al suceso que se vivió en la casa de la familia Perron. Pese a ese prestigio, existe una vena escéptica sobre ellos. Decididos a apartarse durante un tiempo de la investigación de sucesos paranormales tras unas horribles visiones que tuvo Lorraine prediciendo la muerte de su marido. Sin embargo, una fuerza sobrenatural invade la tranquilidad de una familia en Londres, en la que una madre divorciada ve cómo un espíritu ha poseído a una de sus hijas. Los Warren decidirán salir de su retiro para averiguar cómo eliminar a esos espíritus malignos.
James Wan vuelve a aplicar las mismas fórmulas que utilizó en la primera cinta, un thriller clásico, con momentos de tensión bien calibrados y estratégicamente colocados, tiempos en los que cada susto aterroriza y en los que sabe utilizar elementos de la vieja escuela que tan bien funcionaron en los clásicos de terror de los años 70 y 80. Con lo cual, y pese a que la fórmula se repite, el resultado funciona, dejando una película con nervio, hecha para entrar en una auténtica casa del horror, en la que el espectador se sentirá atrapado por esas fuerzas malignas.
Juntos a unos elementos bien ensamblados está también un dúo protagonista magnífico: Vera Farmiga y Patrick Wilson. Ambos logran, de nuevo, traer la solución al conflicto, enfrentándose al mismísimo demonio. En esta entrega habrá más dudas respecto a lo que se dedican, el peso del reconocimiento los persigue, así como esas premoniciones que tiene Lorraine como advertencia, los protagonistas ganan en trasfondo y eso beneficia enormemente a la cinta.
El caso sigue siendo real, Wan vuelve a apostar por la austeridad, en la que su fuerza reside en recursos clásicos como la luz, los sonidos o los planos de cámara. El realizador de cintas de terror como ‘Saw’ o ‘Insidious’ y de taquillazos como ‘Fast & Furious 7’ demuestra que ha podido traer una digna secuela que, aunque no brille tanto como su predecesora, logra romper el mal de las segundas partes, que en este caso sí son buenas.
No obstante, el haber repetido el repertorio, aunque funcione, provoca una pérdida de originalidad ante la anterior propuesta. Eso no le resta puntos, por supuesto, pero sí deja entrever que, en caso ya de una tercera parte, el equipo técnico y de guión tendrá que innovar y proponer algo diferente, si no se corre el riesgo de acabar siendo una versión de terror y paranormal de ‘Los casos del Departamento Q’. ‘Expediente Warren: El caso Enfield’ asustará y provocará que el espectador desee verla a plena luz del día, aunque pese a eso, será muy difícil de escapar de la angustia que provoca. Una magnífica propuesta, el susto está asegurado.
Valoración de 'Expediente Warren: El caso Enfield'
- Dirección
- Guión
- Interpretaciones
Resumen
Mantiene la esencia de la original y sabe traer nuevos elementos de terror para el público. Magnífica y creíble secuela.