Análisis The Walking Dead Temporada 4 capítulo 14 “The Groove”
Lo que no pocos esperábamos ya es un hecho, The Walking Dead ha vuelto por sus fueros y comienzan a presentarse los mejores capítulos de la cuarta temporada de la serie, y como veréis en el siguiente análisis del capítulo 14 de la temporada 4 de The Walking Dead “The Groove” (La Arboleda), viviremos inesperados momentos de gran impacto y calado emocional. Todos nos pusimos los pelos de punta tras ver los avances de la AMC que mostraban en gran nivel de peligro a los supervivientes protagonistas de este capítulo 4×14, Tyreese (Chad Coleman) , Lizzie (Brighton Sharbino), Mika Samuels (Kyla Kenedy), Judith, y la nuevamente llegada Carol (Melissa McBride). Como de costumbre, nunca nada es lo que parece en The Walking Dead, y en este caso no se rompe la norma, pero el cambio es a algo mucho más sorprendente aún que lo que podíamos imaginarnos. A partir de aquí no van a faltar los “SPOILERS“, así que si aún no habéis visto el episodio os recomendamos encarecidamente que lo hagáis, lo disfrutéis y nos visitéis posteriormente para analizarlo en profundidad.
El grupo de supervivientes de “The Walking Dead” sigue disperso tras el asalto y ejecuciones indiscriminadas del Gobernador en el episodio 4×8 “Too Far Gone”. Por un lado tenemos a Rick (Andrew Lincoln), Carl (Chandler Riggs) y Michonne (Danai Gurira), por otro a Bob Stookey (Larry Gilliard Jr.), Sasha (Sonequa Martin) y Maggie Greene (Lauren Cohan), un nuevo frente compuesto por nuevos y viejos conocidos con el sargento Abraham Ford (Michael Cudlitz), Rosita Espinosa (Christian Serratos), el Doctor Eugene Porter (Josh McDermitt), Glenn Rhee (Steven Yeun) y Tara (Alanna Masterson), y por último está la pareja de protagonistas que con diferencia más está dando que hablar en las últimas semanas, por su afinidad y por los hechos acontecidos alrededor de ellos, y compuesta por Daryl Dixon (Norman Reedus) y Beth Greene (Emily Kinney), que directamente no forman parte del episodio 4×14 de The Walking Dead “The Groove”, pero si indirectamente.
En “The Groove” (La Arboleda), lo inquietante comienza desde el primer minuto. Escuchando de fondo una vieja canción en lo que parece una clásica gramola, y el ensordecedor ruido de un calentador de agua hirviendo, vemos a una niña jugar en el exterior de una casa en el bosque. La chica, divertida y alegre parece no estar jugando sola, y para nuestra sorpresa, su acompañante en el juego no es un ser humano, ni siquiera un ser vivo, sino que es uno de los mortales caminantes que plagan de sangre el universo apocalíptico de The Walking Dead.
Tras este intenso preámbulo, comenzamos el capítulo 14 de la cuarta temporada de The Walking Dead, con Lizzie y Carol hablando a altas horas de la noche. La pequeña parece no querer dormir para cuidar de Carol, contándole como defendió a Tyreese en el asalto a la prisión, y cómo apretó el gatillo para matar a varios de esos asaltantes con certeros disparos en la cabeza. Lizzie también le preguntará si en el denominado “Santuario” también habrá más niños, y la veterana superviviente le replicará que si sus padres han conseguido que estén sanos y salvos los habrá. La pequeña volverá a contestarle, indicándole que quizás como ella hizo en su momento, hayan sido esos niños los que hayan defendido y salvado en el peligroso camino a sus progenitores. Lizzie sigue mostrando su madurez y su frialdad a la hora de hablar sobre la muerte de los humanos, decididamente su paso por la prisión la ha marcado para siempre. Finalmente hablan brevemente de la ya fallecida hija de Carol, Sophia, y Lizzie achaca a la falta de maldad de ésta para que no haya conseguido mantenerse con vida.
Los cuatro supervivientes siguen su camino a buen ritmo, en una aparente tranquilidad donde hablan de forma distendida sobre cuales serían sus roles en el la popular historia de Tom Sawyer. Carol y Tyreese, pese a la trágica historia que les une a ambos pero que él no conoce, congenian bien y ella le ayudará a curarse sus heridas. Tyreese en su momento de furia tras la misteriosa muerte de su novia Karen, aparentaba ser un implacable superviviente sin miedo a nada y destructor de zombis, pero en calma parece no afrontar de forma tan decidida sus acciones contra los caminantes. En las vías del tren que siguen, Tyreese escuchará a un muerto viviente que se derrumbará quebrando sus mugrientas piernas antes de llegar a él, pero ante la insistencia de Lizzie, que ya Carol le advirtió que veía a los zombis más humanos que los propios vivos, el superviviente optará por no darle el golpe de gracia.
Por otra parte, la adorable Mika y Carol emprenden un camino juntas en busca de víveres, pero todo es una excusa, ya que Carol quiere hablar con la pequeña para advertirle que debe ser más decidida en sus acciones frente al peligro, dejar de ser una niña en la medida de lo posible y no dudar nunca a la hora de apretar el gatillo. Mika le responderá que ella sólo es capaz de hacer lo que le pide con los caminantes, pero que nunca podrá hacerlo con un ser humano, señalando como ejemplo el momento en el que tuvo a tiro a varios de los asaltantes de la prisión siéndole imposible el dispararles. Entre la discusión entre ambas se darán de bruces con una casa que podría presentarse como un seguro hogar temporal para este reducido grupo.
Tyreese y Carol entrarán los primeros en la vivienda para asegurarla y eliminar todo rastro posible de caminantes, mientras fuera, Mika, Lizzie y Judith quedan sentadas en sendas sillas frente a lo que parece una improvisada tumba. El peligro nunca deja de acechar en The Walking Dead, y aquí en el capítulo 4×14 “The Grove” (La Arboleda) no podía ser menos. Un amenazante zombi aparecerá tras una puerta sorprendiendo a las tres pequeñas. Lizzie se quedará paralizada, en parte por no ver a los muertos vivientes como seres del averno, pese a fallar un par de disparos, será finalmente la frágil Mika la que atraviese la cabeza del caminante con una bala, acabando, por el momento, con el peligro. Lizzie se quedará en shock, y no precisamente por la amenaza reciente, sino por el cariño que tiene a estos retornados de la muerte.
Una vez en el interior vuelve la paz y el optimismo. La pequeña Mika encuentra una muñeca a la que no tarda en ponerle nombre y jugar con ella. Tyreese por su parte se encuentra pletórico, ya que no recordaba la última vez que estaba en un hogar como ese. Recordemos que desde su entrada en la serie nunca le hemos visto en otro lugar seguro que no fuera la prisión. Bajo el calor de la lumbre y la preparación de una cómoda cena, dejaremos a este grupo de supervivientes hasta el amanecer. Carol se encontrará calentando agua, pero algo proveniente del exterior perturbará su tranquilidad. Lizzie parecía estar jugando con su hermana o alguna amiga invisible, pero sorprendentemente lo hace con un caminante a la que incluso ya le ha puesto nombre. Carol se apresurará a ayudar a la pequeña y matará al zombi de una certera cuchillada en el cerebro. Lo que no se espera es que Lizzie la terminará recriminando, ya que para ella sólo era una amiga que quería alguien con quien jugar.
Carol y Mika emprenden un nuevo camino solas, esta vez en busca de un ciervo. Un fuego en los alrededores llama la atención de este grupo de supervivientes desde la llegada a este contorno, siendo claro que poco antes pasaron por ahí Beth y Daryl, los cuales prendieron fuego a una antigua destilería. Terminarán encontrando al ciervo, pero una vez más Mika no apretará el gatillo, la pequeña decididamente no acepta dar muerte a ningún tipo de ser vivo. Tras esto serán Carol y Tyreese los que saldrán en busca del agua de un pozo cercano, y él se sincerará apostando por la recién encontrada casa como un lugar donde quedarse, aparcando a un lado su travesía hasta el desconocido “Santuario”. Parece que al igual que Sasha, el miedo ante saber o encontrar que ésta está muerta, le aleja de la idea y la posibilidad de dar encuentro a los supervivientes que no murieron en la prisión.
Solas en la casa, Mika descubrirá que su hermana Lizzie se ha marchado sola al bosque, encontrándola dándole de comer una rata al zombi que Tyreese decidió no matar en las vías del tren. La más pequeña intentará convencer a Lizzie que no haga esas cosas y que sea consciente del peligro de los caminantes, pero en medio de la conversación una impactante imagen les helará la sangre. Un numeroso grupo de muertos vivientes calcinados, provenientes de la destilería en llamas, verá en las niñas un apetecible bocado para saciar su sed de sangre. Ambas correrán a toda prisa y con la ayuda de Tyreese y Carol que aparecerán para ayudarlas, darán fin a todos los caminantes a través de múltiples disparos en la que es una de las secuencias más impresionantes del capítulo 14 de la cuarta temporada de The Walking Dead “The Groove” (La Arboleda).
Una vez de vuelta en la casa, y ante la tranquilidad de la noche, Lizzie parecerá aceptar el peligro y las acciones a tomar respecto a los muertos vivientes, lo que tranquilizará a Carol y compañía. A la mañana siguiente, Tyreese y la veterana superviviente, se dirigirán a la búsqueda del venado, aunque no lo encontrarán y Tyreese terminará sincerándose con ella. Le contará sus pesadillas con Karen, ya que su muerte parece haberle traumatizado de por vida y asola a cada noche sus pensamientos. Carol no sabrá que hacer, y romperá a llorar tras sentirse culpable por esos hechos, aunque ella no se sincerará con Tyreese. Tras la charla y el fracaso en la caza, se dispondrán a volver a su temporal hogar, lo que no sabrán es la brutal pesadilla que allí les espera.
En lo que es una de las secuencias más sórdidas, espeluznantes y potencialmente traumatizantes de toda la cuarta temporada de The Walking Dead, e incluso de la historia de la serie hasta el momento, vemos a Lizzie portando un cuchillo en su mano ensangrentada. Dentro de su tremenda locura, ha decidido matar a su pequeña hermana Mika, que aparece moribunda junta a ella y cubierta de sangre, con la intención de esperar para que se convierta en caminante. Su obsesión por los muertos vivientes y su dislocada mente dan lugar a un hecho fatal que cambiará para siempre a este grupo de supervivientes. Por si fuera poco, Lizzie apuntará con una pistola a Carol cuando ve que ésta se dirige a Mika, ya que no quiere que nadie le dispare en la cabeza, para así posibilitar su transformación en zombi, aunque Carol no tardará en convencerla para que baje el arma. La pequeña Judith, junto a la fallecida Mika, salvará su vida de auténtico milagro una vez más.
Carol y Tyreese hablarán en el interior de la casa sobre el futuro del grupo tras la muerte de Mika a manos de su hermana. El superviviente reconocerá que Lizzie le ha confesado que ella era quien alimentaba a los zombis desde dentro de la prisión, pero Carol le asegurará que ella no fue quien mató a Karen ni a David. Finalmente decidirán que Lizzie no puede estar ya junto a otras personas. En la siguiente secuencia, Lizzie y Carol saldrán al exterior a caminar y a hablar sobre lo ocurrido. La pequeña se derrumbará al ver que la veterana superviviente está enfadada con ella, pero su locura seguirá bien presente, ya que asumirá que ese enfado se debe a apuntarle con el arma y no por haber matado a su hermana Mika.
Si la imagen anterior os impactó esta no se quedará atrás. Lizzie seguirá envuelta en lágrimas y Carol le pedirá que mire a las flores para relajarse, pero no será sólo por eso, ya que su intención es acabar allí y ahora con su vida de un certero disparo, que pondrá fin a su demencia, y a una corta vida que quizás ya estaba muerta desde mucho tiempo atrás. La última sorpresa del capítulo 4×14 “The Groove” (La Arboleda) de The Walking Dead, ocurrirá con Carol y Tyreese en el interior de la casa. Ella le pasará a él una pistola a través de la mesa, antes de confesar que mató a Karen y David para acabar con el germen de la fiebre desde el primer momento. Tyreese quedará tremendamente sorprendido, su tormento ya tiene un culpable seguro. Por sorpresa, el superviviente le preguntará si la muerte de su novia fue rápida e indolora, a lo que ella responderá que sí, y Tyreese la perdonará pero a su vez asegurando que nunca lo olvidará y que ya no pueden seguir viviendo juntos allí.
La última secuencia que veremos en este sorprendente y brutal nuevo episodio de The Walking Dead nos mostrará a los dos supervivientes, con la bebé Judith en la espalda de Tyreese, rumbo al “Santuario”. Atrás dejarán a las dos pequeñas enterradas en sendas tumbas y al caminante postrado en las vías del tren.
CONCLUSIÓN
Sabíamos que The Walking Dead sería The Walking Dead cuando quisiera. Como es costumbre lo mejor se nos deja para el final, y tras un prometedor episodio 13 de la cuarta temporada de The Walking Dead “Alone”, la serie sigue superándose a sí misma en la recta final de la cuarta temporada. “The Groove” es uno de los más oscuros y tenebrosos episodios de la historia de la serie. Ya no por lo visual, sino por lo perturbador de la mente humana de una pequeña traumatizada por una infancia imposible en un mundo rodeado de muerte. Queda claro que en The Walking Dead ya no hay lugar para debilidades, si tienes algún punto flaco morirás, no podrás mirar atrás. Lizzie se ha desarrollado pronto como un personaje con una mente tan retorcida o incluso más que el propio Gobernador (David Morrissey), y de haber seguido con vida podría haberse convertido en toda una bomba de relojería para el grupo. Pero pese a su pérdida, su registro quedará por siempre grabado en la memoria de los fans de la serie y en el devenir de la misma, ya que Carol y Tyreese a buen seguro ya no volverán a ser los mismos tras esto.
La pequeña Mika y su debilidad la conducían hace tiempo hacia un trágico final, pero aún así, y sobre todo por tenerlo a manos de su hermana, nos ha sorprendido y helado el corazón. Carol sigue mostrándose como el personaje más sufrido en “The Walking Dead”. Tras sufrir los maltratos y vejaciones de su marido, la desaparición y muerte de su hija y el rechazo de los supervivientes de la prisión, ahora ha tenido que enfrentarse ante el fatal destino de unas niñas que la trataban y veían como una madre adoptiva. El personaje de Carol es espectacular, y es una de las transformaciones más notorias y llamativas desde el origen de la serie en formato televisión, hay que quitarse el sombrero ante sus actuaciones.
Entramos ya en la recta final, y sólo dos episodios nos separan del previsible épico final de la cuarta temporada de The Walking Dead. En el próximo capítulo 4×15 “Nosotros”, veremos por primera vez el llamado “Santuario” y posiblemente el primer reencuentro entre supervivientes, aunque no sabemos si será o no feliz. Quizás sepamos algo también del paradero de Beth y el destino de Daryl, a la vez que podríamos tener ya los primeros esbozos del nuevo villano de “Los Muertos Vivientes” del cual se ha asegurado que hará aparición antes de que finalice la temporada, y se ha descartado que sea Joe, el jefe del grupo de bandoleros. Quedan tantos puntos por resolver, y tantos misterios sin respuesta, que sólo podemos esperar unos escabrosos, terroríficos y aplastantes dos últimos capítulos hasta el nuevo parón de la serie que dejará, y con razón, a muchos deprimidos. Sin The Walking Dead siempre nos falta algo, por lo que mejor que podemos hacer es disfrutar al máximo de lo que nos queda. No olvides de volver y vivirlos con nosotros con nuestros avances y análisis.
VALORACIÓN FINAL: 9,5
Este fue nuestro análisis del capítulo 14 de la temporada 4 de The Walking Dead “The Groove” (La Arboleda). ¿Qué os ha parecido? ¿Qué esperáis del siguiente?