Tras el éxito de Cincuenta Sombras de Grey
No todos los cinéfilos están duchos en materia literaria, pero quienes conozcan el sector probablemente estén al día de lo que ha sucedido en el género de narrativa para adultos. La eclosión de Cincuenta Sombras de Grey ha revolucionado la industria ya hace 24 meses y las novelas eróticas, principalmente para público femenino, siguen apareciendo y formando sagas a un ritmo imparable.
Cincuenta Sombras de Grey se estrena en cines el 13 de Febrero de 2015.En literatura ha sido traducida esta historia de erotismo sadomasoquista a 52 idiomas y ha vendido más de 90 millones de ejemplares en todo el mundo. ¿Debemos esperar una avalancha de cine erótico a partir de ahora?
El cine erótico es un arma de doble filo. Por un lado cuenta con lo escandaloso y la novedad para ser atractivo al público, sin embargo es ese carácter de “lo prohibido” y “para adultos” lo que limita su taquilla e incluso su promoción publicitaria.
Intentos previos del cine erótico se han sucedido con más o menos acierto. Conocidas producciones de este género fueron Diario de una ninfómana, Habitación en Roma, La historia de Linda Lovelace, la revolucionaria Sex & Zen 3D: Extreme Ecstasy y Anticristo de Lars Von Trier.
Este director precisamente es el que recientemente ha querido demostrar que el público del siglo XXI está totalmente preparado para acoger títulos de un erotismo palpitante, para lo que ha planificado un doble estreno de su Nymphomaniac, entre finales de 2013 y principios de 2014, en la que cuenta la historia de una ninfómana que, a los 50 años de edad, hace un repaso a su vida.
Por una parte, Lars von Trier es siempre controvertido y polémico, así que su nombre al lado de un título de este género hace que el espectador conocedor de su filmografía levante la cabeza con la boca semiabierta como signo de entendimiento. Si Lars Von Trier está detrás del proyecto, es normal que el film sea algo tan escandaloso. ¿Pero realmente está el público preparado?
En España Universal Pictures no ha dudado en el éxito que tendrá Cincuenta Sombras de Grey. Siendo más aceptada por los lectores de todo el planeta, cuenta con el escándalo enmascarado de romance lo que (esperan) serviría de moderación en la clasificación por edades del film, principal peligro que tiene este tipo de películas en caso de que sus escenas sean demasiado explícitas.
No obstante, la “erotización” del mundo del cine depende en buen grado de cómo las lectoras (principal público consumidor de la trilogía original) asuman las decisiones en la adaptación. De momento la elección de los actores ha generado debates muy, pero que muy encendidos. A Dakota Johnson se le considera una Anastasia aceptable, pero la elección inicial de Charlie Hunnam no es para nada similar al Christian Grey idolatrado por tantas mujeres. Para el resto de mortales el bueno de Hunnam es un excelente actor que ha demostrado su valía en series como Sons of Anarchy demostrando un nivel muy alto en interpretación y el chico parece atractivo. Pero las fans de Grey tienen al personaje descrito entre líneas considerado un cúmulo de perfecciones varoniles, junto a una elegancia y estilismo que no ven por ningún poro de Hunnam. Pese a que el actor ha asegurado que el rechazo a interpretar a Christian Grey es por problemas de agenda, los rumores apuntan a un presión mediática los motivos de su rechazo al papel. En la actualidad está confirmado que será Jamie Dornan el encargado de tan exigente interpretación.
Este suceso ha encendido la alarma. Como decíamos al principio, Cincuenta Sombras de Grey es una literatura erótica sadomasoquista. Esto supone una descripción detallada de prácticas y posturas que estarían completamente prohibidas en salas de cines españolas, salvo las que permitan la temida clasificación X. ¿Se rebajará también el tono de sexualidad para incitar el erotismo mediante sensualidad implícita? Podría ser una jugada realmente arriesgada si se está pensando en una trilogía al igual que sucede con los libros, pues ya se ve lo exigentes que son los fans.
En resumen, parece que el público sí está preparado y, de hecho, solicita un cine erótico al nivel de las grandes producciones y claramente promocionado en los entornos culturales. Sin embargo, la industria parece más reticente, más conservadora incluso aunque hayan “Lars Von Triers” capaces de retarles con propuestas tan polémicas como él mismo.