Narcos, la serie del año en Netflix: conclusiones
CONTIENE SPOILERS
Sexy, brutal, hermosa, trepidante… inconclusa. Puede que la única sorpresa desagradable de la prodigiosa primera temporada de Narcos no sea culpa suya: es nuestra.
En estos tiempos de series autoconclusivas, no esperábamos que el final de Narcos no fuera un final. Vale, quizás pecamos de ingenuos dando por hecho que la temporada terminaría con la caída de Escobar y los suyos, pero es que el ritmo de la serie daba a entender que así sería.
El final de la temporada coloca a Escobar fuera de su cárcel (es increíble que algo así haya pasado) privada en medio de la selva, así que imagino que la continuación será el acoso y derribo al narco cabreado, pero si no me equivoco, el periodo de tiempo será mucho más breve que el desarrollado hasta ahora, así que es probable que en el futuro haya nuevas historias con otros personajes. Por algo la serie se titula Narcos, en plural.
A pesar de la desagradable sorpresa de encontrarnos con una historia que no termina (nadie dijo que fuera así, cierto), el ritmo, las interpretaciones y su impecable puesta en escena nos dejan con ganas de más, así que esperaremos unos meses (acaban de confirmar su renovación) para ir conociendo detalles de su continuación.
Narcos supone un nuevo acierto de la plataforma de pago en su intento por convertirse en la abanderada del being watching gracias a su intensidad y a los muertos más reales que hayamos visto en la pequeña (o en la gran) pantalla. Tony Montana estaría orgulloso de Narcos: las únicas sobredosis que hay son de plomo.
Que aún se hable de True Detective sólo es culpa vuestra.