Looper, The ABCs of death, El Bosc .. Sitges 2012
Última entrega de nuestros especiales sobre el Festival de Sitges 2012 …
Cuando vimos Brick, hace unos años, sospechábamos que, a pesar del plomo, había un director y un escritor con talento. Tras algún experimento fallido, Rian Johnson da lo mejor de sí en Looper, una epopeya de ciencia ficción con saltos temporales dispuesta a ocupar el lugar de Doce Monos. La sencillez con la que narra una historia un tanto rocambolesca y, sobre todo, el ejercicio de imitación que regala Joseph Gordon-Levitt, elevan la película muy por encima de la media. Una notable película que ganará con las revisiones.
Uno de los platos fuertes del festival era The ABCs of death, producción de Drafthouse Films, encargada a 26 directores que dicen mucho del actual género. Era de esperar que la película fuera una sucesión de picos, arriba y abajo, sin tiempo para odiar ni amar ninguno, pero hay al menos media docena de cortos sugerentes -sobre todos los de las letras AQUXY-, llenos de brutalidad, que nos alegraron la mañana del sábado. Hacen falta más películas así de locas.
Uno de nuestros directores más valientes y desconocidos por el gran público es Oscar Aibar. El director de Platillos Volantes, obra maestra del cine español, presentaba nueva película después de la estupenda El Gran Vázquez. El bosc, adaptación de un relato de Albert Sánchez Piñol, no es otra película al uso ambientada en la Guerra Civil. De hecho, no es otra película al uso. La fantasía y la ciencia ficción van de la mano en un relato destinado a explotar en un epílogo muy loco y arriesgado, que cierra incógnitas y delirios planteados durante noventa minutos. Diferente y de culto desde ya.
Paranormal Activity 4 es un importante descalabro, una pesadilla cinematográfica real que ni asusta ni parece pretenderlo y a la que es necesario poner freno. No aporta nada a una saga que nació muerta de ideas y valentía. Un soberano coñazo.
Y ponemos punto final con una película sorpresa, End of Watch, violento policiaco excesivamente tramposo en lo formal y con un importante grado de racismo. Found footage cuando quiere, drama intimista cuando le conviene, la película del mediocre David Ayer no termina de funcionar a pesar de contar, a priori, con los mejores ingredientes.
Se acaba Sitges, pero ojalá nuestras pantallas sigan llenas de películas.