Homeland Temporada 5 Capítulo 4 Recap: Why Is This Night Different?
Ya está disponible el nuevo capítulo de Homeland. En el anterior, Quinn capturaba a nuestra protagonista y ahí quedaba la cosa, con la duda de si cumplirá con sus órdenes y morirá Carrie y se acabará la serie (supongo) o se le ocurrirá algo para salir del paso y disimular. En este episodio damos con la clave. ¡Alerta spoiler!
Estar muerta
Carrie vive, lo cual es una buena noticia. Se encuentra atada a una cama en la casa-tugurio de Quinn. Claro, que en un principio todavía no sabemos qué va a hacer con ella. Por el momento, se corta él en una mano y embadurna con su sangre a Mathison; de esta manera, puede hacerle una foto que sirva de prueba a su supuesta muerte. Según nos cuenta, es Saul el que quiere a Carrie muerta, lo que ella no quiere creer.
Por el momento, tiene que desaparecer, o enviarán a otro a terminar el trabajo. Para ello, tendrá que estar muerta. Vamos, que Quinn le hace grabar un vídeo de despedida a su hija, en el que entre sollozos Mathison intenta explicar que no la abandonó, sino que es una espía con algún enemigo muy importante que no quiere que siga viviendo (esto no lo dice, claro). Sin embargo, estar muerta parece ser la única solución que garantice la seguridad de Frannie.
Claro que Mathison sigue teniendo sus dudas. Saul es un tipo inteligente y, si ella hubiese hecho algo horrible e imperdonable, de ninguna manera enviaría a Quinn a por ella. Porque sabe que justo lo que está ocurriendo es lo que pasaría. Pero entonces, ¿tiene Quinn a alguien más en su misión? ¿Sus siguientes objetivos serán legítimos? Carrie, con peluca castaña incluida, no puede dejarlo todo y marcharse así, sin más, sin comprobarlo.
Quinn accede (ya son muchos años y un beso furtivo al final de la anterior temporada) y esperarán a que alguien vaya al punto de encuentro a dejar el siguiente encargo. Cuando Quinn entra en la oficina postal donde tienen lugar los intercambios, todo se precipita: un señor de dentro avisa a uno de fuera, que coge un arma y dispara a Quinn. El espía recibe el disparo, pero es capaz de acabar con el tirador y entrar al coche. Por supuesto, Carrie se abalanza sobre el cuerpo del tirador y coge su móvil.
Mathison podría irse y no volver más: Quinn ha dejado la foto que demuestra su muerte en el buzón. Sin embargo, esto demuestra que quien quiere muerto a Carrie también quiere muerto a Quinn. Y ella no le va a abandonar, y menos ahora que se desangra, aunque parece que el espía se recuperará. El teléfono del disparador solo tiene un número guardado, así que llaman. ¿Y quién contesta? Allison. Allison los quiere muertos, parece ser. ¿Pero por qué?
Suiza
Por su parte, Saul y Allison están en Suiza en plena operación. Ella se hace pasar por la directora de un prestigioso hospital y recibe a pie de pista de aterrizaje al general sirio Youssef, quien acompaña a su hija enferma, que va a realizarse una operación de trasplante de riñón. El señor general está nervioso, sin embargo, por otras cosas: no solo ha entrado ilegalmente a Suiza, sino que estando fuera de Siria puede ser arrestado por crímenes de guerra.
Claro que, por supuesto, la CIA no ha montado todo el tinglado para llevarse al general esposado a La Haya. Hay una alternativa, pero nadie (ni su mujer, ni sus guardaespaldas) pueden estar al tanto. Secretamente, Youssef se reúne con Saul, quien le cuenta que perderán la guerra contra el Estado Islámico. En Siria tiene que haber un cambio, así que Berenson le propone que él sea el nuevo presidente sirio en sustitución de Al Assad.
Lo que pasa es que la mitad de ministros son familia del Presidente, ahí la cosa se complica. Saul tiene la solución en forma de 10 millones de dólares que están cargando en su jet privado, para que vaya rompiendo lazos a golpe de talón. Por supuesto, contará con el apoyo de Estados Unidos en su ascenso al poder, siempre que se deje dirigir desde Washington.
El señor acepta, aunque pide que su hija y su mujer se queden en Europa. Sin embargo, Allison no puede permitirlo, pues quedaría muy sospechoso. Toda la familia sube al jet privado y, después de despegar, explota. Explota, en el aire. Lástima de riñón. Y por la cara impasible de Allison, tiene que ver (porque Saul se sorprende). ¿Pero qué tiene esta mujer ahora que quiere matar a media serie?
Korzenik
Pero esto capítulo también tiene espacio para la historia de los documentos robados. Y para más muertos. Laura recibió de Numan un chiste y cero documentos, así que intenta localizarlo para pedirle explicaciones. Con ayuda de su jefe Otto, presionan a Jonas para que ponga en contacto a la periodista con una hacker en arresto domiciliario llamada Sabine. Laura logra convencer a Sabine para colaborar con su propia historia de riesgo y arresto, así que por fin localizan vía internet a Numan.
El hacker no entiende porque no llegaron los documentos a Laura, hasta que cae en la cuenta de que su compañero se los quitó para venderlos. Precisamente en esos momentos, Korzenik está cerrando el trato con los rusos. Él trata de convencer al ruso de que a cambio de una importante suma de dinero se lleva la única copia de los documentos, algo que no cuela, por supuesto. Y, efectivamente, los rusos encuentran otra copia en su casa, lo que les hace enfadar y que terminen matando a Korzenik. Y a su novia, que qué culpa tendría la chica.
Póster: toniinfante