Análisis Serie Gotham 1×05 Recap: Viper
La historia de la truculenta ciudad de Gotham cada día está más y más interesante. Tras un episodio en el que revelamos un poco el camino que va tomando cada uno de los personajes de la serie, vamos a descubrir si el de esta semana resulta igual de interesante. ¡Alerta spoiler!
Bruce, que vemos que empieza a aparecer más y con las ideas más claras, está empeñado en resolver el misterio de la muerte de sus padres y su posible relación con el asunto de Arkham. Alfred intenta disuadirlo, pero nosotros –que sabemos el futuro del joven- tenemos por seguro que no va a ser nada fácil. El niño tiene razón, el ayuntamiento está repleto de corruptos y Maroni (David Zayas) y Falcone (John Doman) terminan repartiéndose Arkham, ¿pero por qué la empresa de su familia no hace nada?
Lo bueno de los malos es que siempre quieren más. Maroni no está contento con compartir con Falcone. Quiere ser el amo y señor de Gotham y por ello planea robar en un casino, propiedad del mafioso, para así hundirle. “Arkham fue solo el principio”. Esto se habla en el restaurante de un Pingüino que, como siempre, tiene la oreja puesta.
Dame veneno que quiero morir
El caso particular de este capítulo, como la mayoría, empieza con un personaje misterioso. Se trata de un hombre que le entrega a un músico callejero una cápsula de cristal con un líquido en su interior y una pegatina que reza “Respírame”. Obviamente el músico respeta la orden del líquido del desconocido porque hay gente así. Tal vez le inspire. El músico se convierte entonces en otra persona, con mucha fuerza y un problema generalizado con las varices.
Por fin, los guionistas de Gotham vuelven a traernos a escena a Selina. La joven Catwoman sigue de cerca a Gordon y Bullock, la última vez que se vieron recordamos que ella escapó y dejó a Jim en el fondo de una alcantarilla. Mientras roba una cartera, le descubren y tiene que huir. Gordon quiere ir tras ella pero su compañero no está por la labor. Es la hora del almuerzo. Y adiós Selina por hoy.
Ante el sonido de una alarma, corren al lugar. El músico ha arrasado una tienda de alimentación. No pueden creerse al dependiente: el hombre se llevó el cajero automático a rastras. Sin embargo, una cámara de seguridad lo grabó todo. Y ante eso poco pueden hacer. Al menos, Gordon y Bullock encuentran la cápsula de cristal que contenía el líquido, alguna especie de droga.
Quién nos iba a decir que a Fish le gustaba la música clásica. A ella le pinta mucho más el reguetón. Su arma secreta –la joven Liz- se aburre, pero con un bofetón le asegura a la chica que tiene un objetivo muy importante que cumplir y que el primer paso es aprender a cantar esa canción. Ella se reúne con Falcone y otros mafiosos de su lado. Están molestos con cómo resultó lo de Arkham y piensan que Maroni les está echando un pulso.
Nuestra mafiosa preferida sabe que le conviene (al menos, ahora) ganarse la total confianza de Falcone, así que no duda en defender su postura de no devolverle el golpe a Maroni de momento. Para ello, no duda en meterse con la madre de quien haga falta. El mafioso jefe no tarda en intervenir. “Nos necesitamos unos a otros, somos una familia”.
Los detectives logran encontrar el lugar donde se esconde el músico con súper fuerza. Encuentran el lugar repleto de botellas de leche vacías. ¿Por qué? ¿Entera? ¿Desnatada? También encuentran al hombre, ya en estado normal. Normal por decir algo, el músico necesita de más de esa droga y les pide a Jim y Bullock que deben encontrar al hombre que se lo dio, el hombre con la oreja mutilada. Aún en estado normal, no consiguen reducir al músico, que todavía tiene mucha fuerza. Esta vez Bullock no llega a disparar: el hombre parece que se deshace por dentro y muere.
El caos
Segundo después de escuchar el deseo de Gordon de que la droga no salte a las calles observamos al hombre misterioso del principio repartiendo cápsulas de cristal por ahí. Como si de ofertas de un restaurante chino se tratasen. El caos está servido, y el nombre de la droga es Viper. La comisaría es una leonera; con tanta fuerza, necesitan el doble de efectivos para reducir a alguien. La droga utiliza el calcio de los huesos como combustible, de ahí el repentino antojo por los lácteos. Cuando el calcio se termina, los huesos se rompen.
Bullock tiene una solución práctica y no duda en presentarla. Dejamos que la droga se expanda, y en unas semanas se acabó la violencia en Gotham. Obviamente, la jefa del departamento desecha su idea. Intentan buscar a los laboratorios capaces de crear algo así. El primer sospechoso es WellZyn, empresa subsidiaria de Wayne.
En el restaurante de Pingüino, Maroni sigue planeando el golpe contra el casino de Falcone. Valiente, el nuevo gerente se acerca a hablar con él. Pingüino les cuenta que sabe de túneles de acceso desconocidos, lo que le resulta especialmente interesante al mafioso. Por primera vez, Oswald Cobblepot se dirige a sí mismo como Pingüino; y aunque el nombre no le gusta, Maroni le convence de que es un buen nombre. Le pega bastante. Pingüino le revela su verdadera identidad, y que trabajaba para Fish. Mal hecho, esa parte de la historia no le gusta nada a Maroni.
En comisaria aparece Taylor Reece (Margaret Colin), de WellZyn, que niega cualquier tipo de conexión con Viper. Sin embargo sí logran encontrar en sus empleados a alguien que resulta ser el tipo con una sola oreja: Stan Potolsky (Daniel London), quien trabajó para WellZyn varios años como bioquímico. Cuando se ponen en su busca, un nuevo hombre misterioso aparece. En Gotham siempre tiene que haber uno, y ahora que sabemos la identidad del anterior, aparece este. Le cuenta a Gordon que tienen un amigo en común, Oswald, y que le acompañe.
Si no le acompaña la cosa se complica: matan a Pingüino, le envían su cabeza a Falcone, y así sabrán que Jim no le mató cuando parecía que le mató. Intuimos así que el hombre misterioso dos trabaja para Maroni. Y que Pingüino está en serios problemas. Gordon accede. Aparecen en el restaurante, con Maroni peleándose con una langosta. Le pide a Jim que le cuente la misma historia que le ha contado Pingüino. Si no coincide alguno le está mintiendo, y entonces los dos morirán.
A Maroni la historia le hace gracia. El asesinato de los Wayne, la conspiración entre el ayuntamiento, la policía y Falcone. Que no fuese capaz de matar a Pingüino. Y, sobre todo, que nadie sabe que está vivo. Como la historia coincide, los dos salvan el pellejo. Maroni se da cuenta de lo valioso que es ahora Pingüino es su bando. Y le pide a Gordon mantener el secreto, petición inútil pues de contarlo su vida correría peligro. Pingüino le da las gracias, es la segunda vez que le salva la vida. Eso sí, supongo y espero que la venganza de Oswald contra Maroni sea terrible. Que lo será, seguro.
El plan de Fish Mooney
En terreno de Fish, ella sigue a lo suyo entrenando a su arma secreta, Liza (Makenzie Leigh). Le enseña cómo expresarse, como moverse; en definitiva, está convirtiendo a la joven en un reflejo de ella misma. En comisaría, entre las cosas de Stan, encuentran una foto en la que aparece junto a un profesor de filosofía de la universidad de Gotham, al que van a visitar. Éste describe a Potolsky como un enamorado de la filosofía, además les revela que en WellZyn él se dedicaba a la investigación de armas biológicas, lo que le trajo problemas morales. Además, les indica que Viper tiene efectos secundarios –la muerte, vamos- y que existe una segunda versión, llamada Venom.
Stan se quejó a sus superiores, y llegó a hablar con los Wayne, que pararon la investigación. Sin embargo, con su asesinato, el programa se reactivó y la única manera que se le ocurrió de frenarlo fue repartirlo por la ciudad. El hombre confiesa haberlo planeado todo con Potolsky y como no quiere responder más preguntas, no duda en romper una cápsula de Viper y termina echando a Bullock por los aires. Antes de que lo mate, Jim dispara, pero antes de morir el profesor dice algo que hace que Gordon sepa dónde se encuentra Stan.
Ese mismo día, Bruce y Alfred se encuentran en un evento benéfico organizado por Empresas Wayne. Bruce asiste por petición de su mayordomo, que está harto de verle todo el día en casa dándole vueltas a lo mismo; sin embargo, el joven quiere preguntar en primera persona a los dirigentes de la empresa sobre Arkham. Descubrimos que infiltrado en el evento está Potolski, disfrazado de camarero y moviendo de sitio un bidón enorme con la droga. Su plan pasa por dejar que su gas inunde el evento y sembrar el pánico.
Jim y Bullock llegan a tiempo, cuando el gas empezaba a aparecer por los conductos de ventilación. Gordon, en vez de disparar a Stan, le da al bidón, lo que hace escapar el gas, que envuelve a Potolsky. Después de decirle que busquen en el almacén número 39, se tira de la azotea del edificio y muere. Cuando ambos detectives llegan al almacén, está vacío. “¿Qué esperabas? Es Gotham.”
A pocos metros, vigilante, encontramos a Mathis (Sharon Washington), alto cargo de WallZyn que le aseguró a Bruce en el evento que no se dedicaban a nada malo. ¿Cuántos sospechosos del asesinato de sus padres tenemos ahora? Visto lo visto, Alfred empieza a ayudar al joven en sus indagaciones. Algo está pasando ahí.
Al final del episodio, vemos como los hombres de Maroni consiguen entrar y robar en el casino de Falcone. Y menos mal, si hubiesen fallado ese habría sido el final de Pingüino. También nos encontramos a una Fish muy cariñosa con otro de los aliados de Falcone. La mafiosa no duda en hacer lo que sea con tal de recoger apoyos para desbancar al jefe. Su plan ya ha comenzado. En un parque vemos como Falcone se acerca a una chica –que resulta ser Liza- porque ésta estaba cantando una canción (la que le enseñó) que le cantaba su madre de joven. ¿Surgirá el amor?
Opinión
Otro emocionante episodio más de la serie Gotham que nos deja frentes abiertos. ¿Qué trama Empresas Wayne? ¿Qué pasa con la droga Venom? Me gusta pensar que Pingüino se ha hecho un hueco en la banda de Maroni y que por fin podrá ser malo de verdad con todos los recursos necesarios. Las peripecias de Fish Money y su elaborado plan para acabar, por medio de Liza, con Falcone, ya se han puesto en marcha. ¿Cómo responderá el mafioso al robo en su casino?
Aunque creo que deberían de otorgar más protagonismo a un personaje ya presentado como es Selina, entiendo que existen las tramas suficientes como para dar prioridad a otros personajes que, sin duda, han calado hondo en los espectadores, como es el caso de Pingüino o Bruce. Con este episodio vuelvo a retomar la idea de una serie hecha para desentrañar las historias de los malos de la ciudad de Gotham y no tanto para hacer una trama policiaca más, lo que sin duda le da ese aspecto tan interesante.
Puntuación: 9
El análisis del episodio siguiente ya disponible aquí.