Gotham Temporada 2 Capítulo 15 Recap: Mad Grey Dawn

• Alejandro Lillo
• >Categorías: Gotham, Series de TV - Noticias
• 23 marzo, 2016

Si el capítulo de la semana pasada de Gotham me pareció genial, en esta ocasión tengo que contaros que no me esperaba para nada este giro de los acontecimientos. Parece que la serie avanza muy rápido y, con la seguridad ya de una tercera temporada en camino, tengo que confesar que me gusta así: acción, reacción, repercusión y un nuevo malvado. Rápido. Sin tramas tontas. ¿Pero qué ha pasado? ¡Alerta spoiler!

El protagonista de esta semana de la serie es Ed Nygma. Paranoico perdido con que Jim sospecha a sus espaldas de él como culpable de la desaparición de su amada Kristen, se ha propuesto arruinarle la carrera y la vida. Y lo consigue. Por ahora. En el museo de arte de Gotham es donde empieza su macabro plan, colocando una bomba que no explota y dejando una serie de pistas en un par de cuadros que guían a la policía a una estación de tren.

Gordon, por cierto, anda muy preocupado ante un informador anónimo que asegura que vio como él fue el que mató a  Theo Galavan, y no Pingüino. Un informador anónimo que ha conseguido que se reabra el caso y apunten a Jim como principal sospechoso. Pero no tiene mucho tiempo para preocuparse por su futuro: siguiendo las interrogaciones verdes de Nygma, encuentran una bomba en la estación (en una taquilla, que Gordon abre con una palanca) y consiguen que no cause muchos daños.

El plan de Ed continúa y le vemos pedir una firma a uno de los agentes del cuerpo, Pinkney, que ni siquiera lee el documento. Después le visita en su casa y le mata a golpes con la misma palanca que había usado antes Jim, así que lleva todas sus huellas. La cosa empeora cuando aparece una pista que hace que Gordon encuentre el cadáver de Pinkney, en el preciso instante en el que aparece por allí su superior Barnes.

Porque claro, resulta que lo que firmó el agente a Nygma resultó ser una declaración escrita de dónde sacan que era él el anónimo que puso el foco sobre Jim. Total, que Barnes no tiene más remedio que esposar y detener a Gordon, que no hace más que gritar que aquello es una trampa. Por supuesto, Ed ha hecho todo lo posible cambiando cosas y papeles para que parezca lo que parece y la serie avanza un par de semanas hasta descubrirnos que Gordon ha sido declarado culpable y se le condena a 40 años de cárcel en el penal de Blackgate.

¿Pero de verdad ha pasado todo esto? ¿A nadie se le ha ocurrido comprobar dónde estaba el día de la muerte de Galavan el agente Pinkney? ¿No resulta sospechoso lo de la palanca que sea la misma? No sé, a mí un poco sí. Aunque no olvidemos que Jim sí es culpable de matar al alcalde. Yo agradezco que nos hayan ahorrado el juicio y el drama: con Jim “directamente” en la cárcel, la trama puede avanzar mucho más rápido.

Por un lado tenemos a Bullock, que seguro que no se queda de brazos cruzados y empieza a investigar. También Leslie, a la que Gordon insta a marcharse y olvidarse de él, a empezar una nueva vida con su hijo lejos de Gotham. Y la sorpresa del capítulo: mientras escuchamos en una radio el anuncio de la sentencia, Barbara despierta de repente en Arkham. ¿Terminarán juntos estos dos? ¿Otra vez?

Otro que lidia con el pasado es Pingüino, aunque de una forma muy distinta: ha cambiado completamente y parece una persona totalmente nueva, y buena. Aunque yo tengo mis sospechas, ¿no será todo una gran mentira? Como sea, se presenta ante viejos conocidos: Butch y Tabitha. Al primero le cortó una mano, a la segunda la dejó sin hermano, así que no le reciben muy bien, aunque Butch finalmente decide que le deja marchar y así estarán en paz.

Después de esa visita, se pasa por casa de Nygma. Y me gusta mucho que compartan pantalla porque no sé muy bien quién de los dos está más ido de la cabeza. Sin embargo, el nuevo Pingüino no le gusta nada a Nygma y vemos como aquí ha habido un cambio de actitud importante entre ambos. Pingüino le descubre a Ed el lado oscuro, y ahora vemos como éste le cierra la puerta en las narices por su nueva faceta de chico bueno y formal.

Su última parada en la tumba de su madre, ante la cual se disculpa por no haber podido ir de visita antes. Allí conoce a Elijah Van Dahl (Paul Reubens) y ambos descubren a la vez que son padre e hijo. Así es Gotham: un minuto estás solo en el mundo y el siguiente tu padre te adopa y te invita a vivir con su familia. Los Van Dahl son lo más creepy que existe y la nueva familia de Pingüino no le mira con buenos ojos (seguramente conscientes de la fortuna en la cuenta corriente del patriarca). Yo estoy seguro de que estos hacen sacar a Oswald su antiguo ser, ya veréis.

Y a todo esto, ¿dónde está Bruce Wayne? Ahora que vive en las calles con Selina, ambos deciden (con ayuda de Ivy) robar a una de las bandas de Butch (que es quien maneja la ciudad ahora). Su plan, consistente en sustraer dinero de la venta de setas alucinógenas, a Bruce le parece bien porque ya se sabe que quién roba a un ladrón, mil años de perdón aunque seas un niño multimillonario.

No les sale bien y son cazados por Sonny, sobrino del mafioso. La pelea que vemos a continuación deja a Bruce con una ceja rota. El joven trata de defender a Selina, enfadando a Sonny y agotándole (como le enseñó Alfred) pero, aunque consiguen escapar con dinero, no sé si les ha merecido la pena. Al menos Wayne asegura que aquello le ha cambiado y ahora se siente invencible. Pero para mí que ha probado alguna seta, seguro.