Crónica de los Oscars 2012
No deja de resultar curioso que Hollywood, empeñado en transformar el cine del futuro a base de nuevos formatos digitales y tres dimensiones, premie de manera absoluta a una película de las características de The Artist, que se quedó con las estatuillas correspondientes a mejor película, director y actor protagonista, además de las de mejor vestuario y banda sonora. Y digo que resulta curioso porque The Artist está en las antípodas de lo que Hollywood promueve y una vez más la propia industria se pilla los dedos al olvidarse de la fantástica Las aventuras de Tintín, ejemplo de ese cine del futuro que se ha visto representado y premiado, curiosamente, en manos de Martin Scorsese, uno de los pocos clásicos vivos.
Por el número de premios, se aprecia un empate a cinco entre la francesa y La invención de Hugo, el estreno en las tres dimensiones de un veterano como Martin Scorsese, que tuvo que conformarse con cinco premios no tan importantes, salvo quizás, el de mejor fotografía, que fue a parar a Robert Richardson, que ya tenía otros dos por J.F.K. y El Aviador. El premio al mejor montaje se lo volvieron a quedar los hombres de Fincher, Baxter y Wall, que repiten galardón tras La red social con Millennium y el premio al que aspirábamos con Chico y Rita se esfumó en el momento en el que Rango se volvió candidata y, como era lógico, la espléndida película de Gore Verbinski se alzó con la preciada estatuilla.
La iraní Nader y Simin, una separación no dio la sorpresa y se llevó el de película extranjera y Bret McKenzie, la mitad del dúo cómico The flight of the conchords, recogía de manos de la pareja de presentadores más divertida de la noche, Will Ferrell y Zach Galifianakis, el Oscar a la mejor canción original, la espléndida Man or muppet de la no menos genial The Muppets.
Billy Cristal volvió a sus orígenes con un video marca de la casa, con un arranque divertido, jugando al terror de la Universal con The Artist y como era de esperar, entrando y saliendo de cuantas más películas mejor. A pesar de hacernos esbozar una sonrisa, el tedio y la repetición imperaron durante la interminable gala, que volvió a carecer de ritmo y una actuación del Cirque du soleil no ayuda a que nada de este planeta sea más breve.
Woody Allen se llevó otro premio al mejor guión con Midnight in Paris, tras sus premiados libretos de Annie Hall y Hannah y sus hermanas y Alexander Payne repitió como adaptador tras Entre Copas con Los Descendientes.
Meryl Streep se llevó su tercer premio por La dama de hierro, mientras que Christopher Plummer, que tiene casi tantos años como los premios, se fue con su primera estatuilla por su rol secundario en Beginners, mientras que Octavia Spencer se quedó con el femenino por Criadas y Señoras.
Poco más que recordar salvo la pierna desnuda de Angelina Jolie, el problema con el escote de Jennifer Lopez, el bote con las cenizas de Kim Jong II en las manos del dictador Sacha Baron Cohen y el chiste sobre la crisis y los multimillonarios que se regalan estatuas de oro de Billy Crystal. Poca recompensa para tantas horas de expectación.
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