Cómo defender a un asesino Temporada 2 Capítulo 10 Recap: What Happened to You, Annalise?

La espera ha terminado y, después de unos meses sin asesinatos inconfesables y tramas ocultas, los estudiantes de derecho más culpables de la televisión mundial vuelven en esta segunda mitad de la segunda temporada de Cómo defender a un asesino. Hace ya tiempo y puede que necesites refrescar la trama: tienes el recap del último episodio aquí. Y un majo resumen con dibujitos y todo de los propios protagonistas aquí. ¿Cómo ha vuelto la serie? ¿Quién es Christophe? ¡Alerta spoiler!

Niño invisible

Han pasado dos semanas desde el tiro de Annalise que, recordamos, Wes decidía que no sería en una pierna –como estaba planeado- sino en el estómago. Aquello sembraba el drama y conducía a una serie de acontecimientos precipitados que llevaban a la abogada al hospital de urgencia y de verdad. Annalise está bien y podría decirse que se pasa todo el episodio medio drogada por la medicación. Bonnie se encuentra junto a ella, tal vez por todo lo que le debe, o tal vez porque teme que pueda repetir alguna locura como de la que todavía se recupera.

Como os digo, drogada perdida, empieza a alucinar con la existencia de un bebé al que acuna e insta a dejar de llorar. Un bebé que ni Bonnie ni nosotros vemos, porque no existe. El bebé aparece cuando una tal Rose se lo deja en brazos a Annalise y se marcha llorando, dejando a la abogada con el niño en brazos. ¿Pero quién es ese niño? Al final del episodio, en un flashback loco a 10 años atrás, descubrimos a la abogada, embarazadísima de un niño, conociendo por primera vez a esa tal Rose.

La mujer resulta ser la madre de Wes (Christophe), que se encuentra allí mismo jugando al baloncesto. Pero Annalise no tiene hijos, ¿no? ¿Qué fue de su bebé? Al menos algo nos queda claro: Wes resulta no ser su hijo, puesto que ahora tiene algún que otro año más que diez. ¿Pero qué les relaciona a todos? ¿Qué le ocurrió verdaderamente a Rose? Después de la revelación posterior al tiro, Wes insta a la abogada a que le cuente toda la verdad. Pero no lo consigue. ¿Qué está pasando aquí?

Giro de guion

Bonnie se da cuenta en seguida de que una alucinada Annalise no puede declarar en el juicio contra Catherine Hapstall. A la pobre Cathy se le acumulan los juicios: primero el asesinato de sus padres, y ahora un doble crimen. Porque el plan de Annalise parece que funciona y ahora acusan a la joven de dispararla a ella y matar a Sinclair. El famoso Philip Jessup sigue en busca y captura como cómplice en el asunto.

Drogan a Annalise para que no se entere y, junto a Frank, el Keating 5 elabora un testimonio de lo que ocurrió aquella noche. Lo que pasa es que la jueza no lo admite, Laurel (como siempre) se chiva a la profesora y allí aparece ella medio en batín para dar su versión de los hechos en la corte. Entre las preguntas de la defensa de Cathy, la mirada incriminatoria de Wes, la culpa de cargarle a la joven el muerto y los llantos de un niño que no existe, Keating comete un error. O eso parece.

Annalise (sangrando allí en el estrado y todo) cuenta que no vio nada. Que no sabe si vio como Catherine le disparaba. Vamos, que duda en lo que se basa toda la acusación. No sabe si miente, lo que hace temblar el caso e inunda de murmullos la sala. Sin embargo, algo se le ocurre: Keating dice entonces que Cathy le contó que no mató a sus padres. Decir eso rompe por completo el secreto profesional entre abogado y cliente, así que todo su testimonio es dado por inválido.

Así ha logrado dos cosas: por un lado redimir lo que acababa de soltar y por otro dejar la duda sobre la verdadera culpabilidad de Catherine Hapstall. ¿Y entonces quién va a cargar ahora con los muertos? Pues cambio de plan: Annalise convence a Caleb, que habla con su hermana y Cathy se levanta en pleno juicio y cuenta que ella sí que disparó a Annalise, pero porque Philip la había drogado (algo que pasó, lo de estar drogada, pero por mano de Frank).

La joven pasará un tiempo en la cárcel, cinco años exactamente, después de pactar total colaboración con la justicia. Al final los asesinos sueltos, y la pobre Cathy entre rejas. ¿Pero de verdad mató Philip a los Hapstall?

Keating 5

El Keating 5 ya está más unido que nunca. Incluso Asher, que ya forma parte del bucle de culpa y sangre que tienen montado. Por un lado tenemos a Laurel, muy preocupada por Wes después de todo lo ocurrido. La chica se inculpó ante sus compañeros del tiro a Annalise (ya tiene Wes bastante con cargar con lo de Sam) y, aunque la abogada le cuenta que lo de “Rebecca está muerta” fue algo que contó para provocarle, Laurel sabe que algo pasa ahí.

Por otro lado está Michaela, que ve como su relación posible con Caleb se va al traste: la noche de autos el joven le confió la seguridad de su hermana, y ahora va a ir a la cárcel. Así que Caleb la espanta mandándolos a todos al infierno.

Y, claro, tenemos a Asher. Mientras Connor y Oliver intentan animarle un poco a base de alcohol y videojuegos, nos enteramos de para qué fue el joven a comisaría. Y no, no fue para confesar nada, sino para instar a la policía a investigar la muerte de su padre. No se cree que se quitase la vida y asegura que allí hay indicios de asesinato.