American Horror Story: Hotel Capítulo 7 Análisis: “Flicker”
En este séptimo capítulo American Horror Story: Hotel, titulado “Flicker”, las reformas del nuevo hotel que quiere diseñar Will Drake revelarán uno de los secretos más aterradores del Hotel Cortez. Por su parte, John Lowe se someterá a una evalución psiquiátrica para diagnosticar su locura creciente. Mientras tanto, La Condesa descubrirá qué ha sido de su primer amor. Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!
Reforma sorpresa
Las reformas en el hotel Cortez para convertirlo en el nuevo hogar del magnate Will Drake van viento en popa, sin embargo, los albañiles no tardan en encontrar una pared de acero y, al derribarla, descubren una zona secreta que ha permanecido sellada durante años. Por este mismo motivo, los obreros no creen que haya ningún peligro a pesar del olor a muerto, pero dos viejos huéspedes les sorprenden en medio de la oscuridad y acaban siendo asesinados.
Rápidamente Iris, la recepcionista del hotel, comunica a la Condesa el nuevo hallazgo. Su cara de miedo al ver los cadáveres devorados de una manera que jamás habían visto antes refleja que no sabe quién ha podido realizar ese crimen ni quién había oculto tras esa pared. Mientras tanto, los dos fugitivos sedientos de sangre vuelven a atacar, en esta ocasión la víctima es una de las huéspedes del hotel.
El origen del mal
Nos situamos en el año 1925, en concreto, en el rodaje de una película donde la Condesa es una de las actrices secundarias. Gracias a esta historia descubrimos que la Condesa acudió hasta Hollywood para ser actriz pero se enamoró de Valentino, el protagonista de la película. Él también se interesó por ella y le invitó a cenar a su mansión pero mientras disfrutaban de un apasionado tango, la mujer del actor hizo acto de presencia.
Una avergonzada y joven Condesa decidió entonces marcharse, pero sus dos nuevos “amigos” se lo impidieron y le sedujeron de tal forma que la Condesa no pudo resistirse al encanto de la pareja. Tras pasar todo el verano viéndose con ellos a escondidas, durante la fiesta de inauguración del hotel Cortez la Condesa se entera de que su amante, su querido actor italiano, ha muerto. Desolada intenta suicidarse arrojándose por la ventana pero es detenida por el señor March, que le promete retenerle con él para siempre.
A los pocos meses y tras haberse casado con James March, la Condesa descubre delante de la tumba de Valentino que le habían engañado y que el actor no estaba muerto, al contrario, compinchado con Natasha, su mujer, había fingido su propia muerte. Para intentar disculparse, Valentino le cuenta la Condesa la historia desde un principio, cuando fue descubierto por un director alemán que le transmitió el virus que les convierte en vampiros.
Sin creerse todavía que el amor de su vida siga vivo, la Condesa escucha atenta la historia y acepta ser infectada para poder vivir toda la eternidad junto con Valentino y Natasha. Por tanto, el origen de todo mal, los inicios del famoso virus radican en ese misterioso director de cine que infectó al actor, al primer y único amor de la Condesa y ésta, movida por los dictados de su corazón, no dudó en correr la misma suerte y convertirse en vampiresa.
Sin embargo, Valentino y Natasha han estado encerrados en el hotel durante años pero, ¿cómo llegaron hasta ahí? Pues el propio March se encarga de desvelarnos el misterio en una cena con su esposa. Mientras la Condesa le explica a su marido, a March, que va a casarse de nuevo, él le confiesa que fue él quien encerró a Valentino y a Natasha en el pasadizo oculto del hotel y que su querido actor ha estado vivo durante todo este tiempo, aunque atrapado entre las paredes del palacio que March construyó para su reina.
Evaluación
Por su parte, la locura del detective Lowe llegó a su límite en el episodio anterior, o por lo menos eso cree él, que considera que ha perdido la cabeza después de tantas tantas visiones extrañas y de haber disparado a un supuesto monstruo que nunca apareció. Dispuesto a poner solución, John acude al hospital para realizarse unas pruebas que diagnostiquen lo que verdaderamente le está pasando.
La separación de su mujer, contratiempos en el trabajo, haber pegado a su único amigo, que su hija le tenga miedo, todos son motivos suficientes para pedir ayuda a un profesional, pero esa no es la verdadera razón por la que John se ha presentado en el hospital, hasta allí porque vio en unos documentos policiales que el supuesto asesino en serie al que perseguía se encuentra en ese centro médico en concreto.
De este modo, el motivo por el que ha accedido a realizarse las pruebas psiquiátricas es por ser la tapadera perfecta para entrar en ese hospital donde también se encuentra el psicópata que ha cometido todos los asesinatos basados en los diez mandamientos. Cuando John logra llegar a la habitación -muy fácilmente- se encuentra con una niña que responde al nombre de Wren. ¿Tan malvada es la aparente inocente niña?
La pequeña le cuenta que ayudaba al asesino e incluso que ella mató al guardia para que no le atraparan. Tras ganarse su confianza, la niña prosigue con su inquietante historia y nos sitúa en el pasado, en el año 1986, cuando su padre le dejó abandonada en el coche para irse a beber al hotel Cortez y la Condesa la encontró, la rescató cuando estaba a punto de morir y la convirtió en una de sus pequeñas vampiresas.
Finalmente la niña le promete llevarle hasta donde vive el asesino si le ayuda a salir del hospital donde está retenida. John confía en la inocencia de la niña y acepta el trato. Una vez fuera Wren le confiesa a John que el asesino se encuentra en el hotel Cortez, se despide de nuestro detective y sale corriendo sin mirar hacia la carretera, donde es atropellada por un camión.