American Horror Story: Hotel Capítulo 10 Análisis: “She Gets Revenge”
La semana pasada en American Horror Story: Hotel, Ramona Royale iniciaba, tras décadas de espera, su ansiada venganza contra la Condesa. Sin embargo, Donovan, su gran aliado, le jugaba una mala pasada traicionándola en el último momento, por lo que Ramona acaba encerrada junto con Will Drake, el marido de la Condesa. ¿Conseguirá Ramona finalizar su venganza o pagará el haber confiado en Donovan?
En este décimo y último capítulo del año de American Horror Story: Hotel titulado “She Gets Revenge”, Liz Tylor tomará una decisión que hará cambiar su vida para siempre. Además, la Condesa y Donovan asumirán los últimos acontecimientos con consecuencias inesperadas. Por su parte, John descubrirá qué ha sido de su mujer y de su hijo Holden. Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!
Un final limpio
Liz Tylor ve pasar cada día por la recepción del hotel cantidad de personas que llegan con diferentes propósitos. Especialmente le toca el corazón una pareja de ancianos que acude al Cortez para acabar con todo sufrimiento y suicidarse juntos, después de haber pasado décadas compartiendo la vida y un amor verdadero. En ese instante, Liz se da cuenta de que no cree que vaya a ser feliz sin Tristan, además, sabe que, tarde o temprano, la Condesa le matará.
Sin pensarlo dos veces, Liz Tylor coge una pistola dispuesta a suicidarse, pero Iris le retiene justo a tiempo y le recuerda que antes tiene que acabar con los asuntos pendientes si no quiere permanecer vagando en el hotel para siempre. Liz le da la razón a su amiga y rápidamente piensa en su hijo, hace años le abandonó y le gustaría volver a verle por última vez para poder marcharse en paz. Dicho y hecho, la sirvienta de March le ayuda a contactar con él para pedirle que acuda al hotel.
Con los nervios por ver qué ha sido de su hijo durante todo este tiempo y con la incertidumbre de saber si actuará bien o mal ante su nueva identidad, Liz mantiene una conversación con su hijo pero sin confesarle quién es de verdad. El chico se deja llevar por por el buen ambiente y se desahoga contándoles sus problemas y su vida. Para su sorpresa, al día siguiente su hijo pide volver a verle y le confiesa que le reconoció desde el primer momento y que está dispuesto a tener espacio para otra mujer en su vida.
Por su parte, Iris también está cansada, ha perdido a su hijo, el único amor de su vida y quiere unirse a Liz Tylor para abandonar este mundo juntas. Cuando Iris tenía todo preparado -incluido vídeo tributo- Liz le confiesa que ha visto un rayo de esperanza después de conversar con su hijo y ha cambiado de opinión, ahora no sólo quiere vivir sino que también quiere hacerse con el control del hotel.
La familia unida jamás será vencida
John sigue con su intención de terminar el plan que March comenzó años atrás y, después de asesinar a un grupo perteneciente a una especie de secta, ya sólo le queda uno de los Diez Mandamientos que vengar. Mientras tanto, March se divierte achicharrando al contratista que realizaba las reformas del hotel y le explica a John que anhela cumplir unos cuantos sueños ahora que tiene le a su disposición, pero el detective tiene otros planes y le pide que le diga dónde se encuentra Alex.
Tras reunirse con su mujer, Alex le cuenta la verdad a su marido y le confiesa que está en problemas después de que la Condesa le haya dado un ultimátum amenazándole con matarla a ella y a Holden por ser la responsable de haber infectado a los niños que están cometiendo múltiples asesinatos en la ciudad. John se posiciona del lado de Alex y juntos acuden a la casa donde se encuentran a todos los niños sedientos de sangre.
Alex se percata de que una de las niñas se encuentra en mal estado e intenta reanimarla pero acaba falleciendo. La muerte de su amiga asusta al resto de chicos que acaban accediendo a acompañar a John y a Alex hasta el hotel Cortez. Aunque parece que van a ayudar a los pequeños, los niños son encerrados en el pasillo secreto en el que se encuentra presa Ramona, que los recibe con entusiasmo puesto que su apetito comenzaba a florecer después de haber degustado a Will Drake.
Una vez resuelto el problema, John y Alex lo celebran con un encuentro sexual. A pesar de estar en proceso de separación parece que las cosas han vuelto a cambiar entre ellos y Alex vuelve a ver en su marido al hombre del que se enamoró. Sin embargo, de repente aparece Sally, que no entiende que John le trate como una puta, a lo que el detective responde que lo suyo sólo era adicción y ahora quiere intentarlo con su mujer por sus hijos, aun corriendo el riesgo de que Alex no comprenda que se haya convertido en un asesino en serie. Como si nada hubiera pasado entre ellos, Alex y John cogen a Holden y se marchan a casa como una familia feliz.
La venganza se complica
Ajeno a los últimos acontecimientos entre la Condesa y su recién marido Will Drake, Donovan se presenta ante Valentino y le dispara en el rostro en varias ocasiones, matándolo en el acto. Al mismo tiempo, la Condesa ha avisado a la policía para dar parte de la desaparición de su marido pero, para su sorpresa, Will aparece ante ellos como si nada, explicando que simplemente se había perdido por los interminables pasillos del hotel.
Tras la marcha de la policía, Will le reprocha a su esposa todo lo que ha hecho y le avisa de que, si lo que quería era su dinero, su nombre no está en el testamento ya que es su hijo el único heredero de su imperio. No obstante, la Condesa lo tiene todo controlado, ella es la tutora legal del pequeño y se encargará de guiarle a su antojo y si hace falta, lo convertirá en vampiro para que nunca sea mayor de edad y ella pueda dirigir todo a su libre albedrío.
Aclaradas las cosas con Will, la Condesa cena tranquilamente con Donovan y le cuenta los últimos acontecimientos tras la boda. Donovan hace lo propio y le confiesa que ha asesinado a Valentino. Incrédula, ella acude a comprobarlo con sus propios ojos. Al regresar descubre que Donovan no se ha marchado y, al contrario de lo que pensábamos, la Condesa no lo asesina con sus propias manos sino que se maravilla de lo que ha creado, un hombre capaz de sacrificarse por amor. En ese momento en el que ambos disfrutaban de lo que habían logrado hacen acto de presencia en escena Liz Tylor e Iris disparando a bocajarro. ¿Conseguirán matar a la Condesa?