Allí abajo Temporada 2 Capítulo 8 Análisis: “Esposado”

A pesar de los buenos datos registrados la semana pasada tras el cambio de día de emisión, en esta ocasión, Allí abajo vuelve a perder seguimiento fruto de la dura competencia de esta semana. No obstante, la comedia de Antena 3 protagonizada por María León y Jon Plazaola sabe mantener el tipo logrando encandilar con sus disparatadas historias a  3.332.000 espectadores y marcando un 17,8% del share.

En este octavo capítulo de la segunda temporada de Allí abajo, titulado “Esposado”, Iñaki y Carmen buscarán a la desesperada a la mujer con la que el vasco se ha casado por error. Una vez localizada, las cosas no resultarán nada fáciles ya que Carmen se verá en la obligación de pedirle a su chico que aguante un poco más con ese matrimonio por equivocación. Por su parte, Bego confesará a la cuadrilla de Iñaki que ha descubierto que Sabino tiene una amante y Jozé apostará todo a una carta para conseguir la atención de Elena. Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!

En busca de la mujer de Iñaki

Comenzamos el episodio justo donde lo dejamos la semana pasada, con Carmen, Iñaki y sus padres descubriendo que el vasco se había casado con otra chica, en concreto, con una tal Paulova, una mujer de origen ruso. Sin perder los papeles ante el error administrativo cometido por el notario, Iñaki propone ir de nuevo al despacho para que el hombre arregle el fallo garrafal que él ha cometido y lo solucione cuanto antes mejor para que el vasco pueda casarse con la mujer a la que de verdad ama.

Avergonzado por el error, el señor notario pide tranquilidad ante el agobio y la presión que ejercen Carmen e Iñaki, asegurando que puede solucionarlo, sin embargo, el hombre cae redondo al suelo por no podar soportar el estrés y acaba en el hospital, donde Rober tiene que aguantar que todos pregunten constantemente si va a recuperarse y despertar para que pueda arreglar los papeles y hacer que Iñaki vuelva a ser un hombre soltero. Por no olvidarnos de la familia del notario, que se presenta al completo en la clínica para acompañarle y estresar a Rober.

Finalmente, deciden recurrir a la secretaria del notario para que les facilite información sobre Paulova. Con su número de teléfono, Iñaki le llama para poder hablar y solucionar con ella el error, pero la mujer no contesta la llamada. Sin otra solución, la pareja se presenta directamente en casa de Paulova, donde los vecinos se muestran sorprendidos ante la noticia de que la rusa se ha casado sin decir nada. Iñaki intenta explicarse sin mucho acierto pero consigue que le dejen el recado a Paulova, que justo en ese momento no se encontraba en casa. Gracias a ello, Paulova se presenta en el bar de Iñaki, con muchas sorpresas para su marido.

Andaluces y vascos sin fronteras

Tras enterarse de que Paulova tiene cuatro hijos a los que no ve desde hace tiempo y por los que está luchando para poder traerlos junto a ella a España, Iñaki le pregunta a Carmen si existe alguna posibilidad de poder mantener el matrimonio hasta que Paulova pase la inspección que le confirmará o no si podrá cumplir sus deseos. Ante la conmovedora historia de la rusa, la bondad y el buen corazón de la andaluza hacen que acepta la propuesta y anime a Iñaki a fingir su matrimonio de cara al inspector.

Con la intención de conocerse antes de que llegue la hora de pasar la prueba definitiva para poder estar con sus hijos, Paulova se presenta con antelación en casa de Carmen e Iñaki. La primera impresión no es mala aunque el buen tipo de la rusa comienza a despertar ciertos celos en Carmen. Sin embargo, Carmen sabe que fue ella la que terminó de convencer a Iñaki para que llevara a cabo tal buena acción y, además, así conseguirán que Paulova firme los papeles y el vasco vuelva a ser soltero, por este motivo, Carmen, muy a su pesar, se marcha dejándoles a solas para que preparen el teatrillo.

Sin perder detalle desde la ventana de su vecina Luci, Carmen observa la entrevista que el inspector les está realizando a Iñaki y Paulova, comprobando que la rusa se está tomando demasiado en serio su papel y muestra demasiado acercamiento hacia Iñaki. Cuando Paulova besa a su chico, Carmen no puede reprimirse y se presenta en su casa con una absurda excusa, pero justo para advertir a Iñaki y vigilar de más cerca a Paulova, que solo intenta ganarse el beneplácito del inspector.

Si las cosas no iban del todo mal, el asunto se complica cuando Maritxu y Antonio aparecen por sorpresa después de enterarse –gracias a Rafi- de que sus hijos traman algo. Para salir del paso, Iñaki inventa que son sus padres, por lo que Maritxu y Antonio no tienen otra opción que fingir que son matrimonio. Bajo la amenaza de que si no le siguen el rollo se divorciará y ya no podrá casarse por al iglesia –cosa que ambos desean por encima de todas las cosas- Maritxu y Antonio ponen de su parte para convencer al inspector de que forman una preciosa familia.

Aunque Antonio casi está a punto de fastidiar el teatro en más de una ocasión y la continúa presencia de Carmen no ayuda, el inspector acaba dando el visto bueno al matrimonio de Iñaki y Paulova, lo que le permitirá a la rusa reunirse con su verdadera familia. Una vez cumplido el acuerdo, logran que Paulova firme y desaparezca de sus vidas. Sin embargo, ahora vuelven al problema de antes, ¿dónde casarse? Don Benjumea les proporciona la solución y les deja a su disposición, como regalo de bodas, su propio cortijo. ¿Aceptarán de buen grado Maritxu y Antonio la idea?

Soy un truhán, soy un señor

Mientras tanto, en el norte también tienen sus propios problemas. Después del lío con el colgante, Bego sigue convencida de que su marido le está engañando con otra y pide a Peio y Antxon que hablen con Sabino para averiguar la verdad. Como Bego es tía de Iñaki –miembro titular de la cuadrilla- Peio y Antxon cumple órdenes y comienzan a interrogar a Sabino que, sin más miramiento, confiesa que ha engañado a su mujer pero que solo fue una canita al aire en una ocasión.

Sorprendidos por el atrevimiento de Sabino, porque haya confesado tan rápidamente sin necesidad de insistir y, sobre todo, por no haberse dado cuenta antes de ello, Peio y Antxon, con ayuda de un recién aterrizado Koldo, discuten sobre si contarle a Bego o no la verdad. Tras varias vueltas y votaciones incluidas, acorralados por la tía de Iñaki, finalmente deciden explicarle una pequeña mentira que tranquiliza por completo a Bego, que vuelve a estar feliz y a confiar en su marido.

Contentos por no haber traicionado a una migo, Peio y Antxon le explican a Sabino que, gracias a ellos, no volverá a tener problemas con su mujer, momento en el que Sabino aprovecha para confesar que todo era mentira, que nunca ha engañado a Bego y solo les estaba poniendo a prueba para comprobar si le consideran de verdad parte de la cuadrilla. Sin duda, una táctica que la cuadrilla no se veía venir y que ahora hará que se replanteen la inteligencia y cualidades de Sabino, ¿conseguirá que le acepten en la cuadrilla de una vez por todas?

Por su parte, Jozé es animado por Trini a que siga con su intento de acercamiento con Elena y evitar así que ésta se marche a Cádiz. Dicho y hecho, Jozé aprovecha su día libre para acompañar a Elena a una manifestación –o al menos eso cree él-. Cuando llegan al lugar, Jozé descubre que se trata de un asentamiento para conseguir que legalicen la marihuana, por lo que todo el local está repleto de gente fumando. Aunque sabe que nada bueno va a salir si entra en la sala, por no quedar mal delante de Elena, Jozé no tiene más remedio que hacerse el valiente y participar en la peculiar manifestación.

De regreso a la clínica, Jozé y Elena se muestran bastante contentos, sobre todo Jozé, que empieza a notar los efectos de la marihuana. Aunque en un principio logra disimular ante Trini, la cosa comienza a complicarse y cada vez le resulta más complicado coordinar y pensar, por lo que Trini acaba descubriendo que Jozé ha acudido al trabajo después de haber fumado marihuana. Acto seguido, Jozé es despedido, hasta que Elena se entera del motivo y acaba aceptando el puesto de trabajo como camarera para que Trini readmita a Jozé.

Valoración final del capítulo
  • Valoración - 7.5/10
    7.5/10

En resumen

La historia de Iñaki y su matrimonio con Paulova, lejos de resultar absurda, ha conseguido regalarnos momentos de lo más divertidos y es de agradecer que no hayan querido alargar innecesariamente esa trama. Lástima que sigan insistiendo en la relación entre Jozé y Elena, es una pareja que no pega para nada y ojalá pronto busquen otra historia para cada uno.

7.5/10
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