Crítica de Tom of Finland
Película académica, muy cuidada y con un fuerte sentido activista que hace que merezca la pena su visionado. Eso sí, no es apta para seguidores del arte de Tom de Finlandia, la provocación y la polémica no han sido invitadas.
La historia detrás del artista
Cada vez es más complicado crear biopics que ofrezca algo diferente. Enquistado en un sistema académico, hecho para lucimiento interpretativo y de diseño de producción y vestuario, pocas propuestas actuales han logrado deslumbrar, quizás la última en lograrlo haya sido ‘Jackie’, de Pablo Larraín. A la contra del filme del cineasta chileno, llega ‘Tom of Finland’, dirigida por Dome Karukoski y protagonizada por Pekka Strang y que se mete dentro de la vida del icónica artista del homoerotismo y la pornografía gay.
La película narra los inicios en el dibujo de Touko Valio Laaksonen, conocido posteriormente por su pseudónimo Tom de Finlandia. Desde que tuvo que servir en el ejército finés hasta su muerte en 1991, el artista se convirtió en un icono de la cultura gay y todo un símbolo para el homoerotismo. Desde su juventud, Touko fue perseguido por su orientación sexual, obligado a reprimir sus sentimientos y sensaciones y canalizándolas en lugares sombríos y sórdidos que servirán para, posteriormente, crear su arte, en las que se verán tipos ultramusculados, vestidos de cuero, de uniforme y una apariencia extremadamente masculina.
Touko antes que Tom
Al contrario del arte de Tom de Finlandia, la película resulta completamente canónica, alejada de la provocación y la polémica, algo simbiótica con las ilustraciones del artista finés. Esto es un arma de doble filo, por un lado acercará la imagen de un icono y activista LGTB a un público que desconoce su arte, su influencia y legado, tristemente las nuevas generaciones apenas recuerdan a estas grandes figuras; sin embargo, la película no satisfará a aquellos seguidores de Tom de Finlandia, que verán una película académica y políticamente correcta.
Teniendo en cuenta que su público es masivo más que concreto, se está ante una digna producción en la línea de filmes como ‘Mi nombre es Harvey Milk’ o ‘Pride (Orgullo)’, una cinta activista que muestra la represión vivida por aquellos hombres que amaban y deseaban a otros hombres y cómo Touko V. Laaksonen fue una de esas figuras valientes que destacó y logró visibilizar lo que, por aquel entonces, estaba prohibido. Porque el filme es esencialmente eso, la vida que había detrás del artista. Eso sí, pasando muy de puntillas por el lado más sórdido, aunque sí mostrándolo como una prisión en la que los hombres se veían obligados a entrar, al no haber otra forma de intimar con un semejante.
Demasiado políticamente correcta
Como biopic de la vida del hombre reprimido y de cómo sublimó sus deseos en el arte y de cómo, posteriormente, utilizó esas provocativas imágenes funciona. En gran parte, por la labor interpretativa de Pekka Strang, que se entrega completamente a su personaje, como de su partenaire, Lauri Tilkanen, que interpreta al joven Veli, el bailarín de ballet que se convertirá en la pareja más estable del dibujante.
Con lo cual, ‘Tom of Finland’ es una correcta producción para un público de masas, no para aquél que busque las inquietudes y a ese amante del cuero, los músculos, los hombres uniformados, los tipos con pintas de macho dominante. Quizás quepa preguntarse qué hubiesen hecho John Waters, R.W. Fassbinder o el Pedro Almodóvar de los años 80 con una biografía tan interesante como la de Tom de Finlandia. Al saber todo esto, es el público el que debe decidir.
Crítica de Tom of Finland
- Dirección
- Guion
- Interpretaciones
- Fotografía
- Música
Resumen
Película ideal para aquellos que desconozcan la iconografía que gira alrededor de Tom de Finlandia, icono artístico LGTB. Eso sí, la provocación, la polémica y lo underground no han sido invitados.