Crítica New Amsterdam (Serie de televisión)
Hace unas semanas, esta serie que fue lanzada en 2018, entró a formar parte de la plataforma de Netflix, lo que ha supuesto todo un boom ya que casi inmediatamente se consiguió posicionar en las listas de series más vistas. Pero, ¿Qué tiene esta serie para que haya triunfado tanto? ¿Es realmente tan buena? Vamos a analizarla para entrar más en profundidad sobre nuestra opinión.
Sinopsis
El hospital público New Amsterdam se encuentra en una situación muy precaria tanto económicamente como en reputación. Con la llegada del nuevo director médico Max Goodwin, las cosas cambiarán debido a su interés por priorizar a los pacientes frente a la institución y a que no acepta un ‘no’ por respuesta.
Opinión trama
Bajo nuestra humilde opinión, esta serie tiene un éxito increíble ya que muestra una visión idílica de lo que sería llevar un hospital. La crítica que hace al sistema sanitario de Estados Unidos, está muy presente en cada capítulo y la lucha contra el abandono de muchas personas que no pueden permitirse un seguro médico es muy interesante ya que muestra casos en los que las personas dejan de asistir al médico por miedo a las facturas que luego tengan que afrontar y no pueden hacerlo.
Nos gusta la forma en la que dan importancia a la vida, a todas las vidas y reflejan que las personas no solo somos números y letras a las que archivar en un documento de vivos o muertos, tenemos historia, tenemos almas y nos merecemos tener acceso a la salud ya que es un derecho básico que toda persona debería disfrutar.
El problema llega cuando las soluciones que plantea el Dr. Goodwin son demasiado idílicas creando así una falsa ilusión de que las cosas son más sencillas de lo que parece cuando en realidad muchas de las decisiones que toma, traerían consecuencias difíciles de asumir para el hospital.
Opinión personajes
(A partir de aquí hay spoilers)
El personaje principal es Max Goodwin (Ryan Eggold) , un médico de mediana edad muy positivo ante las adversidades y que odia la burocracia por la que tiene que pasar para dirigir el hospital. En su vida personal pasa por una crisis matrimonial ya que su mujer, embarazada de la futura hija de ambos, teme por la poca involucración de Max en la vida familiar debido a su entrega en el trabajo. Esta trama me parece muy bonita, muy justificada y tiene una gran importancia para aquellas personas que se obsesionan con el trabajo y se olvidan de disfrutar con la familia y amigos.
Otra trama que tiene este personaje es su cáncer. Si somos sinceros, esta parte de la serie al principio es interesante pero a lo largo de los episodios se vuelve repetitiva la actitud de Dr. Goodwin a la hora de afrontar su enfermedad. Siempre se ha dicho que el personal que se dedica a la salud luego son los peores enfermos pero este extremo se vuelve un poco cansino ya que entra en una bucle de no querer afrontar los tratamientos, con aceptarlos, volver a evitarlos, aceptarlos y así continuamente.
El siguiente personaje que más nos llama la atención es la Dr. Helen Sharpe (Freema Agyeman).Su evolución en la serie nos parece mucho más interesante al principio que al final ya que dejan a un lado su problema personal que está ligado a la maternidad en edades avanzadas por una especie de romantiqueo con Max. En nuestra opinión, el tema de la maternidad nos parece mucho más necesaria ya que no es algo que suela verse en televisión y que muchas mujeres sufren diariamente, sin embargo el romance entre compañeros de trabajo que empiezan siendo amigos es tan recurrente que puede resultar obvio y aburrido.
La Dr. Lauren Bloom (Janet Montgomery) nos presenta una vida muy dura siempre ligada al alcohol y las drogas que, añadido a su enfermedad TDAH y la medicación que necesita para controlar su atención, cae en una adicción de la que necesita salir para poder seguir ejerciendo como médico. Es interesante ver como siempre los médicos son los que tratan a drogadictos y esta vez, es la propia médico que debido a su entrega en el trabajo, acaba dependiendo de unas pastillas para aguantar los turnos aunque eso empieza a perjudicar a los pacientes.
El cirujano cardiovascular más importante del hospital es Dr. Floyd Reynolds (Jocko Sims) que su trama es un poco aburrida bajo nuestro punto de vista ya que de los médicos es el que menos se suele involucrar en la vida de sus pacientes, aunque, muy probablemente, sea el personaje que más se acerca a la realidad de lo que un médico puede hacer en un hospital con tantos pacientes.
El psiquiatra del hospital es el Dr. Iggy Frome (Tyler Labine) que aporta un toque de humor muy refrescante en la serie y que a nosotros personalmente, nos encanta. En un principio parece el apoyo de todos, pero poco a poco se va descubriendo que él también tiene problemas y su personaje va creciendo a medida que avanza la serie.
El último médico al que nos dedicamos en especial es al Dr. Vijay Kapoor (Anupam Kher) que siendo indio, da un toque multicultural a la serie y es interesante conocer su mundo y su perspectiva de las cosas. Además, la trama con su hijo es muy interesante y sorprendente cuando decide irse después de dejar embarazada a su novia (mujer que antes le gustaba al doctor).
Conclusión
Es una serie entretenida pero bajo nuestro punto de vista no es la serie ambientada en un hospital y en sus personajes a la que más puntuación le daríamos. Plantea cuestiones filosóficas y culturales muy importantes pero en vez de llevar el problema hasta el final, muchas veces se quedan en la superficie con una solución un poco surrealista o que parece fácil y en la vida real no lo es para nada.
Tenemos ganas de ver la tercera temporada ya que trata el tema de la pandemia mundial producida por el virus CoVid-19 y de ver si en esta nueva entrega, seguimos conociendo más a los personajes o meten nuevas incorporaciones como el Dr. Cassian Shin (Daniel Dae Kim) que ya nos adelantan en el último capítulo de la segunda temporada.