Crítica de Maudie, el color de la vida
Una película hecha con suma delicadeza y entregada completamente a su personaje, interpretado magistralmente por Sally Hawkins. La actriz de ‘Blue Jasmine‘ muestra la mejor actuación de su carrera.
Las pinturas del alma
Por gracia del destino, en España se han podido ver, últimamente, numerosas películas protagonizadas por mujeres reales, figuras femeninas que fueron pioneras en la historia y que, en una buena parte de los casos, han caído en el olvido. Primero fue el estreno de la alemana ‘Paula’, biopic sobre la pintora Paula Becker, desconocida para buena parte del público; después vino ‘Marie Curie’, la película sobre la aclamada científica, ganadora de dos premios Nobel; la última en llegar es Maud Lewis, la pintora costumbrista canadiense es la protagonista de ‘Maudie, el color de la vida’, protagonizada por Sally Hawkins y dirigida por Aisling Walsh.
Maud Dowley nunca tuvo la vida fácil. Desde niña, ha sufrido de artritis reumatoide, lo que ha hecho que jamás haya tenido una vida normal. Con sus padres muertos, ha visto cómo la casa familiar pasaba a su hermano mayor, que la despreciaba y la dejó tirada en la calle. Acogida por su tía, Maud se convierte en una mujer adulta que sabe que su fragilidad la hace vulnerable. Lejos de anquilosarse, Maud decide marcharse. En ese momento, la mujer responde a un anuncio en el que un pescador huraño, Everett Lewis, busca contratar una muchacha para hacerse cargo del mantenimiento de la casa y la preparación de la comida. Entre ellos surgirá el amor, como también despertará en Maud su vocación por pintar, una actividad que ha llevado haciendo desde niña pese a sus limitaciones. Con su nueva faceta de pintora, Maud Lewis se convertirá en una de las artistas costumbristas más alabadas de toda Norteamérica.
Una mujer excepcional con una película a su altura
Con una vida tan complicada, la directora Aisling Walsh y la guionista Sherry White optan por evitar todos los tópicos que podrían haberse visto en este biopic. De hecho, la palabra “superación” ni se nombra. Walsh se aleja de la catarsis personal para mostrar el encanto por lo cotidiano, por la delicadeza de los detalles, cualidades propias de la pintora, un personal excepcional que supo disfrutar de su vida pese a los baches que tuvo delante de ella.
En ese camino se muestra a una magistral Sally Hawkins, con el mejor papel de su carrera, superando incluso al de la estupenda ‘Happy: Un cuento sobre la felicidad’. Hawkins se entrega completamente a esta enternecedora pintora, evocando una fuerza interior excepcional, como también refleja las limitaciones físicas que Maud padeció hasta el final de sus días. Entregada completamente, es imposible no acordarse del gran Daniel Day-Lewis en ‘Mi pie izquierdo’. Arrolladora, Hawkins brilla tanto que apenas deja espacio a un eficiente Ethan Hawke, en un papel atípico en su carrera, dando vida a un gruñón, un huraño maduro que sirve de contrapunto al espíritu positivo de la protagonista. Hawke acierta al saber dar matices al cascarrabias, en el fondo un hombre perdidamente enamorado de su esposa.
La mejor interpretación de Sally Hawkins
En ese amor, la directora opta por mostrar una película costumbrista, en la que el público se dejará llevar por la brisa del mar, el olor de las plantas, la belleza de los cuadros de Maudie, como también la feliz austeridad en la que vivió toda su vida, reivindicando una vida más apegada a la naturaleza. Sin duda, una película alejada de los cánones de los biopics, detallista y que sabe mostrar a un personaje femenino poderoso y cotidiano.
‘Maudie, el color de la vida’ se disfruta de manera semejante a una temporada de primavera en la campiña, con momentos de calidez y belleza pero también con tiempo para la tormenta y la fría lluvia. Magnífica.
Tráiler español de ‘Maudie, el color de la vida‘
Crítica de Maudie, el color de la vida
- Dirección
- Guion
- Interpretaciones
- Música
- Fotografía
Resumen
Aisling Walsh crea una película a la altura de la extraordinaria Maud Lewis. La mejor interpretación de Sally Hawkins hasta el momento. Una película con alma y realizada con suma delicadeza.