Crítica de Corazón gigante
Crítica de Corazón gigante
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El cine islandés es ese gran desconocido que se prodiga poco pero cuando aparece deja interesantes joyas. Tras haberse estrenado en España con éxito ‘Rams (El valle de los carneros)‘ y que ‘Sparrows‘ se hiciese con la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, llega ‘Corazón gigante‘, dirigida por Dagur Kári, una de las promesas del cine europeo actual. Una película que logró el premio al Mejor Actor en el Seminci de Valladolid y que obtuvo también el premio a la mejor película, al mejor actor y al mejor guión en el Festival de Tribeca.

Fúsi es un hombre de 43 años que trabaja en la zona de maletas del aeropuerto de Reikiavik. Es un inadaptado social que a su edad vive con su madre, padece sobrepeso y sufro mobbing laboral. El hombre nunca ha tenido una relación de pareja y vive con una rutinas que no provocan satisfacción en su vida. Lo único que le despierta interés es jugar con sus figuritas que reproducen la Segunda Guerra Mundial. Un día le ofrecen romper con su apagada monotonía cuando le regalen un cupón descuento para aprender a bailar country. En las clases conoce a Sjöfn, una mujer solitaria y herida en el corazón, que esconde un triste secreto.

Crítica de Corazón gigante

Si algo ha demostrado Kári con propuesta como ‘Un buen corazón‘, ‘Dark Horse‘ o esta misma cinta es su afinidad por personaje extraños y considerados marginados por la sociedad. En este caso, el cineasta se aleja de curiosos antihéroes para mostrar un personaje más cercano, patético pero muy entrañable. De hecho, la cinta está filmada de forma en que la apertura psicológica del protagonista se refleje en los tiempos de cada acto. Con lo cual, el ritmo va paulatinamente en ascenso, como también la simpatía que sentirá el público cuando vaya conociendo más a fondo al personaje. Esto es conseguido gracias a la estupenda interpretación de su protagonista, Gunnar Jónsson.

El actor tiene la difícil misión de darle esos pequeños matices necesarios a un personaje que tiene toda la fuerza interpretativa en gestos y miradas más que expresiones verbales. También esto se consigue gracias a un guión bien confeccionado, obra del propio director. Fúsi muestra una evolución tardía pero necesaria para seguir viviendo o, mejor dicho, empezar a vivir. El que aparezca Sjöfn en su vida es un reflejo de que, más que ayudar a los demás, el hombre debe tomarse de la mano y caminar hacia delante. De esta forma, el protagonista rompe su zona de confort. Un mensaje lleno de optimismo pero real y concreto.

Crítica de Corazón gigante

Algo que se combina muy bien en la comedia con el drama en esta cinta. Es imposible no soltar alguna risa viendo al protagonista en cierto tipo de situaciones. También es verdad que, en ningún momento, el cineasta pretende crear una comedia romántica sino que se ayuda de esas dosis de comedia para aligerar una trama complicada de llevar. De esa manera, facilita que el espectador conecte con Fúsi, un hombre con un corazón entrañable y tan gigante como su propio cuerpo. En ese sentido, es una propuesta mucho más optimista que propuestas semejantes como ‘Mil noches, una boda‘ o ‘Un tipo corriente‘.

Con una mirada amable y condescendiente, Corazón gigante‘ invita a evolucionar y madurar aunque sea destiempo. El refrán “Más vale tarde que nunca” sería un adecuado subtítulo. Con un toque extravagante que casa bien con la mirada realista de la cinta, ‘Corazón gigante’ es una estupenda propuesta, que logra transmitir sus buenas vibraciones. Uno de los mejores ejemplos de comedias dramáticas en el actual panorama de cine europeo.

Valoración de 'Corazón gigante'
  • Dirección
  • Interpretaciones
  • Guión

Resumen

Interesante comedia dramática sobre el madurar, aunque sea tarde. Maravillosa interpretación de su protagonista, Gunnar Jónsson. Una entrañable fábula con un personaje complejo.

4
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