Robocop: mal remake, ¿buen reboot?

El 14 de Febrero de 2014 llega a los cines españoles la nueva versión de Robocop, lo que ha suscitado polémicos debates en la Red y medios especializados sobre el hecho de revisionar un clásico como el que Paul Verhoeven nos ofreció en 1987.

Lo cierto es que ya hemos podido ver material promocional de este Robocop de José Padhila y podemos sacar varias conclusiones por sus fotografías publicadas o el impactante tráiler. En primer lugar, el argumento es bastante similar, aunque menos visceral, que el de los 80. En esta ocasión es el año 2028 y la ciudad de Detroit está asediada por el crimen y la violencia. En una ciudad tan caótica, la policía no cuenta aún con la ayuda robótica de otras ciudades y debe encargarse personalmente de imponer orden y justicia.
Uno de los mejores agentes de la ley, Alex Murphy, esta vez interpretado por Joel Kinnaman, es objetivo directo de la mafia y casi muere por una bomba colocada en su coche. La empresa Omnicorp puede salvarle la vida, pero para ello debe robotizar casi la totalidad de su cuerpo, convirtiendo a Murphy en Robocop y creando la generación de policías del futuro.

Hasta aquí el argumento es prácticamente idéntico al Robocop de 1987. ¿Es por tanto un remake del clásico? De ser así carece de originalidad, de la suficiente calidad en efectos especiales y pierde el espíritu de los 80 en los que la violencia y la delincuencia eran tan protagonistas como la carencia moral del robot-policía, principal causa a debatir entre los conflictos sociales que plantea el film.
Pero hay atisbos de esperanza en este nuevo Robocop, pequeños guiños que nos hacen ver que podría ser más un reboot, un nuevo inicio, una nueva visión de la misma historia, al igual que The Amazing Spider-Man no es un remake del Spider-Man de Sam Raimi.

En primer lugar, el traje negro, con placa serigrafiada y un casco modernizado, tras un primer intento de emular al primer Robocop, es clara señal de que se quiere romper con el estilo anterior. Estamos en una época en la que todo es más estilizado, pese a haber más pobreza. La tecnología tiende al minimalismo y así lo compaginan los colores, blancos puros y negros azabaches. Lejos quedan los atisbos metálicos, el cobre y el bronce en forma de arañazos y la sangre salpicando la pantalla del televisor.

Un segundo guiño es el entrenamiento de Robocop contra los ED-209, que recuerda irremediablemente a la escena final mítica del film de Verhoeven en el que el querido robot policía tenía que enfrentarse contra uno sólo de estos “cacharros” imponentes y letales.
Se rompe de nuevo con el pasado, con un Robocop más fuerte, rápido y efectivo, como es más lógico en avances tecnológicos militares. Además se unen efectos especiales en CGI, tecnología de definición de imagen que favorece peleas más limpias y rápidas y, en consecuencia, escenas de acción que pasan vertiginosamente por delante de los ojos del espectador. ¿Mejor que la original? Eso es cosa de gustos, pero diferente desde luego lo es.

 

Por último, el Robocop de Padhila parece remarcar el componente personal de mayor manera que el de Verhoeven. El primer Robocop hacía cumplir la ley con efectividad del 100%, pero sus relaciones sociales eran prácticamente nulas. El debate entre su consciencia humana y su deber robótico supuso al final una barrera inquebrantable para el bueno de Murphy. En el film de 2014, sin embargo, hemos podido comprobar con el tráiler en varias escenas que compañeros y familiares intentarán por todos los medios recuperar la poca humanidad que le reste a este héroe policial. ¿Lo conseguirán? Puede que el tratamiento de este tema sea el que finalmente consiga relanzar a Robocop como nueva franquicia, haciéndonos olvidar su inmejorable origen.

Por si queda algún despistado que aún no haya visto el tráiler de Robocop, aquí os lo mostramos.

Última actualización: 12/12/2013