Por segunda semana consecutiva enfrentándose a una de las comedias más sólidas de este país, Allí abajo, la ficción de Antena 3 protagonizada por María León y Jon Plazaola, vuelve a conseguir buenos resultados en lo que audiencias se refiere. En concreto, 3.037.000 personas no quisieron perderse una nueva historia de Carmen e Iñaki, lo que llevó a Allí Abajo a marcar un 17,5% de share, un dato nada reprochable.
En este noveno capítulo de la segunda temporada de Allí abajo, titulado “El novio de mi madre”, Carmen e Iñaki organizan una comida con sus familias para darles una gran noticia. Sin embargo, una confesión por parte de Maritxu y un partido de fútbol que enfrenta a la Real Sociedad y al Betis ganarán protagonismo eclipsando uno de los días más importantes para la andaluza y el vasco. Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!
Reunión familiar
La cuadrilla de Iñaki llega a Sevilla citados por el cocinero con la intención de reunir a toda la familia para contarles una gran noticia. Con el mismo objetivo, Maritxu, Bego y Sabino y el padre de Carmen se desplazan hasta la capital hispalense. La cuadrilla está contenta porque después de la comida familiar podrán disfrutar a la noche de uno de los partidos más importantes hasta ahora, un encuentro que enfrenta en la final de la Copa del Rey a la Real Sociedad y el Betis.
Por su parte, Bego no está tan contenta, estado de ánimo que han podido comprobar tanto Sabino como Maritxu, que han tenido que aguantar durante todo el viaje el mal humor de Bego. A pesar de todo, ese mismo día es el aniversario de Sabino y Bego y él le tiene una pequeña sorpresa preparada. Sin embargo, al encontrarse con la cuadrilla de Iñaki, rápidamente Bego les reprocha que no hayan sido capaces de averiguar que Sabino está con Maritxu.
Tras la confesión de Bego, la cuadrilla le cuenta a Sabino que su mujer sospecha que está saliendo con Maritxu por los continuos cuchicheos que se traen entre manos. Cuando Maritxu descubre el motivo del enfado de su hermana decide coger el toro por los cuernos y besar a don Benjumea delante de todo el mundo para demostrar que la persona con la que está saliendo no es Sabino, sino que la persona de la que está enamorada es el sevillano.
Ante tal demostración de amor todos los presentes se quedan con la boca abierta, especialmente Iñaki, que ha observado desde la cocina toda la situación y ha terminado quemándose las manos al apoyarse en la plancha. Ahora que ya no tiene que esconderse más, Maritxu le confiesa a su hijo que ha estado viéndose con don Benjumea y que algunos ya sabían de su relación. Sorprendido, Iñaki le reprocha a su madre que le haya mentido, sobre todo después de todo lo que hizo para intentar separarle de Carmen.
Enfadado y decepcionado con su madre, con Carmen y con sus amigos, que también sabían que Maritxu mantenía una relación especial con don Benjumea, Iñaki decide cancelar la comida familiar ya que su propia madre ha estropeado uno de los días más importantes de su vida. Sin embargo, cuando Carmen se entera de que su chico ha cancelado la reunión, decide hablar con él y convencerle para retomar la idea y, aunque él ahora no pueda cocinar por tener las manos abrasadas, ella se ocupará de preparar la comida siguiendo sus indicaciones.
Una oportunidad de oro
Por otro lado, a la clínica llega un paciente muy importante, un inversor de la clínica que tiene que ser tratado por una dolencia. Trini quiere aprovechar esta magnífica oportunidad para impresionarle y mostrarle que el centro médico es el mejor de la ciudad, pero no tarda en comprobar que Lourdes, su esposa, es la que realmente toma todas las decisiones de esa peculiar pareja. Por si fuera poco, la mujer parece un hueso duro de roer que no deja de poner quejas.
Viendo que es imposible complacer a Lourdes para ganarse su favor, Trini decide darse por vencida, hasta que descubre que la esposa del inversor se ha fijado especialmente en Rober. Trini acude al doctor para explicarle que necesita su ayuda para que el accionista firme unos papeles, propuesta a la que Rober accede. Sin embargo, Lourdes tiene las intenciones muy claras y realiza una proposición muy indecente a Rober: sobornarle con el puesto de director de la clínica.
Un partido histórico
Después de recapacitar y recuperar algo de la ilusión perdida, Iñaki y Carmen anuncian a sus amigos y familiares que la reunión se mantiene en pie, pero ahora que no tienen tiempo para que sea a la hora de comer, todos se reunirán para cenar en casa, momento en el que aprovecharán para contar una gran noticia. Cabreados porque esa misma noche es el partido del año, la cuadrilla de Iñaki, Antonio y Rafi no tienen más remedio que aceptar la invitación, todo sea por la familia.
Mientras tanto, Elena se encarga del bar en ausencia de sus jefes, haciendo frente a todos clientes que han acudido para ver el fútbol. Todo parece marchar bien y la chica se defiende sola hasta que la televisión falla y se pierde la señal del partido. Sin poder llamar a Rafi o Iñaki para no quedar mal, Elena no tiene otra opción que pedir ayuda a Jozé. Éste acude a su auxilio y sube al tejado para orientar la antena y recuperar la señal, quedándose toda la noche ahí arriba y perdiéndose el partido de sus sueños. ¡Eso es amor y lo demás son tonterías!
Carmen e Iñaki han logrado que, por fin, ambas familias se sienten juntas a cenar, aunque la comida no sea ninguna maravilla ya que Carmen ha hecho lo que ha podido. Cuando Iñaki iba a anunciar la gran noticia el Betis marca un gol y Rafi salta de emoción, estropeando el momento. Cansado de que le estén dando más importancia a un partido que a él, Iñaki se marcha de casa. Ya en la calle intentando respirar y tomar algo de aire puro para relajarse, Iñaki se encuentra con don Benjumea y tras una conversación entre ambos, el vasco recapacita y acepta de buen grado la relación de su madre con el sevillano.
De nuevo en casa y esta vez con la familia al completo, don Benjumea se adelanta a la pareja y les cuenta a todos que Iñaki y Carmen se van a casar en su palacete de Sevilla dentro de un mes. La noticia sorprende a todos ya que cada uno se imaginaba el enlace en un lugar distinto, pero la pareja, después de mucho luchar por contar la noticia, explica que es la mejor decisión que podía tomar porque es un terreno neutral y lo que a ellos les hace realmente feliz. Con todo resuelto la familia se une para ver el partido pero se quedan sin saber el resultado final cuando la luz se va.
Última actualización: 14/04/2016